Un nuevo anuncio antes de un SIHH que cada vez está más cerca. Esta vez es el caballo ganador de Baume & Mercier: el Clifton, que esta vez se presenta su versión más complicada hasta la fecha, el Clifton Chronograph Complete Calendar.

Tal como se puede ver en su página, Baume & Mercier ya tenía un Clifton con calendario completo y fases lunares con esferas azul, plateada o antracita.

También tiene desde hace tiempo un Clifton cronógrafo, movido por el confiable ETA 7750 y también con diversos colores de esfera.

Así que era lógico que lanzara una versión que aunara ambas funciones para crear su reloj más completo en cuanto a complicaciones se refiere y con el que puede llegar a mayor número de aficionados, ya que digamos que ofrece algo para todo el mundo: el cronógrafo es la complicación más demandada mientras que los relojes con tres agujas y fecha los más vendidos. El Clifton Chronograph Complete Calendar ofrece todo eso y más.

Para ello Baume & Mercier ha elegido el ETA Valjoux 7751 como movimiento, un derivado del potente cronógrafo 7750 que además añade las otras dos funciones del reloj, el calendario completo y las fases lunares. B & M ha modificado el calibre para darle una decoración adecuada, con puentes perlados  y Côtes de Genéve en el rotor. Como el 7751 tiene 30 mm de diámetro y la caja 43 hay una clara diferencia de tamaño que se suple con un grueso fondo de acero sobre el el que se atornilla el zafiro. Hubiera sido mejor utilizar un ETA Valgranges, con un diámetro de 36,6 mm, pero no se construyen con esta doble complicación.

Las funciones que nos encontramos son: a las 12 una subesfera para contar 30 minutos del cronógrafo y dos ventanas con el día y el mes.

A las 6 otra subesfera para el conteo de 12 horas y una sencilla ventana de fase lunar. Las agujas del cronógrafo son de acero azulado, al igual que la trotadora central. El número de día se lee gracias a una manecilla también central con una punta roja.

Por último, a las 9 tenemos un tercer subdial con el pequeño segundero marcado por una aguja rodiada y el indicador de 24 horas, dorada como la luna.

Todo queda enmarcado en una caja de acero satinado y pulido, con una gran corona y unos pulsadores de cronógrafo también de buen tamaño. Los ajustes de fase lunar y calendario se hacen gracias a pulsadores ubicados en la carrura.

Esta es una primera versión, pero estoy seguro de que veremos más esferas en distintos colores porque el reloj se lo merece y así lo reconoce el mercado.