El Grupo Swatch no irá a Baselworld en 2019
Un terremoto de consecuencias desconocidas
Esto sí que es una noticia muy seria, importante y trascendente para la industria relojera: El Grupo Swatch no acudirá a la feria de Baselworld 2019, lo que puede causar un efecto dominó que podría acabar con la feria más grande de relojería.
Cuando publiqué el vídeo sobre mis impresiones de Baselworld 2018 contaba cómo la feria había ido perdiendo visitantes en los últimos años hasta reducirse a la mitad. De hecho el sostén de Baselworld son Rolex, Patek, el Grupo LVMH, Bulgari y, hasta ahora, el Grupo Swatch. Todos ellos concentrados en el primer hall -que ya se había anunciado que iba a ser el único disponible en Baselworld 2019-.
Dados los altísimos costes que supone acudir a Baselworld comentaba que, si una de estas casas abandonaba la feria, esta lo iba a tener muy crudo y estaría prácticamente abocada a desaparecer. Pues bien, ha ocurrido. En una entrevista con el medio NZZ Am Sontag el Presidente y Director General del Grupo Swatch, Nick Hayek, ha afirmado que «las ferias tradicionales ya no tienen sentido para el Grupo Swatch».
Ya se había rumoreado que Swatch no estaba muy contenta con como iban las cosas en la feria, y de hecho cuando los representantes de los grandes nombres salieron a defender Baselworld 2019, el Grupo Swatch mantuvo un silencio que seguro que puso nervioso a mucha gente. Por otro lado, tras la dimisión de Sylvie Ritter, directora de la feria durante 15 años, al parecer la nueva gerencia comenzó a pergeñar la nueva Baselworld sin consultar con las marcas implicadas, o por lo menos con los grandes actores de ella. Si esto es así es una auténtica descortesía y no es de extañar que haya enfadado a las marcas. De hecho, el comunicado oficial del Grupo Swatch afirma, en términos muy duros:
«MCH Group, organizador de la Feria de Basilea, está más preocupado en optimizar y amortizar su nuevo edificio –el cual está en gran parte financiado por la industria relojera durante sus ferias– que en lograr un progreso y realizar cambios profundos.»
A ello hay que unirle que lo que dice Nick Hayek tiene una base cierta: las formas de la industria están cambiando, y seguramente hay métodos más baratos para hacer llegar el mensaje: a la prensa basta con reunirla localmente y darle toda la información a la vez en un día. A los grandes clientes (sean tiendas o coleccionistas) resulta más barato -y mucho más deferente hacia ellos- atenderlos personalmente en la sede de Swatch o en cualquier otro lado. O, directamente, empezar a hacer acontecimientos únicos como hace Apple, Microsoft o Google. Algo que, además, les haría destacar aún más. Y seguro que su fuerte crecimiento es independiente de estar o no en Baselworld.
¿Y QUÉ PASA SI DESAPARECE BASELWORLD?
Es una posibilidad, porque se estima que la aportación del Grupo Swatch es de unos 50 millones de euros. El MCH Group, organizador de la feria, ya estaba en números rojos, así que esto supone un enorme castigo a sus maltrechas cuentas que veremos si y cómo puede tapar.
Que desapareciera Baselworld también tendría consecuencias negativas: las marcas medianas o pequeñas perderían la oportunidad de llegar a una audiencia global, que es lo que les asegura Baselworld. Ellos solos no pueden hacer lo que sí puede hacer el Grupo Swatch. Esto afectaría sin duda a su importancia y relevancia como marca, un espacio que sería rápidamente colonizado por los grandes grupos. Estoy convencido que, con el tiempo, llevaría a la desaparición de muchas marcas, y eso no sería nada bueno para la industria ni para los aficionados.
Por otro lado es posible que Rolex, Patek y LVMH (Hublot, TAG y Zenith) tengan el suficiente tirón como para sostener la feria (en el sentido de que sigan yendo periodistas, aficionados y compradores), pero desde luego serían condiciones muy distintas.
En fin, veremos cómo se desarrolla la trama. ¡No hay día sin aventura!