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Nuevos TAG Heuer Autavia Isograph: 20 fotos en vivo y precios

TAG Heuer Autavia Isograph

En las anteriores ediciones de Baselworld estábamos acostumbrados a ver un montón de nuevas referencias de TAG Heuer. No ha sido así este año, en el que la marca se ha concentrado en dos productos: una versión del reloj conectado dirigido a los que juegan al golf y una nueva línea de producto con un nombre ya conocido: el TAG Heuer Autavia. Eso no quiere decir que no vaya a haber más lanzamientos. Hace poco hemos visto el primero de los relojes que celebran el 50 aniversario del Monaco y, aunque es verdad que la nueva dirección se está replanteando la estrategia, es seguro que la marca va a seguir proponiendo más novedades a lo largo del año.

Evolución del Autavia

El TAG Heuer Autavia es una evolución de una de las dos ramas de las que proviene su nombre. Tal como mencionaba en el artículo sobre la historia de TAG Heuer, en 1933 Heuer lanzó un reloj de salpicadero que valía tanto para el automóvil como para los tableros de mando de los aviones. El nombre responde a la unión de Automobile y Aviation. A partir de ese momento el Autavia fue evolucionando, pasando a convertirse en un reloj de pulsera que tuvo su gran impulso en 1962, cuando Jack Heuer lanzó lo que sería la base de su configuración actual: un cronógrafo con tres subesferas. Otro empujón vino en 1969 con la incorporación del nuevo calibre cronógrafo automático.

Desde ese momento el reloj despegó de verdad, con innumerables versiones. Pero ciertamente estuvo unido al mundo del automóvil y de las carreras, que era donde Heuer ponía mayor énfasis. Hubo tantas que en 2017 se relanzó, tras una excelente campaña de marketing en la que la marca dio a elegir a la audiencia qué modelo quería que se reeditase. La campaña se puede ver aquí junto con todos los modelos históricos que entraron en liza. Al final el modelo ganador fue el Autavia Referencia 2446 Mark 3, The “Rindt” Autavia, al que la casa cambió para hacerlo más comercial.

EL NUEVO TAG HEUER AUTAVIA

El nuevo TAG Heuer Autavia rinde claro homenaje a su vertiente de aviador, con una aire decididamente vintage y, por primera vez, sin cronógrafo, sólo con tres agujas y fecha.

La caja tiene 42 mm de diámetro y unas asas biseladas no excesivamente largas -y curvadas- para hacerlas lo más amigable posible con todos los tamaños de muñeca. Se han elegido dos materiales: acero y bronce, que ya de entrada tiene un color apagado muy atractivo. La corona, de doble estriado, es grande -muy del estilo de un reloj de aviador- y lleva grabado el logotipo de la casa.

Encima de la caja se ha colocado un bisel bidireccional realizado en cerámica pulida, aunque también hay una versión de acero. Se ha incluido un triángulo para marcar las 12 horas, que desafortunadamente no tiene material luminiscente.

Versión con bisel de cerámica

Versión con bisel de acero

El TAG Heuer Autavia se ha lanzado con varias combinaciones de colores en la esfera, de manera que apele a los gustos de mucha más gente. Y la verdad es que están muy logradas; no sólo por los colores, sino por cómo se han ejecutado. Dan una sensación de calidad muy superior a la de los otros relojes de tres agujas, los AquaRacer. Como el reloj tiene inspiración clásica, la esfera tiene una textura graneada muy lograda, que se combina con un color en degradado: más oscuro en el borde exterior y más claro en el centro. No es un efecto dramático para no hacer una esfera casi bicolor, pero sí lo suficiente para notarse y realzar la textura. El dial se ha creado escalonado, por lo que la sensación de profundidad es mayor.

Además la elección de colores (azul, marrón, gris y verde -éste sólo con la caja de bronce) es muy acertada. Sobre la esfera se sitúan unos grandes numerales impregnados de Super-LumiNova, lo mismo que las poderosas manecillas horarias. La de las horas se le ha dado una forma distinta para distinguirla mejor de la de los minutos, especialmente cuando se depende del material luminiscente para poder descifrar la hora.

La manecilla del segundero está terminada en punta de flecha, una forma habitual en las trotadoras de cronógrafo, usada para subrayar la idea de precisión. Los numerales están remarcados por unos índices aplicados cortos con un aire muy setenteros y que además también tienen tratamiento lumínico.  Y ese tratamiento también se ha dado en la minutería de ferrocarril que ocupa el borde exterior de la esfera. En conjunto, la legibilidad del reloj es absolutamente intachable, tanto de día como de noche.

