En la muñeca: TAG Heuer Monaco V4 Tourbillon
Repasamos en vídeo el Monaco V4 de TAG Heuer, en cuyo calibre la transmisión de movimiento se hace mediante correas, como en los vehículos
TAG Heuer lleva años sorprendiendo con modelos realmente avanzados, siempre enfocados a mejorar y a hacer más precisa la medición del tiempo (incluso a la 1/1000 de segundo) mediante métodos exclusivamente mecánicos. Este año nos ha presentado una innovación más: la transmisión de movimiento mediante correas, como en los vehículos. Esel Monaco V4 Tourbillon que presentamos en el vídeo y que también tiene una Ficha Técnica Completa.
El Monaco V4 fue presentado en la feria de Baselworld de este año, pero sin embargo es un proyecto que lleva ya 10 años en el mercado. Este año lo ha presentado con un tourbillon, una forma de mezclar la tradición relojera más clásica con la técnica más avanzada.
En la esfera destacan dos puentes esqueletados de acero que sujetan las ruedas. El más grande termina en el tourbillon a las 9, escondiéndolo un tanto y por tanto privándonos de la vista.
En el dial es más fácil ver las correas de transmisión, lo que no es sencillo porque tienen un grosor de sólo 0,07 mm. Para que tengan más resistencia y duración por dentro llevan un hilo de acero.
En el reverso se ven los 4 barriletes emparejadoes de dos en dos y con una inclinación de 13 grados, como los cilindros del motor de un deportivo. Los barriletes están unidos entre sí por correas, y su movimiento unido por rodamientos. El reverso es lo más automovilístico del reloj. La carga se hace mediante el lingote central con el logotipo que se mueve arriba y abajo, una solución que ya habíamos visto implementada en los relojes de Corum.
De vuelta a la esfera, uno de los problemas que le veo es lo difícil que resulta leer la hora a primera vista. En los anteriores modelos Monaco V4 las manecillas contrastaban más; pero en éste, negro zaíno, no es tan sencillo.
La caja de titanio pulido recubierto de DLC negro mide 41 x 41 milímetros, y se ve grande en la muñeca. La verdad es que impresiona mirarlo.
Su precio ronda los 125.000 euros, y veremos si TAG u otras marcas siguen desarrollando esta tecnología.