Nuevo Patek Philippe World Timer Moon
Dentro de los fastos de celebración del 175 aniversario de Patek Philippe y cuyo Magnum Opus ha sido el enorme y no exento de polémica Grandmaster Chime que analizamos en un artículo anterior hay también otros actores que también han pisado el estrado sin tantas alharacas pero con mucho interés e incluso más atractivo. El World Timer Moon es uno de
Dentro de los fastos de celebración del 175 aniversario de Patek Philippe y cuyo Magnum Opus ha sido el enorme y no exento de polémica Grandmaster Chime que analizamos en un artículo anterior hay también otros actores que también han pisado el estrado sin tantas alharacas pero con mucho interés e incluso más atractivo. El World Timer Moon es uno de ellos.
Es la primera vez que Patek recrea una Luna «real», y lo hace en modelos para hombre y mujer. Es curioso que la relojería, que busca siempre la perfecta representación de aquello que mide, cuando llega a la Luna siempre se siente subyugado por sus representaciones más poéticas, o las más simples. La representación exacta es muy poco habitual. Patek la ha ubicado donde antes habría un guilloché o un decoración en esmalte, dándole así a la complicación el protagonismo que merece y que como vimos el otro día a veces queda injustamente menospreciada. El satélite está recreado sobre dos discos de cristal metalizado superpuestos, lo que abre posibilidades muy interesantes para la casa: ya puede realizar relojes con fases de luna personalizadas para la región deseada y que queden claramente a la vista la esfera y las estrellas visibles en dicha zona. No sería la primera vez que lo hace, ya que tanto el reloj Packard como el Henry Graves ya lo tenían.
Rodeando los discos lunares aparecen, como es habitual, los discos de las horas (con indicación de día/noche) y las distintas ciudades de las zonas horarias mundiales. A las 10 hay un pulsador para los incrementos horarios, que son de una hora. Quizá en un reloj de 175 aniversario hubiera estado bien haber incluido saltos de media hora para realmente tener todas las horas del mundo, pero con una caja que no llega a 40 mm en el caso del reloj de caballero y de 38 en el de mujer la esfera hubiera quedado demasiado saturada de nombres de ciudades. Merece la pena hacer notar también que la manecilla de las horas representa la Cruz del Sur, de forma que, una vez más de forma poética, Patek une la Tierra (las ciudades), la Luna y las estrellas (la Crux de la manecilla). Dos características más sobre el aniversario: en primer lugar el reverso es opaco con la inscripción del aniversario. En segundo lugar la ciudad elegida para representar la Hora en Europa Central no es París, sino Ginebra.
El guardatiempo está animado por un nuevo calibre, el 240 HU LU, que se creó expresamente para combinar la función de reloj mundial con la de una gran fase lunar (que recordemos necesita más energía porque es más grande y pesa más). Luce un micro-rotor descentrado; estas son las cosas de Patek: podría haber usado un rotor más grande para hacer la carga más sencilla y rápida, ya que no se ve el calibre, y sin embargo utiliza una masa oscilante pequeña que requiere un mayor ajuste. Y encima decora todo el movimiento con los habituales estándares de la marca.
Para terminar, llama la atención cómo Patek ha optado por eliminar los protectores de la corona en este modelo, lo que favorece sensiblemente su estética (yo nunca he sido un fan de los protectores en modelos no deportivos). El reloj de hombre está realizado en oro blanco y el de mujer en oro rosa con 70 diamantes engastados en el bisel.
Ficha Técnica World Timer Moon hombre. Serie limitada a 1.300 unidades con un precio de 46.000 francos suizos.
Ficha Técnica World Timer Moon mujer. Serie limitada a 450 unidades con un precio de 50.000 francos suizos.