La exportación de relojes en noviembre sigue cayendo, pero a un ritmo menor
El famoso aplanamiento de la curva
La exportación de relojes sigue cayendo, pero ya no es la tragedia de meses anteriores. Usando los mismos términos que se usan para hablar de la infección por Covid, parece que se empieza a doblegar la curva. La caída en noviembre ha sido del 3,2% Si el mes pasado la caída fue del 7,2%, esta vez estamos hablando de un descenso del 3,2% en comparación con 2019.
Sin duda es China a quien se debe que los números empiecen a no parecer tan angustiosos (que lo son), pero este mes hemos visto, por primera vez, dos mercados más en positivo: Reino Unido y Japón. Quizá las cifras de Reino Unido se deban más a la situación política que a la de consumo: en enero Gran Bretaña estará fuera de la Unión Europea y la perspectiva de aranceles que encarezcan los productos posiblemente haya llevado a los distribuidores a comprar para tener en stock. El crecimiento de Japón, de un 2,4% parece responder mejor a la situación de cautela y desánimo general. Y eso que sus cifras de contagio hacen suspirar al resto del mundo.
Llama la atención que la única subida por tipo de material sea el bicolor, el oro y acero. Da que pensar si no será Rolex el que más esté vendiendo en China (bueno, eso es seguro), porque son precisamente los modelos bicolor de la marca los que más disponibles están, y es una combinación que gusta particularmente en China. Los relojes más asequibles, los de acero, tienen una caída del 11,6% Es decir que el comprador prefiere gastar más dinero para tener un producto diferenciador.
Por lo mismo, la caída de «otros materiales» es de casi el 41%, lo que apunta a que relojes como los Swatch, de plástico, que deberían ser de venta masiva, no lo son tanto.
Los relojes con un precio inferior a 200 francos (precio de exportación) experimentaron un marcado descenso, especialmente en el número de artículos. Nada nuevo, por otra parte, ya que los relojes de cuarzo están siendo arrasados por los smartwatch. El rendimiento por valor en el rango de 200 a 500 francos siguió con la tendencia de todo el año, mientras que los relojes con un precio de más de 3000 francos experimentó un aumento en el número de artículos en comparación con 2019, por primera vez desde febrero. El rango de 500-3.000 francos se mantuvo al mismo nivel que hace un año.
Aunque los datos siguen siendo malos y agrandan el drenaje de reservas de las marcas, la suavización de la caída en la exportación de relojes ha sido suficiente para consolidar la subida de las acciones de Richemont y Swatch Group, máximos representantes de la industria relojera junto con Rolex y Patek Philippe (que son privados y no cotizan en bolsa).
Las acciones del grupo de lujo Richemont han vuelto al verde este año: más del 6% desde el 1 de enero y más del 30% en los últimos tres meses. Por otro lado, la recuperación bursátil del Grupo Swatch, propietario de las marcas Omega, Breguet y Longines entre otras, está resultando más difícil. Las acciones al portador y nominativas siguen en números rojos, con alrededor de -11% y -9%. A pesar de un aumento del 15% en los últimos tres meses. La capitalización de mercado de Richemont supera ahora los 46.000 millones de francos, mientras que la del Swatch Group se acerca a los 12.500 millones.
Veremos cómo evoluciona el mercado, pero desde luego hay motivo para la esperanza: la cercanía de la vacuna contra la Covid ha hecho que se empiece a respirar con más tranquilidad, lo que se traduce en un mercado más activo. Por este motivo y por las compras navideñas es más que probable que veamos unas cifras de exportación de relojes en diciembre en positivo.
De hecho Vontobel, que tradicionalmente sigue este mercado y proporciona numerosos análisis, estima que en 2021 habrá un crecimiento del 15%. Pero claro, partiendo de una caída cercana al 25% crecer un 15% no es ni de lejos suficiente. Pero, en fin, recordemos lo que dijo esta niña sobre las mascarillas: