Stephen Urquhart deja la presidencia de Omega
Toda una vida dedicada a la relojería, que abandona dejando a Omega en lo más alto
El mismo día que se cumplían 120 años de los Juegos Olímpicos modernos Stephen Urquhart, presidente de la compañía que lleva midiendo los tiempos de las competiciones desde 1932, anuncia que dejará Omega en mayo, coincidiendo con su 70 cumpleaños.
Stephen Urquhart, nacido de un escocés y una portuguesa en la isla de Trinidad, aterrizó en la relojería por pura casualidad: un profesor le recomendó que fuera a Suiza para mejorar su francés, y en 1968 consiguió un trabajo en Omega. Allí se quedó 6 años. En 1974 entró en Audemars Piguet, en la llegó a ser Director Ejecutivo Adjunto. En 1997 Nicolas Hayek (padre) le invitó a dirigir Blancpain, y dos años más tarde se cambió a Omega. Por eso llama la atención cuando en 2010, reflexionando sobre su carrera, confesó que «francamente, nunca pensé que me iba a quedar en Suiza». Así es la vida.
En 1999 Omega presentó su primer reloj equipado con un escape Co-Axial, el movimiento creado por el gran George Daniels y que fue una revolución porque suponía la eliminación de la fricción de las paletas al deslizarse sobre el escape. El calibre Co-Axial permitió a Omega retomar su puesto dentro de la alta relojería y sobre él Stephen Urquhart basó el crecimiento de la marca, tanto en conocimiento de la misma como por tanto en ventas. Curiosamente cuando se le pregunta cuál es su reloj favorito dice sin dudarlo que es el Speedmaster Professional Moonwatch, un reloj que notoriamente NO lleva un escape Co-Axial porque conserva el movimiento cronógrafo original, que además es manual. Y es su favorito por su historia, porque lleva desde 1969 representando la mayor hazaña de la humanidad (seguramente sólo comparable con el descubrimiento de América) y esa herencia lo hace único. Personalmente me alegro de que compartamos gustos.
Tomando como base el antimagnetismo del calibre Co-Axial Stephen Urquhart empujó la investigación sobre ese campo, convencido de que el magnetismo es el mayor enemigo del reloj (y tiene razón). Eso llevó a la presentación del calibre Master Co-Axial completamente antimagnético hasta 15.000 gauss y que vistió la nueva versión del De Ville Trésor (en vídeo aquí). Un año después se reeditaba el modelo Globemaster con el último avance de la casa: la certificación por el laboratorio independiente METAS, posiblemente el certificado más exigente hasta ahora en cuanto a la construcción y precisión de un reloj. Lo repasamos con fotos en vivo y precios aquí y aquí.
Hay que señalar que, si bien la idea de los embajadores de marca comenzó con Nicolas Hayek, fue Stephen Urquhart es que la expandió, contando con nombres como Cindy Crawford, Nicole Kidman, George Clooney y, más recientemente, Eddie Redmayne. Aunque según reconoce el propio Stephen, quien de verdad ha expandido el nombre de Omega ha sido el agente 007 James Bond, quien desde 1995 lleva en su muñeca un Omega Seamaster. El más reciente, el Seamaster 300 Spectre, se puede ver en el artículo con vídeo sobre los relojes de James Bond. La alianza con el agente es vital para Omega porque le ayuda a alcanzar el que Stephen siempre ha dicho ser un de sus principales objetivos: ganar usuarios de relojes mecánicos entre los jóvenes, un mercado que ahora se ve amenazado por los relojes inteligentes.
De acuerdo con las estimaciones de Bank Vontobel AG de Zurich, las ventas de Omega en 2014 alcanzaron los 2,15 mil millones de francos suizos (casi 2.000 millones de euros), y las boutiques propias superaron las 200 en todo el mundo. Aún así estos son momentos difíciles para la industria relojera suiza, así que la marcha de quien dirigía la manufactura que más contribuye a las ventas totales del grupo Swatch (se estima que un 30%) sin duda ha levantado unas cuantas cejas y removido asientos. Sin embargo el elegido para sucederle es Raynald Aeschlimann, vicepresidente de ventas de la casa y que lleva en Omega desde 1996. Raynald es un hombre ya conocido por su prolongada carrera dentro del grupo Swatch y en Omega.
Va a ser por tanto interesante ver qué cambios lleva a cabo la marca, porque una dirección nueva siempre implica cambios. Ante sí el señor Aeschlimann tiene el ya mencionado reto de ganarse a los millenials mientras mantiene la posición de liderazgo de la marca tras Rolex. También debe expandir la certificación METAS por todas las gamas de producto y campear la actual crisis relojera, que amenaza con convertirse en un tormenta perfecta. Buena suerte a Raynald Aeschlimann y feliz retiro a Stephen Urquhart. Y muchas gracias por todo.