Vamos a analizar los nuevos Baume & Mercier Clifton Club, la gran apuesta de la casa para atraer a un público joven con una propuesta que mezcla los relojes de corte deportivo con un aire más formal.
Baume & Mercier es una de las casas relojeras suizas históricas. De hecho es la sexta más antigua. Sin embargo toda esa herencia no le ha evitado un devenir comercial con altibajos, particularmente desde comienzos de este siglo. Pero cuando todo el mundo -o al menos muchas voces de la industria- pensaba que la marca no iba a levantar la cabeza dio un giro notable y comenzó a lanzar productos bien pensados, bien ejecutados y a precios cada vez más atractivos.
Para mujer fue la línea Promese, pero para hombre lo más significativo fue el lanzamiento de la gama Clifton. Los Clifton presentan una caja inspirada en los modelos de los años 50, pero con un corte muy actual. Los relojes estaban (y están) muy bien hechos y son muy atractivos, así que la casa ha ido expandiendo la colección dotándola de todo tipo de complicaciones.
De hecho en Horas y Minutos hemos cubierto unos cuantos modelos de los Clifton, porque a mí me gustan mucho. Uno de los primeros vídeos que hice en esta página fue el del Clifton Retrograde (éste de aquí). También hemos visto -por ejemplo- el Cronógrafo con Calendario Completo (aquí) y, este mismo año, el GMT Power Reserve.
Sin embargo los Clifton apelan a un rango de edad que se acerca a los 30 años, y Baume & Mercier necesitaba un reloj para gente más joven, entre los 20 y los 30. Uno de los argumentos de venta de la casa es que sus relojes son relojes para regalar, para remarcar los hitos importantes de la vida. Sin embargo con los Clifton Club se quiera que los jóvenes profesionales lo vean como el primer reloj que se pueden comprar ellos (sin esperar que alguien se lo regale), y que le sirva tanto para el trabajo como para el ocio. Y ahí es donde los Clifton Club son, en mi opinión, un acierto.
Afortunadamente la casa no recurre a ningún modelo histórico oscuro, o vintage u otras herramientas de marketing habituales en la relojería. Simplemente lanza un reloj con aire deportivo pero que permite utilizarlo en el día a día, bien construido y muy atractivo.
Baume & Mercier ha creado una caja de 42 mm de diámetro pero de tan solo 10,3 mm de altura. Esto, junto con las asas cortas y curvadas hace que el reloj se adapte perfectamente también en muñecas pequeñas. La caja es hermética hasta 100 metros, lo que encaja con la idea de reloj para todo uso.
El Clifton Club tiene un bisel unidireccional de 120 clics, 2 por segundo, para hacerlo muy preciso. Esto es algo que encontraríamos en un reloj de buceo, pero en sí el reloj no es un es un reloj de inmersión. Sin embargo, como la profundidad máxima a la que se baja cuando se hace buceo recreacional suele ser de 40 metros, el reloj cumple perfectamente. Y eso como máximo, porque casi ningún buceador turístico baja más allá de los 20 metros.
Hay que decir que precisamente por la escasa altura de la caja el bisel es muy delgado, de manera que girarlo no es sencillo porque tienes que afinar mucho con los dedos. Pero como digo, no es algo que se vaya a usar habitualmente. Sea como fuere, hay un par de cosas que agradecer a Baume & Mercier: podría haberse limitado a una hermeticidad de 50 metros, pero ha querido que sea de 100 (que por cierto es el primer requisito para un reloj de buceo). También se podría haber ahorrado el tratamiento fotoluminiscente del segundero, y sin embaro lo ha añadido también. Se nota que la casa ha querido lanzar un oferta muy potente con estos relojes.
Las cajas son de acero y mezclan superficies pulidas con satinadas para darle una presencia más refinada. Hay también una versión con recubrimiento en ADLC que le dota de una resistencia mucho mayor al uso diario. En realidad el ADLC es una versión del DLC desarrollado específicamente para los artículos de lujo, entre ellos los relojes. DLC significa Diamond Like Carbon (o sea, carbono duro como el diamante). La A viene de Amorfo, por la disposición de las fibras que le dan ese extra de dureza y resistencia.
Hay un elemento que es común a todos los Clifton Club: el color naranja, que aparece siempre en la esfera, en el bisel y en algunos casos también en las correas. La esfera está muy bien pensada. Los minutos se sitúan sobre un bisel elevado y remarcado por una línea naranja para dar profundidad al dial. Esta profundidad se remarca por los índices aplicados, entre los que resalta el de las 12, que es en realidad la letra griega Phi, que simboliza el equilibrio y es el logotipo de la casa. Por último en el centro de la esfera hay un rebaje pensado para aumentar la sensación de tridimensionalidad, y que limita la longitud de la manecilla de las horas. Y por encima de todo sobrevuela la manecilla de los segundos, siempre en naranja.
Tanto las manecillas (incluida la de los segundos) como los índices están recubiertos de SuperLuminova, en cantidad suficiente como para que la lectura en la oscuridad sea intachable.
El Clifton Club se mueve gracias a un movimiento Sellita SW 200, con una frecuencia de 4 hercios y una escasa reserva de marcha de 38 horas, cambio rápido de fecha y parada de segundero. Es un movimiento más que probado, que funcionará perfectamente durante años. El calibre está tapado por un fondo con el escudo de la colección.
Hay que añadir que hay una versión del Clifton Club con esfera azul, pero desafortunadamente no estaba disponible para el artículo. Como ya he dicho el reloj es muy satisfactorio en la muñeca, bien equilibrado y atractivo, para el que lo posee y para el que lo ve. Los precios son igualmente atractivos, ya que comienzan en 1.950 euros la versión más barata, con correa de piel, 2.100 euros para las versiones con brazalete y 2.250 euros para versión con ADLC y correa de caucho.
Baume & Mercier ha apostado fuerte por los Clifton Club, y yo creo que tienen argumentos para tener éxito. Es verdad que se mueven en un segmento donde hay muchos pesos pesados y en los que los precios son cada vez más agresivos, pero creo con la promoción adecuada (recordemos aquí la acertada unión con el medallista olímpico Saúl Craviotto) el producto calará. Y se lo merece. Más información en Baume&Mercier.es.