Siempre he dicho que, si hay algo que de verdad se mantiene en secreto en Suiza, no son los bancos sino la industria relojera suiza. No se sabe nada sobre proveedores, ubicaciones o ventas. Por eso sorprende cuando una empresa como CODE41 pone por delante la información para que, quien se sume al proyecto, sea siempre consciente de qué reloj está adquiriendo. No sólo eso: los que se apuntan dicen qué tipo de componentes van a formar el reloj.

La idea original de CODE41 fue de Claudio D’Amore en 2016, después de haber trabajado para marcas como TAG Heuer o Montblanc. Claudio decidió que, más que una casa relojera tradicional, lo que quería crear era una comunidad relojera en la que todo el que estuviera inscrito tuviera acceso a la información del reloj y, sobre todo, que pudiera expresar su preferencia a la hora de diseñar el reloj… ¡y que se tuviera en cuenta! Por eso la marca se llama CODE41. En primer lugar porque 41 es el código telefónico de Suiza y, en segundo, porque CODE41, en programación, es el número de código que aparece cuando hay una interrupción del curso normal de un programa. En este caso, el de la tradicional industria relojera.

De esta forma la empresa pasó de conseguir 57.000 miembros -que financiaron el primer proyecto con 350.000 euros-, a tener nada menos que 300.000. Es una cifra no sólo para presumir, sino que da una idea de lo mucho que a la gente que le gustan los relojes le importa sentirse parte de un proyecto de relojería.

Cada vez que CODE41 ha lanzado un nuevo proyecto ha ofrecido una información a sus seguidores como esta:

Y se van actualizando la información del proyecto puntualmente para que se sepa qué cosas se han cambiado, añadido o quitado. La mejor manera para ver crecer el reloj que vas a tener en la muñeca. Todos los relojes están en esta página dedicada.

ANOMALY-01 Y ANOMALY-02

Así es como surgieron los dos primeros relojes de CODE41: tras las votaciones de los miembros, se lanzaron dos versiones del mismo reloj. El Anomaly-01 integra un calibre Miyota y una esfera que deja a la vista parte del movimiento. Además de las horas y minutos, a las 5 horas aparece el disco del pequeño segundero, y a las 9 un indicador de 24 horas. La esfera se organiza en varias alturas, de manera que la sensación de profundidad es notable.

El Anomaly-02 es el mismo reloj pero con dos variantes: en primer lugar el calibre, que en este caso es el más que conocido ETA 2824-2, y la esfera, que es cerrada. Es una presencia más clásica, pero las formas del reloj, las manecillas y la estructura de la esfera lo hacen diferenciarse de otros relojes de su segmento.

Tanto el CODE41 Anomaly-01 como el 02 se presentan con diversas cajas y correas -o brazalete metálico-, que además son intercambiables gracias al cambio rápido que incorporan. De ambos modelos quedan sólo unos cientos de unidades y ya no se volverán a fabricar, lo que refuerza su singularidad.

X-41

El siguiente paso de CODE41 fue aún más atrevido: tener su propio calibre, encargado a una casa especializada en movimientos para series muy pequeñas. Es un reloj con gran fecha, esfera esqueletada y, particularmente, con un rotor periférico, una opción muy poco habitual en relojería por su dificultad, pero muy atractiva porque permite ver todo el calibre sin interrupciones.

El reloj ya está agotado, aunque hay una lista de espera por si acaso hay una nueva versión.

PRÓXIMOS PROYECTOS

CODE41 puede ser una iniciativa pequeña en comparación con la industria suiza, pero desde luego es lanzada: ya está en producción un modelo unisex de 37 ó 40 mm de diámetro y lo siguiente es nada menos que un cronógrafo con un movimiento desarrollado para la casa. Palabras mayores sin duda.

Además dentro de unos días CODE41 va a abrir su sitio web en español, lo que supone un paso muy importante para acercarse a toda la audiencia hispanohablante. Ya iré avisando según se desarrolle la idea. Mientras tanto, hay más información en CODE41.com.