Hacía tiempo que no veía cosas nuevas del Aquaracer, y desde luego los TAG Heuer Carbon Aquaracer Calibre 5 sacian esa necesidad. En Baselworld 2018 vimos uno de los relojes del año, nada menos que un Monaco modificado por Bamford. Si no recuerdo mal fue el primer reloj de Baselworld que traje a la web con fotos en vivo, porque me gustó mucho. Pues bien, ese reloj dejó una impronta en TAG Heuerpor el buen recibimiento que tuvo, y casi con toda seguridad fue la luz verde para -o la chispa que prendió la idea de- la creación de estos tres Aquaracer.

Aclaremos que los TAG Heuer Carbon Aquaracer Calibre 5 NO están personalizados por Bamford, pero el espíritu está ahí sin duda. Es decir, son una buena manera de hacerse con un reloj à la Bamford pero mucho más barato.

Y, para quien no sepa quién es Bamford y lo que quiere es un buen reloj para toda la vida -que es la idea que siempre transmite TAG-, estos Aquaracer son una vista muy refrescante y atractiva en un mercado saturado de modelos.  

La caja de los TAG Heuer Carbon Aquaracer Calibre 5 tiene 41 mm de diámetro y 12 mm de altura, lo que le amplia el espectro de muñecas susceptibles de recibirlos porque no es excesivamente grande.

Está realizada en titanio grado 5 con un recubrimiento de PVD negro, que hace perder al titanio su color entre grisáceo y levemente beis pero que sin embargo le dota de una protección contra el rayado que le viene perfecto, dado que el titanio es proclive a quedar marcado. Y mientras tanto, el reloj conserva su ligereza.

El bisel está realizado en carbono y le da al reloj un toque muy distinto, muy técnico y urbano a la vez. Pero sin renunciar a sus orígenes, ya que el bisel es unidireccional y la hermeticidad está garantizada hasta 300 metros (que hace que el fondo sea cerrado).

Además, como durante la fabricación las fibras de carbono se compactan cada vez de una manera distinta el aspecto de cada una de las piezas es distinto, por lo que se puede afirmar que, aunque es el mismo reloj, cada reloj es único.

El aspecto de carbono se ha prolongado a la esfera, pero desafortunadamente NO es carbono, sino una impresión sobre la base. Esto puede parecer decepcionante, pero está hecho para economizar. De otra manera el precio se dispararía.

Y es en la esfera donde se distinguen los tres relojes: la manecilla del segundero y los puntos sobre los múltiplos de 5 amarillos, azules o chapados en oro rosa. En esta última y en la amarilla los textos también tienen el mismo color.

El amarillo es el más vibrante de los tres, mientras que el azul es más tranquilo. En ambos casos se ha acompañado la correa con el pespunte del mismo color. La versión de oro rosa es la más sobria, por la esfera en sí y porque el pespunte de la correa es negro. Las tres llevan una lente de aumento para leer mejor la fecha.

A pesar de que en las fotos la hora se lee relativamente bien, hay que significar que el haber elegido el color gris para los índices, el borde de los índices y el color de la Super-LumiNova con que están impregnados, la lectura no es ni con mucho todo lo fácil que debería ser. De hecho en cuanto que falta algo de luz resulta una tarea nada inmediata. Ni siquiera en la versión de oro rosa, donde hay un poco más de contraste, la tarea resulta sencilla.

Hay  una diferencia más que no sé a qué se debe: en la versión amarilla y en la de oro rosa todos los minutos están señalados en el color de las manecilla (amarillo y cobrizo), mientras que en el azul es sólo en los múltiplos de 5. Además el logotipo y las inscripciones están en gris, en vez de en el color del acento como en los otros dos. No alcanzo a entender por qué es así, la verdad.

Donde sí son los tres iguales es en el impecable tratamiento luminiscente, que se ha aplicado tanto a las manecillas como a los índices, además de a la punta del segundero y a la inserción sobre el triángulo del bisel.

El TAG Heuer Carbon Aquaracer Calibre 5 se mueve gracias a un Sellita SW200 cuya cronometría TAG regula antes de ponerlo en el mercado. Según leo por todos partes, los Aquaracer están en registros de cronómetro. El movimiento no se ve porque el fondo es ciego, como he dicho antes, y lleva un grabado de una escafandra de buzo.

Los tres relojes llevan una correa de nylon con pespuntes del color del acento, excepto el de oro rosa en el que los pespuntes son negros. Por dentro lleva un revestimiento de piel para que no resulte incómodo. El cierre es plegable, con pulsadores y también revestido de PVD negro.

Digamos por último que los TAG Heuer Carbon Aquaracer Calibre 5 tienen un precio de 3.650 euros (3.700 euros en la versión de oro rosa), lo que somete al reloj a una tensión notable porque se mete en un mercado lleno de competidores que ofrecen productos muy buenos. Como es una edición limitada a 750 unidades por color TAG no va a tener problemas en venderlos, pero es casi el doble de lo que suele costar un Aquaracer. Entiendo que TAG debe andar con cuidado para no sobrepasar los límites que ella misma a impuesto a esta familia de buceadores, máxime cuando no lleva un calibre de manufactura.

Los relojes ya están disponibles en la web del fabricante y en las boutiques. Más información en TAGHeuer.es.