El Bovet Orbis Mundi es un nuevo reloj de Horas Mundiales de la marca, pero no al estilo que estamos acostumbrados. Recordemos que en 2016 vimos en vivo el Récital 18, un espectacular reloj que era a la sazón el más complicado que había hecho la casa hasta entonces. En el 18 apareció el Grand Récital, que ganó -merecidamente- el máximo premio del Concurso de Ginebra (aquí está el vídeo con todos los ganadores).
Dos años después apareció el Brainstorm Chapter Two, que también vimos en vivo, que fue otro espectacular reloj que volvió a cosechar un premio en Ginebra (éste es el vídeo de los ganadores) y que presentaba un disco de ciudades que vuelve a aparecer es este Bovet Orbis Mundi.
Cruzar varios husos horarios en un viaje de negocios o trabajar desde casa con compañeros de diferentes partes del mundo suele suponer ajustar el reloj con la hora mundial adelante y atrás. Tras dos años de desarrollo, el Orbis Mundi de Bovet representa un gran avance en el ajuste y la visualización de la función de hora mundial. Situado en el mismo disco abovedado que ocupa la mitad superior de la esfera, el propietario puede ajustar la hora local girando la corona en el sentido contrario a las agujas del reloj y la esfera única de los 24 husos horarios mundiales girándola en el sentido de las agujas del reloj.
Una vez seleccionada la ciudad, el reloj mundial completa sus ajustes (un mecanismo patentado) y muestra la hora simultáneamente en las otras 23 ciudades en una escala de 24 horas. Consultar la hora local y la de cualquiera de los 24 husos horarios del mundo no puede ser más intuitivo.
La esfera abovedada del Bovet Orbis Mundi es de cristal de aventurina, con inclusiones brillantes que evocan un cielo estrellado. Los números romanos blancos indican las horas, mientras que las 24 ciudades y la escala de 24 horas están marcadas en amarillo. La zona de fondo blanco de la esfera presenta un motivo de loto elegantemente grabado con dos zonas recortadas. La abertura más grande debajo de la esfera abovedada de la hora mundial revela el volante y el órgano regulador de la casa Bovet.
Los segundos se indican mediante un segundero giratorio de tres brazos que se posa sobre una pista de aventurina de cristal arqueada de 20 segundos. Un indicador de reserva de marcha empotrado justo a la derecha de la esfera de la hora mundial mide la reserva de marcha de siete días.
El Bovet Orbis Mundi está alojado en la caja Fleurier característica de la marca, con cabujones de zafiro genuino en la corona y los pasadores de la correa y el arco de Bovet al mediodía. Es una forma que hemos visto ya en el Bovet19 Thirty. Disponible en titanio ligero de grado 5 o en una caja de oro rojo macizo con acabados pulidos en toda su extensión, el diámetro de la caja es de 42 mm y su altura de 11,25 mm.
El fondo de la caja de cristal de zafiro revela los refinados acabados de alta relojería que adornan el movimiento de fabricación de cuerda manual, el calibre 15BM01HU, y que siempre han distinguido a Bovet. La frecuencia es de 21.600 alternancias a la hora, y la robusta reserva de marcha de 7 días la proporciona un solo barrilete.
Los dos modelos Bovet Orbis Mundi vienen con una correa de aligátor azul con hebilla del mismo metal. El Bovet Orbis Mundi está limitado a 60 ejemplares; el modelo de oro rojo de 18 quilates (ref. NTHU011) se vende por 46.000 francos suizos (45.000 euros aproximadamente) y el de titanio (ref. NTHU002) por 40.700 francos (40.000 euros, aproximadamente). Viendo los precios, es evidente que los relojes miden las horas de unos mundos que no son el mío, desafortunadamente. Que en este caso tampoco me importa tanto, la verdad, porque no son mis Bovet favoritos. Más información en Bovet.com.