Jaeger-LeCoultre Master Ultra Thin Squelette: el reloj más delgado del mundo
Un récord y una belleza
Jaeger-LeCoultre no ha hecho ningún alarde de ello, pero ahora mismo ostenta el cetro de «reloj más delgado del mundo» con su Master Ultra Thin Squelette, que acaba de ver la luz. En vez de presumir más bien se centra en su maravillo trabajo decorativo, conocido como Métiers Rares. Pero el hecho está ahí. Piaget es la que más récords tiene de relojes delgados, y cuando apareció el Altiplano 900P hubo consenso general en la idea de que ese era el límite. Ahora Jaeger, discretamente, le ha arrebatado el trono pero sin hacer ruido. Al fin y al cabo la casa que tiene más de 1.000 calibres fabricados no tiene nada que demostrar, juega en otra liga.
Esta es la evolución del los calibres más delgados de la manufactura:
Como se puede ver el Master Ultra Thin 1907 del año pasado sólo medía 4,05 mm de altura, mientras que el Squelette que presentamos aquí (en su versión sin engastar) se alza sólo 3,60 mm. Es decir, 0,05 mm menos que el Altiplano 900P. Por supuesto esto plantea las mismas dudas sobre resistencia que teníamos con el 900P, pero con una diferencia: el calibre 849ASQ es relativamente pequeño, no ocupa toda la caja como el Altiplano. Esto le permite a Jaeger poner más refuerzos: por un lado la carrura en sí (como en el modelo de Piaget). Pero además tiene otro bisel interior que enmarca el movimiento, y de él salen doce segmentos hacia el borde. Todo ello debe contribuir a dar más resistencia al reloj. Mi consejo, en cualquier caso: no ponerse a clavar clavos llevando el reloj puesto. Por si acaso.
Además de añadir resistencia esos doce radios crean un indicador horario que sirve para mejorar la lectura de la hora, hacerla más sencilla, algo siempre difícil cuando las manecillas se tienen que mover por encima de un movimiento esqueletado.
Éste es, por supuesto, una maravilla. Está decorado a mano y no hay un milímetro que no haya sido tratado por el maestro relojero. Y además puede presumir de que -al contrario que el Altiplano- se puede ver su parte trasera porque también tiene cristal de zafiro. Y por tanto mucho más trabajo porque obviamente también está decorado por detrás. Un festín relojero, vaya.
El reloj se presenta en 4 versiones. En primer lugar está la versión en oro blanco con esmalte azul (60.500 €). Una versión también en oro blanco pero con diamantes engastados y los segmentos de las horas en nácar decorado con guilloché (el precio se da bajo pedido, aunque en dólares son 75.000)
Lo mismo ocurre con el oro rosa: hay una versión con esmalte color caramelo (58.000 €) y otra con diamantes engastados y el mismo motivo en madreperla (72.000 €).
Los relojes ya aparecen en la web de Jaeger-LeCoultre, por lo que se en teoría se pueden encargar ya. Lo que sí está disponible es su Ficha Técnica Completa.