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La exportación de relojes suizos confirmó en julio la tendencia a la consolidación que se venía viendo desde primeros de año, tras un 2017 también de bonanza. Con un crecimiento del 6,6% con respecto a julio de 2017, las exportaciones totales alcanzaron un valor de 1.800 millones de francos suizos. Los resultados acumulados fueron de un +10%

Los relojes bimetálicos alcanzaron su mayor aumento en términos de valor y de número de piezas (+66,5%). Las piezas de acero también contribuyeron al crecimiento global (+16,9%), mientras que la categoría de Otros Materiales cayó notablemente (-15,5%), unas caídas que se han ido repitiendo a lo largo de todo lo que va de año.

Llama la atención en esta sección de las exportaciones de relojes suizos la caída de los otros metales (fundamentalmente titanio, carbono y cerámica), en tanto en cuanto la industria está continuamente buscando nuevos materiales con los que seducir a los clientes. Pero se ve que estos son fundamentalmente conservadores y les gusta lo clásico. O no están dispuestos a pagar el sobreprecio que conllevan los materiales distintos al acero.

Los relojes de menos de 200 francos (precio de exportación) tuvieron un fuerte crecimiento, gracias a los relojes de metal o bimetal. Otros materiales cayeron (léase el plástico, principalmente). Los relojes entre 200 y 500 francos cayeron por segundo mes consecutivo. No se dice, pero aquí es donde los smartwatch (y sobre todo el Apple Watch) están arrasando el mercado del cuarzo tradicional.

El crecimiento global se ha visto favorecido por los grandes crecimientos de los relojes de más de 500 francos y sobre todo de los de más de 3.000 francos suizos.

La estadística del mes por países confirma el papel preponderante de Asia en las exportaciones de relojes suizos, pero es mucho más interesante ver la estadística proporcionada por la Federación de la Industria Relojera Suiza sobre el tramo enero/julio comparado con el año pasado y el anterior:

Con estos datos las cosas cambian, para bien y para mal: Estados Unidos vuelve por fin al crecimiento, con una subida del 7,6%. Sin embargo el Reino Unido, que el año pasado hizo su agosto con el cambio de divisas, cayó un 8,3%. Esto es debido a que el efecto duda que trae consigo el Brexit empieza a hacer mella. China sigue creciendo fuertemente (además del ya mencionado HongKong), y lo mismo hace Japón después de una cierta languidez anterior. Europa en su conjunto sólo crece un modesto 1,9%. Sin embargo el crecimiento global es del 10%, lo que es una muy buena noticia.

España, sin embargo, lo está pasando mal: un 12% menos que el año pasado, que fue un buen año, y un 11% menos que 2016, que fue un año malo. La verdad es que es un dato muy preocupante, una vez más. Veremos a ver cómo evoluciona en el segundo semestre. Más información en FHS.swiss.