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A Lange & Söhne 1815 Tourbillon y Richard Lange Jumping Seconds

Dos obras maestras de la emperatriz germana

A Lange Söhne 1815 Tourbillon y Richard Lange Jumping Seconds

A Lange Söhne 1815 Tourbillon y Richard Lange Jumping Seconds

A. Lange & Söhne es el ejemplo alemán de cómo ser pasar por el mundo siendo el zénit de la relojería sin necesitar de embajadores, de espectáculos, de publicidad… Justo lo contrario. Domina un silencio que sólo rompe cuando presenta un producto, y es el producto el que se encarga de hablar por sí mismo. Sin alharacas. En Watches & Wonders 2025 presentó estas dos bellezas:

Y ahora nos trae dos versiones de complicaciones conocidas y siempre interesantes: el tourbillon con puesta a cero del segundero y los segundos muertos.

A. LANGE & SÖHNE 1815 TOURBILLON

Dentro de la colección 1815, la primera aparición de un tourbillon tuvo lugar en 2014, en ediciones limitadas en platino y oro rosa.

A Lange Söhne 1815 Tourbillon esmalte blanco

A pesar de la gran ventana para el tourbillon, el reloj mantiene el carácter sobrio de los Lange 1815, algo que se vio alterado al año siguiente con la aparición de la versión Lange 1815 Tourbillon Handwerkskunst, en el que la decoración «tremblage» de la esfera (del francés «temblor») le hacía particularmente llamativo.

A Lange Söhne 1815 Tourbillon Handwerkskunst

En 2018 el reloj volvió a su sobriedad inicial, pero añadiendo una esfera con esmalte Grand Feu, que le añade una suavidad y una calidez que le viene perfecto a sus sobriedad germana.

A Lange Söhne 1815 Tourbillon Esmalte blanco en la muñeca

ZERO-RESET

Desde la aparición del primer modelo, el Lange Tourbillon incorporaba la función zero-reset, que incorpora dos patentes muy preciadas por Lange y muy deseadas por todos: el tourbillon nació con la idea de mejorar la precisión del reloj, pero tradicionalmente tenía un problema: no paraba nunca. Por eso nunca se podía poner en hora de manera exacta, lo cual es una contradicción. Lange puso fin a ese problema, ya que su reloj permite parar el volante y, a la vez, poner el segundero a cero.

La puesta a cero del segundero apareció en el Langematic de 1997 y la parada del volante en el Cabaret Tourbillon de 2008. Desde entonces Lange lo ha utilizado en todos sus torbellinos. El mecanismo se explica en este vídeo:

El mecanismo vuelve, como ya he dicho, a este Lange 1815 Tourbillon, y también lo hace la esfera en esmalta Grand Feu, pero en este caso en un lujoso color negro.

A. Lange & Söhne 1815 Tourbillon

La caja sigue manteniendo las mismas medidas: Diámetro de 39,5 mm y altura de 11,30 mm. Está realizada también en platino 950 pulido a espejo (es decir, con la máxima pureza utilizada en joyería, el 95%) e integra un cristal de zafiro tanto en el anverso como en el reverso.

La novedad de la edición 2025 es la maravillosa esfera de esmalte Grand Feu negro azabache, elaborada íntegramente en la manufactura. La gran apertura circular del tourbillon está biselada a mano, un procedimiento complicado debido a los bordes esmaltados. El puente pulido en negro que suspende el tourbillon de un minuto ilumina el espectáculo.

Detalle del tourbillon del A. Lange & Söhne 1815 Tourbillon

Las características clásicas de la familia Lange 1815, inspiradas en los relojes de bolsillo de precisión del siglo XIX de Lange, destacan maravillosamente sobre la esfera negra brillante con la característica minutería de ferrocarril en el perímetro, grandes números arábigos, agujas azuladas y un centro rebajado.

Por cierto que, una vez que está conseguido el esmaltado de la esfera, es cuando se realiza la apertura del tourbillon, lo que añade un nuevo riesgo en la construcción. Pero merece la pena porque el resultado final es espectacular.

