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En la muñeca: Bell & Ross BR-X2 Tourbillon Micro-Rotor

Un reloj ligero y complicado a la vez. Da gusto mirarlo

Acaba de llegar a las tiendas el nuevo Bell & Ross BR-X2 Tourbillon Micro-Rotor, seguramente el reloj más elegante de la casa parisina y que ahora repasamos con fotos en vivo y precio.

Este año que ahora acaba ha sido muy prolífico para Bell & Ross. En el micrositio que tenemos para la marca se pueden encontrar 7 lanzamientos, y no son todos los que ha habido. Esto no desentona con el ritmo productivo habitual de la casa, pero es que este año ha habido muchas novedades sustanciales. Desde la colaboración con el equipo de Renault F1 al lanzamiento de la tercera generación de los BR Vintage,  una de sus colecciones más exitosas. En la feria de Baselworld 2017 el Bell & Ross BR-X2 Tourbillon Micro-Rotor pasó casi de puntillas. Y no porque sea un reloj menor -es justo lo contrario- sino porque sólo había una unidad y estaba, la mayor parte del tiempo, en la muñeca de Carlos Rosillo.

Y abro aquí un inciso para decir que si hubiera que buscar en la industria relojera occidental un representante de lo que significa la alegría de crear, el orgullo del trabajo bien hecho y las ganas de comunicar desde el auténtico convencimiento y no simplemente como rutina del marketing de Ventas, esa persona sería Don Carlos Rosillo.

Carlos Rosillo y uno de los puros con su escudo de armas

El último día de Baselworld me lo encontré frente a la entrada de uno de los pabellones a eso de las 12 de la mañana en un día de luz brillante y cielos azules. Allí estaba él, de pie, disfrutando de los cálidos rayos del sol, con su sempiterno puro en la mano. Me acerqué para decirle hola y para felicitarle por lo que yo pensaba que había sido una gran feria para Bell & Ross. Siendo el último día, con el cansancio que llevamos todos encima, era perfectamente admisible que su respuesta hubiera sido de circunstancias. No se lo habría reprochado en absoluto porque al fin y al cabo le estaba interrumpiendo en su momento de solaz. Pero es que entonces no hubiera sido Carlos Rosillo. Lo que me llegó como respuesta fue una cascada de alegría de quien está satisfecho y feliz de la labor realizada, y el pundonor del que concibe su pasión como una escalera que no acaba nunca y en la que todos los peldaños son valiosos. Y todo sin el falso compadreo que a veces te trasmiten determinadas personas del mundo de las ventas; de él siempre tienes un respeto afable. Qué puedo decir, a mí es que hablar con el Sr. Rosillo me pone de buen humor.

Dicho lo cual, volvamos a este Bell & Ross BR-X2 Tourbillon Micro-Rotor que, una vez que lo ves con tiempo, resulta absolutamente cautivador. Más aún, es un perfecto reloj de vestir, lo cual es muy difícil de afirmar cuando estamos hablando de las formas cuadradas tan de la casa. Ya sé que «cuadrado y vestir» no se dan la mano, pero es que cuando tienes puesto este reloj te das cuenta de su elegancia.

Los modelos BR-X son los que B&R destina a la experimentación (por ejemplo, éste), y eso es lo que ha hecho con el  Bell & Ross BR-X2 Tourbillon Micro-Rotor. El concepto del reloj responde a la idea de integrar esfera y movimiento en una sola pieza, de manera que el movimiento es la esfera, o al contrario. Y queda encapsulado entre dos paredes de zafiro, lo que le da toda una luminosidad excepcional, destacando así la gama de grises de ambas caras. Las dos láminas de cristal están unidas por una pieza de acero satinado fabricado en una sola pieza. Es como una caja monobloque, pero ligera y delicada.

Y además el movimiento no es cualquier faena de aliño. Bell & Ross se ha sentado con MHC (que significa Manufacture Hautes Complications) y ha concebido un calibre con tourbillon y microrrotor a la espalda. Es una gozada de ver, por delante y por detrás. La ventana del tourbillon es premeditadamente más grande de lo habitual para dejar bien a la vista la complicación y poder disfrutarla como se merece. Aprovechando que es un tourbillon de un minuto, la letra latina et (&), que es de facto el símbolo de la casa, ejerce de manecilla del segundero.

A pesar de que esfera y movimiento es todo uno, el diseño está tan logrado que el frontal da sensación de profundidad, y no sólo en la ventana del tourbillon. Se han practicado unas incisiones para dejar a la vista algunos engranajes, y sobre todo se han situado los índices sobre una banda satinada que los permite sobrevolar por encima de la platina base. Las manecillas son de Gerald Genta, lo que añade vivacidad al conjunto. A decir verdad no sé si ese tipo de manecilla existía ya antes del Royal Oak, pero desde luego toman carta de naturaleza a partir de entonces como manecilla deportiva y a la vez elegante. Y, como es habitual, B&R no se ha olvidado de dotar al Ross BR-X2 Tourbillon Micro-Rotor con abundante material luminiscente.

La caja es de 42,5 mm de lado. Como siempre digo, al ser una caja cuadrada el tamaño siempre parece mayor que si fuera un diámetro de circunferencia, pero en este caso la doble cubierta de zafiro hace que el reloj se inunde de luz y, como es de superficies grises, la máquina no se ve grande en la muñeca.

Es, en resumen, un gran reloj, perfecto en su concepción y en su construcción. Y una evidencia de que la gama BR-X no necesita ser ultramoderna para ser impactante, porque algo tan sencillo -por así decir- como lo que vemos en este Bell & Ross BR-X2 Tourbillon Micro-Rotor deja una sensación mucho más profunda que otros hermanos de colección; por lo menos a mí.

El reloj está disponible, además de los puntos de venta habituales de la casa, en su tienda online, en la que aseguran una entrega para el 24 de diciembre si se hace el pedido antes del 19. Eso sí, pagando un precio de 59.000 euros y llegando a tiempo, porque es una edición limitada a 99 unidades que seguro que no durará mucho, porque se lo merece. Más información en Bell&Ross.es.