Omega sigue expandiendo su universo, que es el más grande de su segmento. La manufactura sin duda tiene relojes deportivos (que no hace falta ni nombrar porque son de sobra conocidos) y también de vestir. Estos últimos me atrevo a decir que, al menos en el mercado occidental, no tienen tanto predicamento -comercial, no técnico- como sus modelos más conocidos. Aquí hemos visto en vivo los Omega Constellation 41 mm, que aún así tienen un deje informal, y también los De Ville Trésor, que sí son puramente de vestir. Pero entremedias tiene un reloj que comparte trazas de ambos: no es absolutamente deportivo y tampoco es de vestir: es el Seamaster Aqua Terra, que yo considero el más polivalente de la casa; el «reloj para todos los días». Dicho así parece que es una categoría inferior, pero es muy difícil de encontrar en las marcas porque tiene que tener ese equilibrio formal/informal perfectamente conseguido.
El año pasado vimos con fotos en vivo una versión de esfera verde, un auténtico éxito que resume lo que significan los Aqua Terra en cuanto a la polivalencia de la que hablaba, que incluye desde 2017 un calibre Master Chronometer y la garantía de 5 años. Ahora la casa ha lanzado los Omega Seamaster Aqua Terra Small Seconds que, en mi opinión, suavizan el carácter deportivo para hacerlo un poquito más de vestir. Y, como es costumbre en la casa, ha hecho un bombardeo de saturación: nada menos que 19 referencias entre masculinas y femeninas, para que todo el mundo pueda encontrar el suyo.
Hay un modelo más de mujer (de 38 mm) que de hombre, pero sobre todo hay más colores en la colección femenina que en la masculina. Sorprendentemente la esfera verde no existe en los relojes de hombre y sí en los de mujer. Imagino que no tardará mucho en aparecer.
La caja de los Omega Seamaster Aqua Terra Small Seconds tiene 41 mm de diámetro y, como se puede ver en las fotos, están disponible en acero y en oro Sedna, así como con brazalete de acero y con correa de caucho. Las asas tienen la forma llamada «de lira», clásica de Omega. Tiene una hermeticidad de hasta 150 metros y una corona roscada, lo que le permite moverse en el agua igual que sobre la tierra. El cristal es de zafiro, convexo y con tratamiento antirreflejos en ambas caras.
En la esfera no hay cambios -salvo el pequeño segundero, claro-. La esfera de teca es un recuerdo a su familia original, los Seamaster (tal como aparece escrito bajo el logotipo). Los elementos de la esfera son bastante más complejos de lo que se podría esperar en un reloj para todos los días. Tras el borde con que indica los minutos se sitúan unos índices con forma de diamante, pero con un chaflán en la punta para que refleje más luz. Están también facetados y pulidos en los laterales y satinados en la parte frontal, allí donde no está la inserción con Super-LumiNova.
Las manecillas de los Omega Seamaster Aqua Terra Small Seconds se distinguen claramente porque tienen formas distintas. La de horas imita la forma de los índices, mientras que la de minutos termina en la punta de flecha ancha clásica de Omega. La base de la manecilla está pulida, y sobre ella se sitúa una franja satinada en vertical, interrumpida en la manecilla de horas por el pigmento luminiscente (que en la de minutos está en la punta).
A las 6 horas se sitúa el pequeño segundero, enmarcado por una borde de acero u oro. el flanco que indica los segundos está arenado, a juego con el borde exterior de la esfera que contiene los minutos. La manecilla es como de las horas, y pasa por encima de la ventana de fecha. Habrá debate sobre la ventana, como siempre. Omega ha mantenido la que ya tenían los Aqua Terra, aunque quizá hubiera quedado mejor a las tres. Pero eso hubiera significado hacer un desarrollo nuevo, (como mínimo cambiando la forma trapezoidal) para algo que, al fin y al cabo, va en gustos.
En cuanto a los movimientos, hay cuatro opciones. El de 38 mm tiene el Omega 8802 o el 8803 (sólo en las cajas de oro Sedna de 18 quilates), y este último tiene un puente de volante y un rotor de oro Sedna de 18 quilates. La variante de 41 mm recibe el calibre Omega 8916 para las versiones de acero y bicolor y el Omega 8917 para la caja de oro Sedna de 18 quilates, de nuevo con puente de volante y rotor de oro.
Este movimiento tiene dos barriletes para una reserva de marcha total de 60 horas, piezas de silicio para todo el órgano regulador, cuerda automática y resistencia a campos magnéticos de hasta 15.000 gauss, además de certificación como cronómetro. Es el conjunto de propiedades lo que le permite obtener el certificado de Master Chronometer emitido por el laboratorio METAS. Su decoración arabesca y sus biseles cortados a diamante pueden verse a través del fondo de la caja.
Dependiendo de la referencia específica, el Omega Seamaster Aqua Terra se presenta con correas de caucho o cuero con hebilla plegable o brazalete a juego. El caucho está particularmente bien resuelto, con una presencia que, de lejos, puede pasar perfectamente por una correa de tela. Pero, si no gusta, la casa ofrece numerosas opciones.
Los precios de la nueva colección comienzan en 6.800 euros para las versiones de acero y caucho. La versión con brazalete tiene un precio de 7.000 euros, quizá porque no es el de los brazaletes más elaborados que tiene la casa. La versión de oro y caucho que hemos visto aquí alcanza los 22.000 euros, pero hay muchas versiones a elegir.
El Omega Seamaster Aqua Terra Small Seconds queda en la muñeca tan bien como la versión de tres agujas, convirtiéndolo en el perfecto reloj de todo trote. Hay muchos relojes de Omega con más credenciales, pero desde luego éste es una opción ideal para ese reloj «para toda la vida» que siempre ha sido el grueso de las ventas de las cajas relojeras. Y, para los que somos aficionados, una alternativa que mira cara a cara a cualquier otro reloj de nuestra colección.
Los relojes están disponibles en la tienda online de la marca y en los distribuidores autorizados. Más información en Omega.es.