Grande Reverso 1931 Seconde Centrale: fotos en vivo y precio
una edición de Jaeger-LeCoultre para sus boutiques y un homenaje al modelo original aparecido en 1931
El Reverso de Jaeger-LeCoultre es una galaxia en constante expansión. El acervo de quizá el mayor icono de la manufactura es por lo que se ve enorme, casi sin fin, y año tras año vamos viendo reediciones de modelos que no dejan de sorprendernos y seducirnos. JLC está por un lado orgullosa -con todo merecimiento- de esta herencia y por otro comercialmente encantada, ya que las ventas del reloj, en sus múltiples variantes, no pierden pulmón. Ahora llega a las boutiques de la casa el Grande Reverso 1931 Seconde Centrale.
El nombre del Grande Reverso 1931 Seconde Centrale hace referencia al año de aparición del Reverso que, como todo el mundo sabe, tuvo su origen en los jugadores de polo cuyos relojes se rompían durante el juego; supongo que en aquel entonces no había taquillas y por tanto no se podían quitar el reloj y dejarlo guardado en un sitio seguro antes de subirse al caballo (modo ironía ON). Cualquiera que fuera la razón, bendita sea: es el origen de uno de los diseños relojeros más longevos y más alabados. Todos deberíamos tener un Reverso alguna vez.
Concretamente este modelo es una reedición de un Reverso aparecido en el 35 y, por primera vez desde su renacimiento en 2011, el reloj integra un segundero central. El reloj es precioso, sin ambages: la minutería de ferrocarril, en la parte interior de la esfera, es delicada y elegante y sirve de núcleo central desde donde parten los índices en forma de rayos de sol, un motivo decorativo paradigmático del Art Déco. Por cierto que tanto los índices como las manecillas están espolvoreados con un color anaranjado -no luminiscente- que acentúa el aire vintage.
Hay que señalar que el calibre es automático, por lo que el reloj es más alto de lo habitual: 9,2 mm. Es una medida perfecta. Me gusta incluso más que la versión Ultra Thin porque le da más presencia al guardatiempos, resalta mejor su diseño. La construcción de la caja en oro blanco aporta también solidez. Constructivamente no hay ninguna otra diferencia con otros modelos: el fondo está limpio, con amplio espacio para grabar dedicatorias y la base sobre la que se asienta la caja está perlada.
El reloj en la muñeca queda estupendamente (vaya novedad, ¿verdad?) y constituye una perfecta alternativa a los relojes de vestir con caja esférica. El Grande Reverso 1931 Seconde Centrale Es una edición especial para las boutiques de Jaeger-LeCoultre, con un precio de 19.400 euros. Ya está disponible en la Madrid, donde gracias a su amabilidad se tomaron estas fotos.