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Seiko Prospex Tierra Galapágos. Vídeo, fotos en vivo y precios

Los cuatro Seiko Propex Tierra Galápagos

Una de las grandes suertes que tiene Seiko es que los aficionados le ponen nombre a sus relojes. Eso es bueno por dos motivos: el primero porque la forma en que Seiko nombra a sus relojes, esa combinación de letras y números (SRPG13K1, SRPG15K1, SRPG17K1 and SRPG18K1 son los que tenemos aquí) es muy poco empática, y con un nombre con cara y ojos, por así decir, resulta lógicamente más fácil. Pero, sobre todo, al darles un nombre de manera inconsciente te sientes más cerca del reloj; le tomas más cariño, por raro que parezca. Sin duda el más conocido de todos es el Tortuga, como estos King Turtle que vimos en vídeo. Ahora es la propia casa nipona la que ha dado nombre a estos Seiko Prospex Tierra Galapágos, y ahora veremos por qué.

Y es que una cosa que no se suele saber de Seiko es que la familia Prospex no es única, sino que está dividida en Tierra, Mar y Aire. Los de Aire son fundamentalmente relojes de carga solar inspirados en la aviación (claro) y los de Mar son los que más conocemos. En los de Tierra se enmarcan los Alpinist, como los que vimos en vídeo. Y también estos Seiko Prospex Tierra Galápagos que, aunque guardan un aire de familia con los de mar, tienen características distintas.

Por si acaso alguien no lo sabe, el nombre de Tortuga viene por la forma de la caja, que recuerda al caparazón de estos reptiles, y cuyo origen -el del reloj, no el del reptil- está en el famoso 6105 del que hablé aquí, que ya tenía prácticamente esa forma. Los tortuga son los modelos más vendidos, seguramente porque tienen la combinación justa de toque retro -o setentero, mejor dicho, que gusta mucho- con una gran comodidad de uso.

Los Seiko Prospex Tierra Galapágos son sensiblemente más pequeños que el Tortuga normal, y se nota. La caja tiene 42,4 mm de diámetro, una altura de sólo 11,7 mm y -sobre todo- la distancia de asa a asa es de 45,2 mm, que es la medida del diámetro del Tortuga estándar -como el primero de los que vimos aquí en vivo, que es el que tengo yo-.

En el centro, el Tortuga PADI con las medidas tradicionales

Quiere decirse que son más pequeños y particularmente cortos, lo que hace que el reloj se pueda acomodar bien sobre la muñeca. En cuanto que te pones uno te das cuenta de lo bien que se lleva. Y abre el camino de las ventas al público femenino, que es muy importante porque es un mercado que siempre está comprando y cada vez tiene más gusto por los relojes unisex, mecánico y que reafirman su empoderamiento.

El caso es que estos Galápagos tiene la caja de acero con cepillado circular y una corona roscada a las 4 horas. Y esto es porque son relojes herméticos hasta 200 metros. No son relojes de buceo certificados, porque no están pensados para eso, pero poco importa porque ya nos dice la propia Seiko que no nos preocupemos, que el reloj va a aguantar lo que le echen. El cristal es de zafiro, una sorpresa inesperada. Una de las cajas está recubierta con PVD dorado y bisel y esfera marrón, que lo hace más serio, aunque la versión más formal es la negra.

SRPG17K1
SRPG18K1

El bisel -de aluminio anodizado- es bidireccional y lo que marca son los puntos cardinales, no los minutos de inmersión. Las dos versiones más deportivas tienen el bisel bicolor, que se ajusta muy bien al espíritu del reloj. Es algo que ya vimos en vivo en los Shogun de titanio.

SRPG15K1
SRPG13K1

Las esferas de los Seiko Prospex Tierra Galapágos son parecidas a las de las versiones marinas, pero no iguales. Las manecillas y los índices varían un tanto, aunque afortunadamente tienen el mismo tratamiento de LumiBrite, lo que garantiza su legibilidad en la oscuridad.

Por dentro encontramos el calibre 4R35, que se mueve a 3 hercios y tiene parada de segundero, cuerda manual y unas escasas 41 horas de reserva de marcha. El movimiento se esconde tras una tapa roscada que lleva grabado el código de signos Tierra-Aire, usado al parecer para hacer señales a los helicópteros de rescate. Personalmente jamás he oído que se haya usado, pero en fin. Ahí está, por si acaso.

Los Seiko Prospex Tierra Galapágos se entregan con una correa de piel o de tela, que coinciden con las versiones más serias (la correa de piel) y las más deportivas (la correa de tela). Todas se cierran con una hebilla tradicional.

Y luego están los precios, tan buenos como siempre: 540 euros (590 para la versión dorada). Un precio muy ajustado para un reloj todoterreno y atractivo, y que se lleva mejor que bien. Los relojes ya están disponibles en la boutique online de la marca y en los distribuidores autorizados. Más información en Seiko.es.

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