Frédérique Constant Vintage Rally Healey Chronograph
Dos cronógrafos estilo retro muy atractivos
La última vez que hablamos de un lanzamiento de Frederique Constant fue para constatar la aparición de su reloj inteligente, el Horological Smartwatch. Creó mucho revuelo porque era una apuesta interesante por mezclar relojería tradicional con datos de actividad física. Ahora afortunadamente su novedad es un reloj tradicional, y muy interesante además: el Vintage Rally Healey Chronograph Automatic en dos versiones.
La marca creada por Peter y Aletta Stas está muy volcada en los rallies vintage, y tiene una particular unión con la marca (difunta hace mucho tiempo) Austin Healey –el artículo de Wikipedia sólo existe en inglés-. Para celebrar este vínculo la manufactura lanza periódicamente -anualmente creo yo- modelos específicos. Por ejemplo hace casi un año cubrimos aquí el Healey 24 H, un viajero muy atractivo.
La presentación de los nuevos cronógrafos ha coincidido con la visita de 4 orgullosos poseedores de modelos Healey a FC. De ahí la foto con los bólidos delante de la casa relojera. Son bien bonitos, ¿verdad?
Vamos a ver qué nos ofrecen los cronógrafos.
La caja es una vieja conocida de la marca que aquí hemos visto por ejemplo en el Runabout Chronograph, con 42 mm de diámetro y 14,15 de altura. Es de acero, pero FC ofrece también una versión dorada con oro rosa. Es decir, no es una caja de oro rosa porque si no el precio sería muy alto. Con el simple dorado el importe se queda un poco por encima de los 3.000 euros: 3.200; una cantidad impensable si la caja fuera toda de oro.
Por otro lado es algo acorde con la marca, empeñada en ofrecer buenos productos a un precio muy asequible. Donde no ha sacrificado es el movimiento: lo que ellos llaman «calibre FC-397» es en realidad un 7750 en su versión bicompax, por lo que la fiabilidad del producto está garantizada. Todos los detalles en su Ficha Técnica.
Volviendo a la versión dorada, el conjunto del color de la caja con la esfera verde en dos texturas (guilloché en el centro, muy habitual en Frederique Constant) lo hace elegante, a lo que ayuda las manecillas con forma clásica de lanza y los pulsadores de pistón para el cronógrafo.
Por su parte la versión de acero y esfera plateada también cumple perfectamente y sigue la línea de los demás relojes creados para Healey, pero la verdad es que al lado de su hermano dorado el reloj resulta demasiado sobrio, a pesar de los acentos verdes en los contadores. Probablemente él sólo se valdría por sí mismo, pero al lado de su pariente de colección desmerece un tanto.
La diferencia de precio tampoco ayuda: por 2.850 € a lo mejor merece la pena hacer el esfuerzo y dar el salto. Y eso que a mí no me gustan mucho los dorados, pero debo reconocer que en este caso es el que me ha seducido. Un detalle común: ambos integran una correa de cuero tipo vintage racing, con el clásico agujereado.
No perdamos de vista en cualquier caso que, sea cual sea la caja elegida, estamos hablando de relojes muy bien hechos, con unos precios que hacen enrojecer a otras marcas y que siempre deben tenerse en consideración si estamos buscando este tipo de reloj. Digamos por último que ambas son ediciones limitadas a 2.888 unidades, como viene siendo habitual en la marca.