Grand Seiko lanza un calibre con tourbillon y fuerza constante
La incursión a lo grande de Grand Seiko en la altísima relojería
Esto ya son palabras mayores. Cuando oímos hablar de tourbillon, de fuerza constante y de la combinación de ambas automáticamente nos ponemos a pensar en muy alta relojería. Hablamos, por ejemplo, de este Lange que vimos en vivo; de un Ferdinand Berthoud como éste que también fotografié. O este F. P. Journe. Pocas marcas que no estén en lo más alto pueden hacer algo así. Cierto es que IWC, por ejemplo, lanza un modelo cada año (más o menos), que son siempre el mismo modelo con diferentes trajes, pero no es lo habitual. Es un terreno tan exclusivo -por la exigencia técnica y por el precio resultante- que muy pocos se atreven a afrontar.
Y desde luego nunca pensaríamos que algo así iba a venir de Grand Seiko, una marca que, aunque emplea abundante mano de obra artesana en sus relojes, no deja de ser un fabricante industrial, en el rango de Rolex y Omega. De ahí que este Grand Seiko T0 sea tan sorprendente. No es que el tourbillon sea un extraño para Seiko:
Éste es el Seiko Credor Fugaku Tourbillon, presentado por la casa en Baselworld 2016. Fue su primer -y, hasta ahora, único- calibre tourbillon, un movimiento ultradelgado de menos de 4 mm de altura. Un esfuerzo técnico considerable, echado a perder -en mi opinión- por una decoración que parecía proceder de una pesadilla del pianista Liberace tras consumir LSD. El reloj quedó como ejemplo de que Seiko «podía si quería».
Este año Grand Seiko ya ha lanzado dos calibres nuevos: un nuevo Spring Drive y un nuevo calibre de alta frecuencia, el 9SA5. Es éste, con su escape de doble impulso y sus -3/+5 segundos diarios, el que ha servido de base para la creación del Grand Seiko T0.
El objetivo del tourbillon es contrarrestar el efecto de la gravedad sobre el órgano regulador. Inventado por Breguet y patentado en 1801, la solución fue encerrar el volante y el escape en una jaula que giraba sobre sí misma, negando así la fuerza aplicada por la gravedad en partes cruciales del movimiento, ya que estas partes están en constante movimiento.
En realidad el tourbillon es innecesario para los relojes de pulsera, porque están en constante movimiento y por tanto cambiando de posición todo el rato; al contrario que el reloj de bolsillo que siempre estaba en la misma posición vertical. Y por supuesto es innecesario para el funcionamiento correcto del reloj. Digamos que los relojes funcionan a pesar del tourbillon. Pero ha quedado como una de las grandes artes relojeras.
Pero hay un problema que sí es real en los relojes, como construcciones mecánicas que son: la variación del par de torsión del muelle real. Como tal muelle, la transmisión de energía es mayor cuando se comienza a desenrollar que cuando va perdiendo la tensión. Esta entrega variable de fuerza al escape tiene un efecto en la amplitud del volante y por lo tanto en su precisión.
Para contrarrestar este problema, los relojeros han inventado los llamados dispositivos de fuerza constante, entre los que se encuentran el de huso y cadena (que se puede ver en vivo aquí) o el remontoire d’égalité.
La RAE no ha admitido «remontuar» ni le da a «remontar» el significado de dar cuerda que sí tiene en francés remontoir. Pero yo creo que en este caso remonte sí que se puede aplicar al concepto del que hablamos.
Un remonte de igualdad es un resorte secundario (una hoja o resorte en espiral) para accionar el escape. Es tensado periódicamente por el resorte principal y aísla el escape y el oscilador del par variable del barrilete. Esta es la solución utilizada por Grand Seiko, sin embargo, no de la forma habitual, como por ejemplo F.P. Journe, con un remontoire colocado entre el escape y el tren de engranajes.
En primer lugar, el nuevo Grand Seiko T0 Tourbillon Fuerza Constante se basa en una arquitectura de doble barrilete, ya utilizada ampliamente por su entrega más estable de par: con la misma reserva de energía, dos resortes más pequeños son menos propensos a un par variable que un resorte grande. Aquí se colocan en paralelo, por lo que el par se duplicará (la idea no es prolongar la reserva de marcha sino potenciar la entrega de energía). Pero la belleza está en la jaula a las 6 en punto. Por primera vez, un movimiento incorpora un mecanismo de fuerza constante y un tourbillon en el mismo eje.
