En vídeo: Nomos Glashütte Club Campus
Mucho más que un primer reloj


Nomos Glashütte es principalmente conocida por el aire Bauhaus de sus colecciones. Los Metro y los Tangente son su buque insignia, pero también están los Tetra o los Orion, por ejemplo. Sin embargo desde el principio de su andadura en los años 90, la casa sajona también ha tenido la familia Club.

La colección Club Campus de Nomos Glashütte nació con la idea de ser el reloj base de la casa, pensando en estudiantes, graduados o jóvenes que comienzan su vida profesional.
Y todavía es así, pero la variedad de diseños y lo atractivo de su oferta ha hecho que se convierta en un reloj buscado por todos los aficionados porque ofrece una presencia distinta, un calibre de manufactura, acabados estupendos y un precio imbatible. Los Club tuvieron su mayor evolución en 2019, con la aparición de los Club Sport que vimos en vídeo. Su aumento de presencia y de capacidades deportivas, especialmente submarinas, fue todo un éxito. Esto llevó a Nomos a declinarlos en más tamaños y colores, como vimos en este vídeo.
Y no olvidemos su última versión que ha sido todo un éxito: el Club neomatik Mundial, que vimos en vídeo.

Pero la gama inicial o, por mejor decir, la propuesta inicial, sigue siendo una favorita de los aficionados, y por eso también tiene una amplia famila. Vamos a ver tres ejemplos: el amarillo Starlight y el Nonstop rojo de 38 mm, además del Night Sky de 36.
Aunque dentro de la familia Club hay diversos tamaños, como podéis ver en los artículos y vídeos de Horas y Minutos, ahora mismo los Club Campus se ofrecen en dos: 38,5 (aunque la marca lo considera simplemente de 38) y 36, con un altura de 8,5 y 8,2 mm respectivamente.

Es decir, una altura excelente para llevar el reloj con cualquier puño de camisa.

A eso se añade una hermeticidad de hasta 100 metros, aunque sin corona roscada. Muy poco habitual ver tanta hermeticidad en este tipo de relojes, pero que te permite pasar de la oficina a la piscina.

Otro rasgo común a todos los relojes de la familia es el pequeño segundero, que es siempre naranja.

Y, aunque no se nota a primera vista, las esferas de los Club Campus tienen un toque más de color: los múltiplos de 5 que marcan los minutos en el borde exterior tienen su propio color. A veces ese color también rodea los índices horarios o a veces ese color también es diferente. Este detalle, que puede pasar desapercibido, enriquece la esfera y habla del mimo que pone la marca en todos sus relojes.

Además, tanto manecillas como marcadores están muy bien tratados con Super-LumiNova.

Por dentro de los Club Campus se mueve el calibre Alpha, un movimiento de manufactura muy delgado, ya que sólo tiene 2,6 mm de altura, con la decoración clásica de Glashütte: platina de tres cuartos, nervaduras Glashütte, tornillos azulados y rubíes con chatones pulidos.

Se mueve a una frecuencia de 3 hercios y tiene una discreta reserva de marcha de 43 horas. Pero lo más importante es que está ajustado en 6 posiciones, una más de las que se exige para que ser cronómetro.
En este caso el calibre no se ve, porque Nomos, si se desea y sin coste añadido, puede grabar una dedicatoria con el texto que elijamos.

Los relojes se presentan con una correa de ante vegano, aunque también se pueden adquirir con dos tipos de brazalete.

Los precios de los Club Campus empiezan en 1.380 euros dependiendo de la versión que elijamos. Por ese precio no encuentras en el mercado un reloj con esos acabados y un calibre de manufactura que es además cronómetro.

Por supuesto los Club Campus se pueden comprar en la web del fabricante, pero siempre es más agradable acercarse a un distribuidor autorizado y poder elegir a gusto.
Hay más información en NomosGlashütte.com.
