La historia del Rolex Day-Date y el nuevo modelo de platino, en vivo
Igual de atractivo década tras década
¿Se puede tener mejor carta de presentación que decir «el reloj de los presidentes»? Francamente, no. Quién no ha querido ser presidente cuando era niño, ¿verdad? Pues esa es la ventaja que tiene el Rolex Day-Date, que de manera inconsciente lo ponemos arriba del todo. Por supuesto hay muchísimos más presidentes que no han llevado nunca un reloj de Rolex que los que sí, pero sí lo han llevado aquellos que en su momento fueron importantes; tanto como para definir una categoría de reloj que, de hecho, ya se llamaba President, pero por otro motivo.
Vamos a ver brevemente su historia, para centrar el relato de manera correcta.
DE CÓMO UN BRAZALETE LLEGÓ AL PODER
El Rolex Day-Date apareció en 1956. Hasta entonces había Rolex con calendarios completos, pero la casa tomó la decisión de simplificar sus complicaciones y ofreció una indicación útil y perpetual sin tener que preocuparse de otra cosa que no fueran los meses que no son de 31 días. Pero lo hizo de una manera no vista hasta entonces: el nombre del día se leía completo. Un sutil detalle que hace disfrutar del reloj sin necesidad de ejercicios mentales.
A lo largo de los años el día se ha ido pudiendo leer en todas las lenguas, usando todos los sistemas de escritura: latín, árabe, cirílico, hebreo, japonés, ideogramas chinos e incluso el alfasilabario ge’ez utilizado en el Cuerno de África.
El Rolex Day-Date se presentó con un brazalete nuevo de tres eslabones, al que la casa llamó «President». El eslabón central estaba pulido, mientras que los otros dos estaban satinados. Una combinación de elegancia clásica que se ha repetido desde entonces.
El brazalete incluía además un cierre plegable oculto (llamado crownclasp) que se libera tirando de la corona Rolex, de manera que cuando está cerrado el brazalete fluye sin interrupciones. Actualmente los eslabones interiores tienen insertos de cerámica para aumentar su suavidad de uso y su longevidad. El brazalete President es, junto con el jubilee, de los más cómodos del mercado sin duda alguna.
ROLEX DAY-DATE SERIE 1800
En 1959 Rolex presentó la serie 1800, que se mantuvo a la venta hasta 1978. El Rolex Day-Date ref. 1803 es la versión más famosa de esta serie, con caja de oro de 36 mm, bisel estriado de oro y brazalete President (obviamente) de oro. Las opciones de oro incluían oro amarillo, oro blanco y oro rosa. Este modelo tenía una esfera estilo «pie-pan» en la que el borde exterior desciende de manera visible hasta alcanzar la caja.
Los primeros modelos funcionaban con el calibre automático 1555, hasta que Rolex lo sustituyó por el calibre 1556 a mediados de la década de los 60. En 1972, Rolex equipó el 1556 con parada de segundero.
Fue en esta época en la que el Rolex Day-Date pasó a ser reconocido como el reloj de los presidentes y de los grandes magnates. En concreto fue tras aparecer en la muñeca del presidente Lyndon B. Johnson que pasó a conocerse popularmente como el «President». Los presidentes Gerald Ford, Bill Clinton y Donald Trump también se asociarían más tarde con el Day-Date.
De hecho, uno de los anuncios más famosos de Rolex es éste de 1966, en el que la propia marca llama al Rolex Day-Date «el reloj de los presidentes», apropiándose así del mote que ya tenía en el mercado (y que, como he dicho arriba, no podía ser más elogioso con el reloj).
ROLEX DAY-DATE SERIE 18000
En 1978 Rolex presentó una nueva generación del Day-Date equipada con un movimiento totalmente nuevo. Los Rolex Day-Date President llevaban los números de referencia 180xx, de nuevo disponibles en diferentes metales preciosos y con distintos tipos de biseles. El movimiento encargado de impulsarlos era el 3055, con una frecuencia de 28.800 alternancias por hora. Además, el calibre 3055 también disponía de la función de ajuste rápido de la fecha, lo que significaba que la ventanilla de la fecha podía ajustarse independientemente de las agujas centrales.
ROLEX DAY-DAY OYSTERQUARTZ
Tampoco Rolex escapó de la tormenta de cuarzo que invadió la relojería suiza. Aunque capeó mucho mejor que los demás la debacle que se produjo, también quiso ofrecer un calibre de cuarzo. No buscaba precios más baratos, sino una cronometría perfecta. Superlativa, si nos referimos a esa calidad que la propia Rolex se dio así misma.
Aunque oficialmente el Oysterquartz tenía el mismo tamaño de caja de 36 mm, su caja Oyster en realidad se nota ligeramente más grande en la muñeca gracias a su distintiva forma angular. Además, el brazalete President también se diferencia de los relojes Day-date mecánicos por su estilo único integrado, muy de la época. Es un detalle de diseño característico de todos los relojes Rolex Oysterquartz.
