En la muñeca: Zenith El Primero Chronomaster Lady
El Primero Chronomaster Lady, una colección con su calibre insignia y los rasgos que le son característicos, pero con toques femeninos
Yo no sé exactamente qué es lo que atrae a los lectores de Horas y Minutos a visitar la web porque -al menos por ahora- sois todos muy silenciosos. Quiero pensar que es el poder ver los relojes «en vivo» como no se ven en ninguna otra web en español, o por lo menos con la frecuencia que se ven aquí. Al menos esa es mi motivación para hacer la página. Siendo la relojería mecánica algo muy relacionado con lo masculino -con mayor o menor razón, ahora no voy a entrar en eso-, me da mucho gusto cuando puedo traer relojes de mujer. y más del calibre -nunca mejor dicho- de este El Primero Chronomaster Lady.
No es la primera vez que Zenith utiliza a El Primero en un reloj de mujer; de hecho en la colección Star la versión cronógrafo ya lo equipa. Pero mientras el Star es una versión peculiar por lo exageramente femenina -la apertura en forma de corazón, el pequeño segundero también con forma de corazón, los numerales romanos y la piedra en cabujón de la corona muy à la Cartier-, este El Primero Chronomaster Lady es mucho más parecido a la versión masculina en tanto en cuanto utiliza el mismo tipo de índices, pulsadores de cronógrafo y apertura sobre el calibre que hace tiempo ha adoptado Zenith y que primero vimos en El Primero Synopsis y hace unos cuantos días en el Chronomaster 1969 Tour Auto Edition que tanto me gusta.
Pero la manufactura ha sabido darle un toque femenino sutil y muy resultón gracias a una variación del recurso habitual de los diamantes engastados: en la parte superior e inferior de la caja hay una fila doble de diamantes que da a la caja una forma levemente oblonga , muy bonita; además por supuesto de utilizar en las dos versiones -acero y oro rosa- una esfera de madreperla.
También en ambas versiones las sólidas asas de la caja, biseladas, tienen la parte superior cepillada mientras que el biselado y la carrura están acabadas a espejo. Uno habría esperado el pulido a espejo en todas las superficies, pero de esta forma contrasta con los brillos que de por sí emiten los diamantes del bisel, así que no es mala idea. De hecho queda muy bien, lo hace elegante porque huye de la ostentación de otros relojes de mujer.
La apertura como decía es la misma que en los demás El Primero, y permite ver el escape de silicio con su característico color morado. El bisel de la apertura acompaña el material de la caja, al igual que la triple aguja del pequeño segundero sobre el volante. Recordemos que esta versión del calibre no tiene parada del segundero, por lo que no es necesario marcar una de las manecillas como la aguja del segundero. Las manecillas de horas y minutos y la del pequeño segundero tampoco son las habituales, siendo sustituidas por unas con forma de hoja que, si bien no son extrañas en relojes de hombre (el viernes sin ir más lejos vimos unas), no son nada habituales en un cronógrafo y en este caso aumentan el aire femenino.
No estaría de más sin embargo -en éste y en todos los modelos similares- que, si Zenith abre la esfera para mostrar el movimiento, decorara un poco más los ejes y pivotes que sujetan las distintas piezas porque a decir verdad queda demasiado industrial. Que es, al fin y al cabo, lo que es El Primero: un grandísimo calibre cuya construcción se ha mecanizado para producir en serie, y por miles.
Es evidente que si una mujer compra este reloj es porque aprecia las virtudes mecánicas del calibre, así que ha dejado el fondo transparente para que se pueda apreciar la construcción y decoración del mismo que desde este lado es francamente buena.
El otro detalle femenino del reloj son las correas, aunque sólo en la versión con esfera de nácar: las esferas de pizarra están sujetas a la muñeca por correas de aligátor gris, mientras que la esfera de nácar lo hacen con una correa beis anaranjado con el oro rosa y azul con el acero. Muy bonitas. Esta de aquí es la versión de acero y esfera de pizarra.
El precio de la versión de acero es de 9.900 €, mientras que la versión de oro rosa cuesta 20.100 €.
La caja mide 38 mm de diámetro pero la forma del bisel y las contundentes asas lo hace parecer más grande. Sin embargo se ve muy bien la muñeca creo yo. Y como siempre los demás detalles están en la Ficha Técnica Completa.
Por último, tres de los cuatro modelos juntos: