Siempre he dicho que el calibre Spring Drive de Grand Seiko ha sido el avance más significativo del siglo XX en lo que se refiere a movimientos. Un desarrollo único de Seiko que no ha tenido respuesta en la relojería suiza. Bueno, Piaget lo intentó también, pero le salió regular, por decirlo suavemente.

Aunque expliqué su funcionamiento en el vídeo ¿Por qué son tan buenos los Grand Seiko?, quizá convenga repetir su funcionamiento básico:

El spring drive utiliza energía mecánica como reserva de energía con la ayuda de un muelle real, como en los relojes mecánicos. Este alimenta el tren de engranajes hasta que llega a una rueda que gira libremente, conocida como rueda deslizante. A diferencia de una volante tradicional, la rueda deslizante gira en una sola dirección, generando una pequeña carga eléctrica con la ayuda de un imán situado en su eje. Mediante un cable de cobre envía una señal eléctrica a un circuito integrado y éste a un cristal de cuarzo.

El cuarzo regula el pulso electromagnético de vuelta a la rueda deslizante, actuando como un freno regulador sin siquiera tocar el componente, haciendo que la rueda deslizante solo gire 8 veces por segundo y de manera continuada, que es la razón por la que el segundero se mueve sin paradas.

O sea, como el tiempo real, que no se mueve a saltitos.

En 2020 Seiko perfeccionó el Spring Drive aún más con el 9RA5: ahora el oscilador y el circuito integrado estaban envasados al vacío, de manera que no le afectaran los cambios de temperatura. Reforzó la estructura para hacerlo más sólido y, sin embargo, más delgado. La reserva de marcha aumentó a 120 horas, mientras que la precisión se elevó a 10 segundos al mes. Lo expliqué a fondo en este artículo.

Por último, este año Grand Seiko presenta el Evolution 9 Spring Drive U.F.A., que quiere decir Ultra Fine Accuracy, o Precisión Ultrafina. Es el nuevo calibre 9RB2. Tanto es así que ahora la precisión ya no es de 10 segundos al mes, sino de 20 segundos AL AÑO. Es decir, nada. Y, además, añade por primera vez un tornillo para ajustar el volante si hiciera falta.

Pero claro, tanta maravilla mecánica no sería nada si el exterior no estuviera a la altura. Y, como suele ocurrir con Grand Seiko, en el caso de estos Spring Drive U.F.A., lo está.

En primer lugar, tenemos el SLGB003, o bosque helado, y en segundo el amanecer púrpura, que es ese mismo bosque, pero a la luz de la madrugada.

Ambos Spring Drive U.F.A. tienen una medida de 37 mm de diámetro y 11,4 de altura. El Bosque Helado está fabricado en titanio de alta intensidad, mientras que el amanecer cárdeno está hecho en acero. Ambos, por supuesto, con los imbatibles pulidos Zaratsu de la casa. Además, incluyen una corona roscada y hermeticidad de hasta 100 metros.

El patrón de ambas esferas es el mismo, aunque obviamente con colores muy distintos, con las mismas manecillas e índices que mezclan satinados y pulidos y reflejan la luz de manera intensa.

Por detrás de los Spring Drive U.F.A. se puede ver el calibre, que incluye la indicación de reserva de marcha y en el que contrasta la platina escarchada con los biseles pulidos.

El brazalete del Bosque Helado añade, además, el primer cierre con microajuste de la gama Grand Seiko, que poco a poco se irá extendiendo a los nuevos modelos.

El Spring Drive U.F.A. Bosque Helado tiene un precio de 12.000 euros.

El Grand Seiko Evolution 9 Spring Drive U.F.A., por su parte, vale 11.000 euros y es una edición limitada a 1.300 unidades.

En Watches and Wonders 2025 se presentó también el modelo Spring Drive U.F.A. SLGB001, una versión en platino y con una esfera más azulada. Venía con una correa de cocodrilo con triple cierre también de platino.

Fue una edición limitada a 80 unidades con un precio unitario de 42.000 euros que se vendió rápidamente.

Hay más información en GrandSeiko.com.