En la muñeca: Panerai Radiomir 1940 3 Days Ceramica
Todas las líneas del catálogo actual de Panerai tienen ya por lo menos un modelo a la venta cuya caja está realizada en cerámica; todas menos la Radiomir 1940. Ese hueco viene a cubrirse ahora con el nuevo Radiomir 1940 3 Days Ceramica (sin acento, porque es italiano). Y lo hace con una versión absolutamente minimalista que sin
Todas las líneas del catálogo actual de Panerai tienen ya por lo menos un modelo a la venta cuya caja está realizada en cerámica; todas menos la Radiomir 1940. Ese hueco viene a cubrirse ahora con el nuevo Radiomir 1940 3 Days Ceramica (sin acento, porque es italiano). Y lo hace con una versión absolutamente minimalista que sin embargo lo identifica inmediatamente con la marca.
Como digo la cerámica no es inusual en la manufactura (hace poco repasamos un Luminor 1950 Flyback en cerámica), como tampoco lo son las esferas sencillas; pero en este caso Panerai ha logrado un efecto poderoso con la combinación de ambas. Para empezar la caja ha crecido un milímetro hasta los 48, algo sorprendente porque hasta ahora nunca había sobrepasado los 47. Y me gusta mucho el mate del óxido de circonio porque no sólo es elegante, también ayuda a que el reloj no se vea tan grande en la muñeca.
La esfera, como ya he dicho, no puede ser más sencilla, porque el único lujo que se permite es un doble bastón a las 12. Los demás puntos cardinales son un único bastón mientras que el resto de las horas son puntos alineados con el borde interior de los bastones. Y debajo del tornillo de sujección de las manecillas aparece el Siluro a Lenta Corsa (Torpedo de Navegación Lenta) o Maiale, que quiere significa cerdo y que era como llamaban los marinos al torpedo, por lo mal que se manejaba.
Es uno de los símbolos más queridos por la marca porque identifica su origen militar, y es por supuesto celebrado por los amantes de la marca. Es casi un lugar común hablar sobre la eficacia nocturna de la esfera sandwich y su relleno de SuperLuminova, pero es que la foto siguiente la hice en la boutique de Panerai de El Corte Inglés de la Castellana y es increíble cómo simplemente tapando el reloj con el objetivo de la cámara ya brilla. Y eso que había mucha luz ambiente, como se puede ver por los laterales. A mí es que no deja de sorprenderme.
El reloj está animado por el calibre de manufactura P.3000 (recordad que se pueden leer todos los detalles en su Ficha Técnica) con sus característicos puentes, visibles en este caso tras un cristal de zafiro ahumado, que le da un aspecto grisáceo, a tono con el aire de camuflaje del reloj. La trasera no es de cerámica sino de titanio (al igual que el cierre) porque es hipoalergénico.
A pesar de su tamaño, como decía, el reloj no parece tan grande cuando lo tienes puesto. No es que sea pequeño por ninguna parte por la que se le mire, es evidente, pero el color negro y la moderada altura de la caja hacen de él un reloj «ponible». Y además con gusto, no te da la sensación en absoluto de que llevas un tiesto en la muñeca. Y en cualquiera de los casos el mínimo pero que le pudieras poner al tamaño se te pasa en cuanto lo mires dos veces sobre tu pulso. Tiene tanta fuerza que inmediatamente te sientes cómodo con él. Te vuelves incluso posesivo y celoso.
A todos los usuarios de Panerai les gusta mucho cambiar las correas del reloj, y hay un gran negocio alrededor de ello. Con este modelo va a costar un poco más porque la correa de piel original viene con el logo («la mosca», como la llaman) grabado sobre ella, que le queda de maravilla y sin el que sería difícil ver el reloj me parece a mí. Hay que ver lo bien que le queda al negro esta correa.
Digamos por último que el reloj va a llegar a la boutique de Panerai en julio, y que va a ser mejor darse prisa en ir a hacerse con él porque va a haber pocas unidades y a mí me parece que van a volar. Porque además el precio es tentador: 10.900 Euros.