El Colt es uno de los mejores hallazgos comerciales de Breitling. Sabedores de que no todo el mundo puede llegar a los grandes iconos (por tamaño o precio) han hecho del Colt un resumen de lo que mejor distingue a la maison y lo ha incluido en modelos sencillos (horas y minutos) e incluso en cuarzo, de manera que todo el mundo puede tener un «auténtico Breitling».

La idea original, sin embargo, no era esa: el Colt nació en los 80 con la intención de equipar a las fuerzas armadas, pero pronto contó con el favor de los aficionados a la relojería, porque tenía -y desde luego tiene hoy día- todo lo que se busca en un Breitling: en primer lugar el  inconfundible bisel con los cuatro eslabones cardinales, los pulsadores del cronógrafo satinados y, ya en la esfera, los índices y las manecillas para una legibilidad perfecta. Y el brazalete de acero ata el reloj al pulso de una manera perfectamente reconocible, con una presencia de solidez que se extiende desde la caja de acero de 44 mm.

Dentro se mueve el calibre Breitling 13, que no es otro que nuestro querido ETA-Valjoux 7750, por supuesto con certificado COSC. El calibre tiene por tanto reflejo en el dial, con tres subesferas -una de ellas para el pequeño segundero- trotadora central y fecha a las 3. Breitling ha convertido las esferas en «panda», al presentarlas en tres colores: negro Volcano, azul Mariner o plateado Stratus, que contrastan con el color de las 3 subesferas. Difícil elegir un favorito. Puedes leer más detalles en su Ficha Técnica.

Digamos por último que todavía no hay un precio publicado, y no lo será hasta Baselworld, pero no es de esperar grandes cambios. Sí sabemos que es el reloj que lleva el piloto del Breitling Racing Team Nigel Lamb, que compite en la espectacula Red Bull Air Race, de la que podéis ver un vídeo a continuación.