Ahora sí que ya no falta nadie. Hoy se presenta oficialmente el A. Lange & Söhne Odysseus, que es la apuesta de la manufactura para hacerse un hueco en el cada vez más poblado mercado de los relojes de lujo con aires deportivos y, sobre todo, en acero. El Odysseus cumple esas condiciones estándar, incluida la esfera azul, pero con un estilo muy Lange.

Esto es sin duda un paso arriesgado para Lange (tienes aquí todos los artículos sobre la marca) porque se mete en un nicho de mercado que no sólo está muy bien surtido; es que lo comandan pesos pesados como Audemars Piguet y su Royal Oak y Patek Philippe con el Nautilus (es verdad que también está Rolex como objeto de deseo, pero por otros motivos; para mí no entra en esta categoría). El A. Lange & Söhne Odysseus no es uno de esos relojes de los que se venden pocas unidades. No es, por ejemplo, este Richard Lange Jumping Seconds que vimos en vivo. Es un producto para vender en cantidades sustanciales (dentro de su precio), así que el riesgo es alto porque por primera vez la casa se mete en un segmento en el que hay dos productos y luego todos los demás.

No sólo eso: Lange se está bajando del oro, por así decir, para dar cabida al mundano acero, así que si no tiene éxito con el reloj muchos le van a señalar con el dedo y van a comentar a sus espaldas, porque nada nos gusta más que criticar a los campeones. Entiendo que haya nervios en la casa a la espera de las reacciones del mercado.

AIRE DE FAMILIA

Todos los relojes de este tipo mantienen las mismas características: caja con brazalete integrado, ambas construidas en acero, calibre automático y esfera azul (por lo menos en el lanzamiento). Esto también se cumple en el A. Lange & Söhne Odysseus, pero en vez de crear una caja muy distinta Lange ha optado por mantener la circunferencia clásica de todos sus relojes, con el bisel clásico de la casa. La caja tiene un diámetro de 40,5 mm y 11,1 mm de altura. Sólo ha añadido un pequeño refuerzo en el lado izquierdo de la caja, y otro mucho más prominente en el lado derecho, donde se sitúa la corona roscada.

No entiendo muy bien la función de ese voladizo, porque en realidad no protege la corona. Quizá sea para dar un aspecto menos serio a la caja, pero parece recordar el del Nautilus. De lo que no cabe duda es de que, en cuanto a acabados de la caja, estamos ante un Lange: sus superficies están decoradas con un acabado satinado en los contornos, mientras que los bordes están biselados y pulidos. Esta combinación se repite en las asas y los eslabones del brazalete de acero inoxidable. Los pulsadores de corrección de fecha y día se encuentran a las dos y a las cuatro. Están adecuadamente sellados porquel el reloj es hermético hasta 120 metros.

ESFERA LLENA DE DETALLES

Otra de las razones por las que el A. Lange & Söhne Odysseus tiene un aire familiar es porque se ha vuelto a usar las manecillas Alfa que usa en todos sus modelos. En este caso la punta es más redondeada para darles un aire menos serio, y además están rellenas de Super-LumiNova. No es que sea un material extraño en Lange, pero sólo lo usa de modo excepcional: por ejemplo en el Grand Lange 1 Moon Phase Lumen. También aparece el material luminiscente en los índices, que son aplicados -por supuesto- y de estructura compleja, denotando así la calidad de todo lo que hace Lange, que no sabe quedarse a medias tintas.

Los índices se sitúan sobre un flanco elevado y decorado con un guilloché horizontal (llamado azurage) que da profundidad a la esfera, y que se repite en la subesfera del pequeño segundero. La base circular de la esfera está graneada. La esfera no es de oro, como suele ser habitual en Lange, sino de latón como los relojes digamos «normales». De otra manera el precio se dispararía. La manecilla de los segundos también mantiene la forma tradicional en Lange, tomada de los cronómetros marinos.

A la derecha aparece la gran fecha tradicional de Lange, que se ve compensada a la izquierda con otra gran ventana para el día de la semana. Como esta ventana no está dividida en dos da sensación de ser más grande. Los números y las letras cubren toda la ventana, lo que los hace particularmente legibles (incluso para los que sufrimos de presbicia).

UN CALIBRE NUEVO

Para el A. Lange & Söhne Odysseus se ha desarrollado el nuevo calibre manufactura L155.1 Datomatic. El nombre Datomatic, visible en el rotor, representa el mecanismo de fecha combinado con la carga automática. Con un diámetro de 32,9 milímetros, el movimiento, visible a través del fondo de la caja de cristal de zafiro, llena completamente la caja. Cuenta con un rotor central de carga unidireccional con una masa oscilante de platino. Gracias al esqueletado del rotor se puede observar más detalladamente el magnífico acabado a mano.

El caibre ofrece una reserva de marcha máxima de 50 horas y funciona a una frecuencia de 28.800 alternancias por hora (4 hercios). La norma en Lange hasta ahora eran las 21.600 alternancias/hora, pero siendo éste un reloj pensado para un uso más deportivo, la mayor frecuencia asegura una mayor precisión. El volante de nuevo diseño está regulado por cuatro tornillos encastrados que están al ras con el exterior del volante. Este diseño reduce las perturbaciones a pesar de la mayor frecuencia. La resistencia al aire minimizada – junto con el volante y el espiral implementados en la manufactura- tiene un impacto positivo en la precisión de la velocidad de movimiento y la eficiencia energética.

Todas las partes del marco del calibre L155.1 DATOMATIC están realizadas en alpaca. Además, los elementos del rotor son de rodio negro. De acuerdo con la filosofía de A. Lange & Söhne, todo el movimiento está realizado a mano y ensamblado dos veces. Otro sello distintivo típico de Lange es el chatón dorado atornillado, que asegura el rubí del cojinete superior del eje de la rueda de escape. También marca la posición del escape y coloca un acento tradicional, justo allí donde late el corazón del reloj.

BRAZALETE NUEVO

La longitud del brazalete de acero inoxidable se puede ajustar en pequeños pasos de hasta 7 milímetros gracias a un cierre desplegable de seguridad. Al presionar el pulsador en relieve con la firma Lange, el brazalete se puede extraer o empujar para ajustar la longitud deseada. No precisa abrir el cierre. Si es necesario, el brazalete también se puede ampliar añadiendo más eslabones.

Como el reloj sigue la norma de estos relojes inspirados en los 70, el brazalete está integrado y, como la caja es muy redonda, resulta un brazalete muy ancho en la parte superior, que da un aspecto me atrevería decir algo tosco al reloj y que desmerece el trabajo de la esfera. Creo que la construcción del brazalete va a ser el punto más polémico del reloj.

PRECIO Y DISPONIBILIDAD

El A. Lange & Söhne Odysseus tiene un precio de 30.500 euros en Alemania, donde el IVA es del 19%. Por tanto el precio final puede variar dependiendo del país de venta. Todavía no se sabe la disponibilidad, pero si Lange juega sus cartas bien y no hace esperar eternamente a los clientes (como sí pasa con el Nautilus y el Royal Oak), podría ser un bombazo que se quedara con una parte notable del pastel, porque quién no quiere tener un Lange, y quién podría decirle nada a nadie que lo llevara, en vez de llevar uno de los sospechosos habituales.

Hay que felicitar a Lange por el atrevimiento de salirse de su vereda tradicional y aventurarse por nuevos caminos (que de paso le hagan mejorar la cuenta de resultados anual). Veremos cómo responde el mercado. Más información en A.Lange&Söhne.com.