En 2010 Bell & Ross comenzó a trasladar instrumentos de navegación aérea a piezas relojeras. Así, en Horas y Minutos hemos visto -en orden cronológico inverso y con fotos en vivo- el Red Radar y el HUD. Pero hubo otros anteriormente:
Ahora lanza este BR 03-92 Radiocompass, y debo reconocer que me ha confundido un poco. Voy a intentar explicarlo, pero antes hay que saber qué es una brújula de dirección de vuelo:
En inglés se llama Radio Compass y en español… Automatic Direction Finder o ADF; Es decir, Buscador Automático de Dirección. No parece haber un término en español. Estamos hablando de uno de los instrumentos más veteranos de los aviones porque se empezó a usar en los años 30. De hecho, es el primero de los instrumentos de radionavegación que se montó. Es un sistema sencillo para ubicar la posición del avión y/o para saber hacia donde dirigirse. Se basa en captar la máxima intensidad de una señal de baja frecuencia y de gran alcance de una emisora NDB (Non-Directional Beacon o Baliza no Direccional) en tierra. La aguja indica la dirección y distancia a dicha baliza, de manera que el avión se puede guiar con respecto a -o en dirección a- ella.
Pero si capta la frecuencia de la siguiente baliza, la aguja señalará la dirección de esta otra. En ese caso y por triangulación sobre un mapa en el que figuran las emisoras NDB se puede conocer la posición de la aeronave en ese instante.
En 2019 apareció el BR 03-92 BiCompass que vimos en vivo, que imitaba una Radio Compass con su aguja única. Entonces, ¿qué es el nuevo BR 03-92 Radiocompass? Pues bien, en aquel artículo aparecía un panel de mandos de una cabina, y decía yo que no me extrañaría que la casa tomara alguno de esos indicadores y lo reprodujera en un nuevo reloj. Y así ha sido: en la segunda fila, el segundo por la izquierda:
¿Cuál es la diferencia entre uno y otro? En realidad, lo que Bell & Ross trae ahora es un Radio Magnetic Indicator, que es más completo que un Radio Compass. Parece mentira que una marca que se dedica a la aviación pegue estos resbalones, pero supongo que en estos detalles sólo nos fijamos algunos pocos (y no importantes).
Un RMI es una combinación de un giróscopo direccional combinado con dos agujas, una de ellas de un ADF (la baliza) y la otra de un VOR (Very High Frequency Omnidirectional Range- otra ayuda en tierra a la navegación aérea que sí se utiliza). La rosa rotativa del RMI normalmente está esclavizada al giro direccional del avión, por lo que el rumbo del avión puede ser leído directamente en el índice superior del instrumento. De este modo, las agujas muestran el rumbo magnético a la estación en tierra continuamente.
Normalmente una de las agujas es fina y conectada al ADF y la otra gruesa o doble, conectada al VOR. La cabeza de la aguja nos dará rumbo a la estación (QDM), y la cola de la aguja la marcación o radial con respecto a la estación (QDR). Su función es indicar hacia dónde se encuentra la estación o dónde la señal de la radio ayuda es de mayor intensidad.
BELL & ROSS BR 03-92 RADIOCOMPASS
Con independencia de todo lo anterior, el reloj a primera vista resulta muy llamativo y atractivo, y transmite muy bien la sensación de instrumento de vuelo.
La caja del BR 03-92 Radiocompass tiene un tamaño de 42 mm de lado y 10,4 mm de altura. Hay que tener en cuenta que los relojes cuadrados resultan más grandes, por lo que pude no ser adecuado para todas las muñecas. Se compara a una esfera de 46 mm de diámetro, más o menos.
La caja es de cerámica negra mate. Un cristal de zafiro con revestimiento antirreflectante protege la esfera redonda, completando el diseño del círculo-dentro-de-un-cuadrado que define a los modelos de la casa. Cuatro tornillos expuestos en cada esquina acentúan el aire del panel de instrumentos, mientras que el fondo de la caja es sólido, como suele ser habitual. La estrecha corona moleteada también es negra, al igual que la correa de caucho.
La esfera negra mate del BR 03-92 Radiocompass es una representación exacta de la brújula analógica. Tiene tres círculos impresos en blanco, empezando por los grandes números arábigos para las horas. Están girados hacia el centro de la esfera como un instrumento tradicional de navegación. También utilizan la tipografía Isonorm, un tipo de letra sencillo y limpio creado en 1980 y popular para las documentación técnica y gráficos.
La minutería se ubica por encima de las horas, mientras que los números arábigos de los segundos están impresos en un reborde angular exterior. Y, como es habitual en la casa, una ventana de fecha redonda se sitúa entre las 4 y las 5 horas.
Sin duda el gran hallazgo del BR 03-92 Radiocompass son las manecillas. La gran aguja horaria calada es negra con incrustaciones naranjas y tiene un puntero triangular con una H para las horas. La aguja de los minutos es estrecha y amarilla verdosa y tiene una M en una ventana circular (que parece paréntesis). El segundero tiene pintura verde en el anverso con un contrapeso negro sin revestimiento. Los múltiples colores Super-LumiNova resaltan el diseño único del reloj.
El calibre es, como siempre, un Sellita SW-300, con 4 hercios de frecuencia y unas poco aceptables 38 horas de reserva de marcha. El BR 03-92 Radiocompass es una edición limitada a 999 unidades, con un precio de 3.900 euros. Ya está disponible en la web de la casa y en sus distribuidores. Más información en Bell&Ross.es.