Esta referencia de cuarzo, la 19018, estuvo en el mercado hasta 2001.
AÑOS 90: LA REFERENCIA 18200
El Rolex Day-Date ref. 18200, con calibre 3155, se introdujo en 1988 e inauguró la capacidad de doble cambio rápido para la fecha y el día, permitiendo ajustar con facilidad ambas complicaciones del calendario a través de la corona.
La caja seguía siendo de 36 mm, y estaba disponible también en platino.
AÑOS 2000 – 2008
Rolex dio el pistoletazo de salida al nuevo milenio con la ref. 118000 en 2000, en la que añadió un brazalete y un cierre mejorados.
2008 – EL ROLEX DAY-DATE II PEGA EL ESTIRÓN
En 2008 Rolex sorprendió a todo el mundo lanzando la colección Day-Date II con una caja mucho más grande, de 41 mm de diámetro. Se trataba de la versión moderna de la marca del clásico reloj Day-Date President y fue muy bien recibida por los amantes de los relojes masculinos de mayor tamaño, y percibida como un craso error por los fieles de la casa.
Como muchos de los modelos anteriores del Day-Date, el President II estaba disponible en oro amarillo (ref. 218238), oro blanco (ref. 218239), oro rosa Everose (ref. 218235) y platino (ref. 218206). El corazón de los relojes Day-Date II es el movimiento automático 3156, con 48 horas de reserva de marcha.
DE 2015 HASTA HOY – UN NUEVO COMIENZO
El Rolex Day-Date II sólo se fabricó durante siete años, hasta que fue sustituido por el Day-Date 40 en 2015. Como su nombre indica, Rolex redujo en un milímetro el tamaño de la caja.
Junto con el cambio de tamaño, el Day-Date 40 también funciona con un movimiento de nueva generación: el calibre 3255, que supuso un enorme salto de calidad. El nuevo movimiento cuenta con una reserva de marcha de 72 horas y una precisión mejorada de -2/+2 segundos al día. Lo vimos en este vídeo. Y aquí vimos en vivo la versión con esfera de meteorito.
ROLEX DAY-DATE PLATINO
Una de las características de los modelos de platino de Rolex es la esfera «azul glaciar». De hecho, ahora sólo los modelos en platino pueden llevarla. Y «el más noble de los metales», como se suele llamar al platino, sólo está disponible en el Rolex Day-Date y en el Daytona, lo que aumenta su exclusividad. Éste de aquí abajo es el Daytona platino con índices de diamante.
Existe una versión del Yacht-Master -que vimos en vivo- fabricada en Rolesium, pero es una mezcla de platino y acero. Por eso, creo yo, no habrá nadie que se compre un Rolex Day-Date ( o un Daytona) en platino sin llevar la esfera azul glaciar. Yo desde luego no lo haría; pero no sólo por la exclusividad, sino porque me parece preciosa.
Aparte del tamaño, la única diferencia con el modelo de 36 mm es que, en el modelo de 40 mm, el segundero es de acero azulado térmicamente, mientras que en la versión de 36 mm está rodiado.
La gran novedad de esta nueva versión de platino está en el bisel. Hasta ahora, en los modelos de platino con bisel acanalado, éste era de oro blanco, no de platino. Sencillamente no era posible hacerlo en platino. ¿Por qué? Porque el platino es un material complicado de trabajar. Es blando y maleable como la mantequilla, pero también es muy denso y acumula calor como nadie. Dar forma al platino es como dar forma a la mantequilla con un cuchillo: Se necesita fuerza para que el cuchillo la atraviese y, a medida que se avanza, la mantequilla se derrite y se pega a él, a la vez que se niega a adoptar una forma nítida y definida.
Todo un reto para Rolex, que ha perfeccionado sus técnicas de producción interna para poder fabricar un bisel estriado de platino.
La máquina que lo hace, parecida a una máquina de guilloché, trabaja sobre una «moneda» de platino y, con herramientas de diamante extremadamente afiladas, hace cortes muy limpios y fuertes en el metal precioso. Hay que emplear una precisión extrema y una fuerza perfectamente calculada. E incluso con todo ello, se tarda unas 10 veces más en fabricar un bisel estriado en platino. La fabricación de otros componentes de platino, como cajas, coronas o eslabones de pulsera, también suele tener un factor de dificultad diez veces superior al del oro, un metal blando y complaciente.
Lo más fascinante de este bisel del Rolex Day-Date de platino es que cada faceta requiere un único corte perfecto para su creación, por lo que no es necesario, ni siquiera posible, un pulido adicional. Por último, y también es una novedad bienvenida, el cristal de zafiro incorpora ahora un doble revestimiento antirreflejos. La hermeticidad de 100 metros y el calibre 3255 son los ya conocidos.
El resultado: un reloj que, aunque sólo sea un tres agujas con fecha y día, resulta superlativo en cada componente.
Los precios de los modelos de platino no están disponibles en la web de la marca, pero podemos estimar que rondarán el vecindario que va desde los 60 a los 70 mil euros. Más información en Rolex.es.