Ojalá que el espíritu que encarna la Navidad de paz, amor y familia se haga realidad otra vez en todos nosotros. Que, si quiera unas horas, podamos reconfortarnos en lo bueno que hay en nuestras vidas para conseguir superar lo malo. Que nos acompañe el recuerdo de los que ya no están y su memoria nos ayude a mirar hacia delante para poder ofrecer a los que sí están con nosotros lo mejor que ellos nos dejaron, así como nuestro mejor yo.
De todo corazón: ¡Feliz Navidad!