Nuevos Rado HyperChrome Automatic Chronograph: modelos y precios
Los Rado HyperChrome Automatic Chronograph son una nueva versión del reloj ya existente, muy bien concebidos e implementados para potenciar su dinamismo.
Los Rado HyperChrome Automatic Chronograph llevan años entre los relojes favoritos de la casa. Hace un tiempo traje uno de los modelos a esta web, y recomiendo verlo para comprender mejor cómo de diferentes son las nuevas versiones. Por lo que se ve en la web van a convivir las dos versiones, por lo menos por ahora. Sin embargo yo no dudaría si tuviera que elegir entre los modelos que vemos aquí y los que ya había.
El tamaño de la caja sigue siendo el mismo, 45 mm, lo que le hace mantener su presencia en la muñeca. La caja está hecha con una mezcla de cerámica de alta tecnología y acero inoxidable, y en un par de modelos los pulsadores y la corona se revisten de PVD dorado. Hay también una versión en que son de bronce, que es esta de aquí:
Con esta versión del Rado HyperChrome Automatic Chronograph en bronce se ha decidido -acertadamente en mi opinión- que lleve una correa de piel aviejada en color marrón. Los demás modelos llevan un brazalete de cerámica, en dos versiones: los dos modelos con esfera negra integran un brazalete de cerámica de alta tecnología, mientras que los otros utilizan la llamada «de plasma» Ceramos.
La cerámica de plasma se somete a una temperatura de 20.000 grados, de manera que la estructura molecular interna se modifica hasta adquirir el tono gris que se ve en el reloj. Esto es en sí un proceso para crear un material. Pero además Rado, en un proceso único, mezcla la cerámica con metal para obtener la ligereza y durabilidad de la cerámica y el lustre del metal. Además el Ceramos se adapta inmediatamente a la temperatura corporal, por lo que es muy agradable de llevar.
Pero donde se han producido cambios notables en la colección Rado HyperChrome Automatic Chronograph es en la esfera, que ahora está decorada con un satinado vertical que le sienta de maravilla. Tiene un claro aire retro pero sin caer en divagaciones innecesarias que distraigan de su voluntad de dinamismo y elegancia. Los dos registros a las 3 y a las 9 horas están decorados con un clásico guilloché circular que rompe la decoración vertical y crea dos texturas, dando así profundidad al conjunto.
Ese aire retro se intensifica en las esferas en las que los indicadores horarios son todos numerales arábigos, mientras que otros modelos los tienen sólo al norte y al sur de la esfera. Y por supuesto todas tienen bajo las doce el ancla móvil clásica de todos los Rados. ¿Se le puede poner alguna pega? Sí, que en alguna de las variantes el fondo de la ventanilla de fecha no es del color de la esfera, así que se hacen notar en exceso. Lo cual, en mi caso, no me quita las ganas de tenerlo.
Por dentro se mueve el ETA 2894-2, que es un cronógrafo creado por ETA como alternativa al 7750 pero que, aunque es modular, mantiene los pulsadores a la misma altura que la manecilla y además tiene rueda de pilares. Y se ve a través del cristal de zafiro posterior.
Los precios de los relojes varían dependiendo de la tecnología usada en el brazalete: los que sólo son de alta tecnología tienen un precio de 4.600 euros, IVA incluido, mientras que los que utilizan Ceramos suben hasta los 4.850 euros con los impuestos incluidos. El precio de la versión de bronce, que además es una edición limitada a 100 unidades, todavía no se conoce. Se sabrá en Baselworld 2018, donde espero poder verlos en vivo. Mientras tanto hay más información en Rado.es.