Chopard Alpine Eagle Flying Tourbillon. Fotos en vivo y precio
Aún más impactante
En 2019, Chopard entró en el concurrido campo de los relojes deportivos integrados con el Alpine Eagle, cuyos primeros modelos vimos en vivo aquí. Al Alpine Eagle de hora y fecha le siguió el deportivo Alpine Eagle XL Chrono en 2020 y el Alpine Eagle Cadence 8HF de alta frecuencia de edición limitada en 2021. La colección acoge ahora el Alpine Eagle Flying Tourbillon, el primer modelo de la colección que lleva el Punzón de Ginebra, que garantiza los mejores acabados.
El Alpine Eagle Flying Tourbillon comparte la misma forma que el Alpine Eagle base, lo que significa que tiene una caja de 41 mm de diámetro con un bisel redondo sujeto con ocho tornillos y salientes a cada lado del reloj. La parte superior de la caja y el bisel están cepillados verticalmente, mientras que los elementos laterales están pulidos. Gracias al calibre automático de microrrotor que lleva en su interior, la caja se ha adelgazado en comparación con el modelo de sólo hora, pasando de 9,7 mm a 8 mm de altura.
Además, se ha modificado ligeramente la anchura del bisel, lo que ha permitido ampliar la apertura de la esfera. El brazalete de tres eslabones está perfectamente integrado en la caja, con eslabones centrales muy pulidos y ligeramente elevados sobre los eslabones laterales. El acabado del brazalete es exhaustivo: cada uno de los eslabones del brazalete está biselado y se han acabado todas las facetas. El brazalete se estrecha ligeramente y termina con un triple cierre oculto.
El Chopard Alpine Eagle Flying Tourbillon estará disponible en el acero Lucent A223 patentado por la manufactura, una aleación altamente biocompatible que es un 50% más dura que las aleaciones de acero convencionales. Es también más reflectante que las aleaciones de acero estándar, lo que da lugar a un brillo más pronunciado.
A pesar de la delgadez del reloj y del tourbillon que lleva en su interior, el Chopard Alpine Eagle Flying Tourbillon sigue siendo un reloj deportivo propiamente dicho y mantiene la estanqueidad de 100 metros del Alpine Eagle, que sólo tiene hora.
El reloj está disponible sólo con la esfera azul Aletsch que también se encuentra en el modelo de tres agujas. La base de la esfera de oro macizo se estampa primero con un patrón que pretende parecerse al iris de un águila, tras lo cual se somete a un tratamiento galvánico.
Sin embargo, mientras que en el modelo de sólo hora el motivo se extiende en espiral desde el piñón del cañón, aquí el tourbillon es el punto central del motivo. Los índices de bastón de oro blanco aplicados y los números romanos a las 12, 3 y 9 horas, rellenos de Super-LumiNova, completan la esfera, que está bordeada por un reborde inclinado de color azul oscuro.
En el corazón del Alpine Eagle Flying Tourbillon se encuentra el calibre L.U.C 96.24-L, que se presentó por primera vez en el Chopard L.U.C Flying T Twin en 2019. Sin embargo, para la versión utilizada en el Alpine Eagle Flying Tourbillon, la jaula del tourbillon fue modificada para hacer eco de la forma de las agujas. Tiene una frecuencia de 4 hercios y una reserva de marcha de 65 horas.
El Chopard Alpine Eagle Flying Tourbillon se presentó en el Watches & Wonders, pero aún no aparece el precio en la web oficial de la marca (como hacen otras, por cierto). Es de 114.000 euros, lo que sin duda lo ubica en un nicho minúsculo, en el seguro que yo me sabría mover cómodamente. Más información en Chopard.es.