Una cosa que hay que entender es que cuando se coloca un dispositivo de fuerza constante cerca de un muelle real, es más fácil controlar la fuerza de desenrollado del muelle real. Sin embargo, la eficiencia es menor y el par es desigual porque se «aleja» del volante. Por otro lado, cuando se coloca más cerca del volante, es capaz de entregarle de manera más estable la energía. En este caso, el par debe controlarse en una cantidad muy pequeña a medida que se acerca al volante, lo que dificulta mantener la estabilidad.
Takuma Kawauchiya, diseñador de movimientos de Seiko Instruments Inc., ha desarrollado un sistema estable al tiempo que coloca una fuerza constante lo más cerca posible del volante; de hecho lo ha ubicado encima del volante, dentro de la jaula del tourbillon. Por lo general, la caja del tourbillon incorpora un volante y un escape montado en la cuarta rueda, que gira una vez por minuto. En la mayoría de los casos, cuando se agrega un dispositivo de fuerza constante, se coloca fuera de la jaula del tourbillon; generalmente al lado, para brindar un mayor control de la energía entregada.
El Grand Seiko T0 Constant-Force Tourbillon almacena el par de un engranaje dispuesto coaxialmente con la caja del tourbillon, en un muelle de fuerza constante, y la energía de dicho muelle cuando se desenrolla se utiliza para girar la jaula entera, incluida el volante.
También se han realizado otras mejoras, como el tratamiento especial de la rueda central y la tercera con un revestimiento que reduce la fricción y se adaptan al gran par generado por los barriletes paralelos. El tourbillon late a 4 Hz, más rápido que la mayoría de los tourbillon del mercado (a menudo a 3 Hz), para brindar una mayor precisión, además de tener un volante de oscilación libre. Eso significa que el mecanismo equilibra la ganancia y pérdida de tiempo por inercia del volante, sin cambiar la longitud del espiral.
Una prueba de medición con un prototipo descubrió que el impacto de la gravedad se redujo a una décima parte o menos gracias al tourbillon, y se mantuvo una alta precisión durante 50 horas de las 72 horas gracias a la fuerza constante, con una desviación diaria de +0,5 segundos. La frecuencia de 4 hercios y el volante libre aumentarían significativamente la precisión al usar este calibre en un reloj.
El Grand Seiko T0 Constant-Force Tourbillon también integra una función de parada de segundero. Sin embargo, es difícil agregar una función de parada a un tourbillon cuyo movimiento gira constantemente. Takuma Kawauchiya, decidió detener la caja entera del torbellino, no sólo el volante. El T0 está diseñado para facilitar un reinicio, girando de manera instantánea la caja del tourbillon en la dirección opuesta a la del giro normal del volante en el momento en que se libera. De esta forma el volante puede arrancar más fácilmente a los 4 hercios de frecuencia, que es mucho más difícil que en las frecuencias habituales en un tourbillon. Es un mecanismo para el que se ha solicitado una patente.
El Grand Seiko T0 se caracteriza claramente por su tictac. Un escape se mueve ocho veces por segundo si un reloj tiene 28.800 vibraciones / hora. En el caso de T0, el tic-tac suena como una semicorchea, acompañado por el sonido de impacto de la fuerza constante cada segundo. Se requiere una precisión de procesamiento extremadamente alta para garantizar períodos exactos de un segundo para la liberación del par de fuerza constante. Kawauchiya intentó que la precisión del movimiento fuera perceptible como sonido. T0 logra el perfecto sonido de tintineo de semicorchea con una rueda de parada de cerámica creada con precisión de micras, utilizando la habitual tecnología MEMS de Seiko, usada principalmente en el mundo de los microprocesadores. De ahí la inscripción en la parte trasera del calibre, «16th Note Feel». Es decir, «sensación de semicorchea» (o un dieciseisavo de una negra, en la representación de una nota en el pentagrama).
En el vídeo se puede oír el sonido más claramente, además de observar la descarga de energía cada segundo. Ahora sólo nos falta ver este nuevo calibre en un reloj. Ojalá. GrandSeiko.es.