Detalle de la esfera del A. Lange & Söhne 1815 Tourbillon

La decoración del calibre L102.1 es la tradicional de Lange, de la que nunca te cansas: rubíes en chatones de oro, nervaduras Glashütte en la platina de tres cuartos, cantos biselados y pulidos, puente del eje grabado a mano e incluso un diamante en ese mismo eje. El volante se mueve a 21.600 alternancias a la hora durante las 72 horas que dura la reserva de marcha.

Como todos los relojes Lange, el movimiento se ensambla dos veces.

Calibre L102.1 del A. Lange & Söhne 1815 Tourbillon

El Tourbillon 1815 es una edición limitada a 50 unidades. Se combina con una elegante correa de piel de cocodrilo negra brillante con hebilla desplegable de platino. El precio, como es habitual en Lange, se facilita bajo petición.

RICHARD LANGE JUMPING SECONDS

A Lange Söhne Richard Lange Jumping Seconds

El Richard Lange Jumping Seconds con esfera de oro rosa (a la casa no le gusta que se asocie sus relojes con el olor del salmón) es una mezcla perfecta de estética tradicional y porte contemporáneo, algo en lo que la casa sajona es auténtica maestra. La colección Richard Lange se llama así en homenaje a uno de los herederos de la pasión de Adolph Ferdinand Lange y, con el permiso del fundador, el más prestigioso. Richard Lange fue un relojero y científico con numerosos descubrimientos y patentes, entre las que destaca su patente de 1930 según la cual, añadiendo un poco de berilio en la mezcla del material con que se construía el espiral, se mejoraba notablemente su precisión.

De ahí que la familia de relojes Richard Lange tenga dos premisas: legibilidad y precisión. Son en realidad un homenaje a los relojes de observación, esos modelos muy exactos que se utilizaban como complemento de los cronómetros marinos y como referencia con la que ajustar los demás relojes.

INSPIRACIÓN HISTÓRICA

A Lange Söhne Richard Lange Jumping Seconds

La esfera del Richard Lange Jumping Seconds da preferencia a los segundos, como los relojes de observatorio. La esfera del segundero ocupa tres cuartas partes de la esfera y está delimitada por una minutería de ferrocarril, señalada por una elegante manecilla con la forma habitual en Lange. Las horas y minutos están dividas en un a modo de diagramas de Venn que se entrecruzan con el de los segundos. A la izquierda están las horas, señaladas con numerales romanos -como siempre en los Richard Lange- y la derecha los minutos. En la intersección de los dos registros horarios se abre una ventana con un indicador de que la reserva de marcha ha llegado a las últimas 10 horas de las 42 disponibles. Y lo hace en rojo, como los cuartos de los minutos. El color es el justo para que la esfera vibre, pero sin perder su sobriedad y arrebatadora elegancia.

La representación de las unidades de tiempo con tres indicaciones superpuestas entre sí se remonta al astrónomo y relojero de Dresde Johann Heinrich Seyffert. Su famoso cronómetro de bolsillo nº 93 de 1807 fue el primer reloj con tal disposición.

cronómetro de bolsillo nº 93 de 1807 de Johann Heinrich Seyffert Horas y Minutos

el Richard Lange Jumping Seconds fue presentrado originalmente en 2016 en edición limitada de platino y un año después en oro rojo.

Richard Lange Jumping Seconds 2016

Posteriormente, en 2019 se presentó con una esfera negra, aún más bonita.

El A. Lange & Söhne Richard Lange Jumping Seconds 1 Horas y MInutos, en la muñeca

Y ahora nos encontramos con esta nueva y espectacular versión.

SEGUNDOS MUERTOS

Los segundos saltantes o segundos muertos, es una rara complicación -rara por lo poco habitual- que hace que el segundero sólo salte una vez cada segundo, en vez de las 6 que sería lo habitual en un calibre como el L094.1, que se mueve a 21.600 alternancias a la hora. Se podría decir que el relojero impide el funcionamiento habitual del reloj para conseguir una mayor precisión en la marcación de cada segundo.