UN ESPIRAL A LA ÚLTIMA EN UN CALIBRE MUY CONOCIDO

Hace unos meses TAG Heuer anunció la incorporación de un nuevo espiral en el TAG Heuer Carrera 02 Tourbillon, que ha desarrollado el equipo de investigación y desarrollo del Grupo LVMH y a cuya cabeza está Guy Sémon. Él es el responsable, por ejemplo, del impresionante volante del Zenith Defy Lab. Este espiral Nanograph se produce en exclusiva por y para TAG en La Chaux-de-Fonds. Es un espiral plano que prescinde del silicio, ya que está creado a partir de un compuesto de carbono.

El espiral tiene varias ventajas importantes:

  1. Es un espiral ligero y de baja densidad al que virtualmente no le afecta la gravedad ni los golpes. Se probó en laboratorio una caída de un metro a 5G y fue el único que sobrevivió: los espirales de metal se doblaron y los de silicio se rompieron. El nanograph se mantuvo intacto.
  2. La geometría del compuesto de carbono permite unas oscilaciones perfectamente concéntricas, lo que mejora la precisión.
  3. El espiral se produce con la virola ya anclada. La virola es un pequeño cilindro hendido, ajustado libremente en el eje del volante. Tiene un agujero lateral para alojar el extremo interior del espiral, que se sujeta con un pasador. Normalmente la virola requiere un ensamblado complicado que puede derivar en imprecisiones.
  4. El compuesto es antimagnético.
  5. Gracias a ir sujeto a un volante de aleación de titanio, la elasticidad y resistencia a los cambios de temperatura es óptima.

El espiral Nanograph se ha integrado en el famoso Calibre 5, que es el nombre que TAG Heuer da al archiconocido Sellita SW200, pero con certificación de cronómetro. El movimiento oscila a 4 hercios, pero como es antiguo sólo tiene una reserva de marcha de 38 horas, claramente insuficiente hoy en día.

Se entiende el uso en el Sellita para abaratar los precios, pero no deja de sorprender el aplicar una tecnología tan avanzada para después ponerla en un calibre tan antiguo. Yo no defiendo que todos los relojes tengan que ser de manufactura; más bien al contrario: esta locura por tener calibres propios ha supuesto una carrera de aumentos de precios en los relojes que casi saca a la industria del mercado (y en muchos casos, sin casi).

Pero también es cierto que hoy en día se espera más de un reloj que vale más de 3.000 euros. A lo mejor TAG y Zenith podrían compartir tecnología: integrar el Nanograph en el Elite 679 (aquí en vivo), por ejemplo. Y si no, simplemente con dotar al Sellita de una mayor reserva de marcha sería suficiente. Por cierto que el calibre no se ve porque está tapado por una cubierta de acero con un atractivo grabado de un propulsor de hélice.

EN LA MUÑECA

La idea del TAG Heuer Autavia es la de ser un reloj para todos los días cómodo, atractivo y polivalente. Y eso es exactamente lo que es. Estéticamente no es innovador en nada (ni lo busca), pero no cabe duda que resulta muy agradable de llevar, tanto físicamente como a la vista. De hecho es muy fácil que te seduzca porque tiene marcadas todas las casillas adecuadas para hacerlo.

El reloj está disponible con correas de piel de diversos colores (con los pespuntes vistos), con correas nato (que se entrega junto con el brazalete) y con un brazalete sólido y bien diseñado.

Además TAG no ha descuidado un aspecto que tiene mucha importancia hoy en día: la personalización del reloj, el deseo de todos de tener un reloj único. Eso ha llevado a un negocio sustancial, el de la venta de correas y brazaletes, que hasta hace no mucho las marcas no tenían en cuenta y que ha dado a ganar mucho dinero a otros. En este caso el TAG Heuer Autavia  Isograph integra un gatillo rápido para soltar la correa -o el brazalete- y poder sustituirlo sin problema. Sin duda ayudará a hacer más atractivo aún el modelo.

Los precios del reloj oscilan entre los 3.150 euros de la versión más barata (bisel de acero y correa de piel) a los 3.600 euros de la versión con bisel de cerámica y brazalete de acero (además de la NATO, como ya he dicho). La versión de bronce y correa tiene un precio de 3.900 eurosSon sin duda unos precios difíciles de defender ante tanta competencia, especialmente cuando estamos acostumbrados a un precio de entrada de TAG muy inferior (el de los Aquaracer).

Pero la sensación de calidad, de cuidado en los acabados del Isograph es mucho mayor que los de veterano compañero de piso. Veremos a ver qué tal se desarrolla la vida comercial del TAG Heuer Autavia, que se merece ser larga y fecunda. Más información en TAGHeuer.es.

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