Los primeros relojes de bolsillo con estas complicaciones datan de finales del siglo XVIII. Como precursores del cronógrafo se utilizaron para medir tiempos en los que contaba hasta el último segundo. Ayudaron a los marineros en la navegación, los astrónomos los utilizaron para determinar los tránsitos de las estrellas y los médicos medían con ellos el pulso.

El primer concepto de un reloj con segundos muertos está atribuido a Ferdinand Adolph Lange, en 1867. En su diseño el mecanismo de los segundos estaba ubicado entre las pletinas. Diez años después el tren de ruedas del segundero se colocó por encima de la platina de tres cuartos. Los hijos de Lange, Richard y Emil presentaron una patente para esta mejora, que permitía extraer el mecanismo de los segundos sin tener que desmontar el movimiento.

Calibre L094.1 del A. Lange & Söhne Richard Lange Jumping Seconds

Al igual que en el mecanismo histórico, una palanca y una estrella son los elementos que controlan el salto del segundo. Es decir, la conversión de las seis semioscilaciones en un único salto. Junto con el volante, la estrella de cinco puntas -localizada sobre el eje del volante- rota sobre su propio eje una vez cada cinco segundos. Tras cada segundo, una de las puntas de la estrella libera el brazo tensionado de la palanca. Esta gira rápidamente 360 grados antes de ser detenida por la siguiente punta de la estrella. Esta rotación se transmite al segundero central a través del segundo tren de engranajes, que hace avanzar la manecilla al siguiente marcador. Se puede ver bien en el vídeo de la marca:

ZERO RESET Y FUERZA CONSTANTE

Pero el calibre L094.1 incluye además dos joyas más: al sacar la corona, el mecanismo patentado ZERO-RESET para el volante excéntrico, gira el segundero hasta la posición de cero – como en un cronógrafo – y facilita así el ajuste de la hora. Para ello es necesario interrumpir latransmisión de la fuerza desde el mecanismo de reajuste de la tensión hacia el rodaje. Esto se produce mediante un acoplamiento multidisco de desarrollo propio. Mantiene el segundero fijo en su posición durante el salto de avance y hace que la transmisión de la fuerza se interrumpa y se vuelva a abrir con toda fiabilidad.

Detalle del calibre L094.1 del A. Lange & Söhne Richard Lange Jumping Seconds

Y, como estamos hablando de absoluta precisión, se ha dotado al calibre con un mecanismo de fuerza constante, lo que significa que la fuerza transmitida del barrilete al volante es siempre la misma a lo largo de toda la reserva de marcha. De esta manera se garantiza un funcionamiento igual de exacto, siempre. Y, como no puede ser de otra forma en Lange, con unos acabados del movimiento hechos a mano insuperables: el puente de alpaca natural está decorado con un pulido de nervaduras Glashütte, el puente del volante está grabado a mano, lleva ocho engastes de oro atornillados y las superficies están minuciosamente acabadas con esmerilados y pulidos.

A Lange Söhne Richard Lange Jumping Seconds

La caja destaca la elegancia discreta que define a Lange. Con un diámetro de 39,9 mm y un grosor de solo 10,6 mm, sus proporciones están deliberadamente equilibradas, lo suficientemente sólidas como para resaltar la esfera de estilo regulador, pero lo suficientemente delgadas como para lucirla como una pieza elegante. Fabricada en oro blanco de 18 quilates, ofrece un brillo que contrasta con la calidez de la esfera, mientras que las superficies pulidas y el cepillado fino se alternan para crear profundidad y contraste.

La sólida base de oro rosa contrasta maravillosamente con las nítidas marcas negras, lo que garantiza la claridad y aporta una calidez inusual en las esferas de estilo regulador, mientras que los detalles en rojo añaden un toque deportivo al diseño.

Detalle del A Lange Söhne Richard Lange Jumping Seconds

La nueva edición del Richard Lange Jumping Seconds de A. Lange & Söhne se lleva con una correa de cocodrilo marrón oscuro cosida a mano con hebilla de oro blanco. Edición limitada a 100 piezas y precio sólo revelado bajo petición.

Más información en Lange.com.