Cuando hablamos de cualquiera de los relojes de Patek Philippe de manera inconsciente pensamos que no es sólo un reloj para toda la vida, sino que es un reloj de toda la vida. Es una prerrogativa de la manufactura ser considerada como una marca que está ahí desde el principio de la relojería y que sus relojes más clásicos (salvo el Nautilus y el Aquanaut) siempre han estado ahí.

Y sin embargo los Patek Philippe Calendario Anual son de los relojes más modernos de la casa, porque se lanzaron en 1996.

Y cuando digo que se lanzaron en realidad debería decir «por primera vez en la Historia», porque en realidad la complicación de calendario anual es un invento de la manufactura. Previamente existían los calendarios completos (aquellos que no distinguen los meses de 31 días de los de 30) y por supuesto los calendarios perpetuos. El Patek Philippe Calendario Anual vino a llenar un hueco entre ambos, porque con esta complicación sólo hay que modificar manualmente el conteo de fechas en el salto de febrero a marzo. A cambio, el precio es mucho más contenido que en un calendario perpetuo (por ejemplo, esta belleza).

En Patek hay, lógicamente, muchos calendarios anuales. Pero si nos centramos en la familia 5396, que es la opción más clásica, podemos ver los dos patrones a partir de los cuales se construyen las variantes. En primer lugar tenemos el 5396R-012, que se distingue de su compañero de artículo en la forma de presentar la hora, que en este caso es con numerales Breguet. Los arábigos están deliciosamente pulidos y situados sobre una esfera opalina plateada con un fino graneado, que se aprecia cuando nos acercamos a ella. La decoración cambia en el marco que rodea la fase lunar y que acoge la indicación de 24 horas, porque éste se remarca mediante un fino guilloché circular que a su vez se interrumpe por la ventana de fechas.

Con numerales Breguet hay otra versión, además de esta en oro rosa; es la 5396G-014 en oro blanco y esfera antracita. El otro estilo de esfera es la que vemos en este artículo, la 5396R-014, que sustituye los numerales por índices facetados (o incluso por diamantes auténticos, que es la -015). Hasta el año pasado existían en oro rosa u oro blanco, pero en Baselworld 2017 apareció esta con esfera azul soleada que casi se ha llevado por delante a sus hermanos mellizos, tal es su belleza.

Es un reloj elegantísimo porque la combinación de oro rosa y azul marino resulta, además de espectacular, de una sobriedad en el porte y un clasicismo que, como decía al principio, carece de edad. Los dos Patek Philippe Calendario Anual comparten las mismas medidas (38,5 x 11,2 mm), complicaciones y obviamente calibre, llamado con el pegadizo nombre de 324 S QA LU 24H/303, que requiere de cuatro pulsadores (a las 2, 4, 8 y 10 horas) para las correcciones del calendario y la fase lunar. El calibre está decorado de manera exquisita. Es algo que se da por supuesto en una entidad como Patek y especialmente sabiendo como trabajan (aquí puedes ver una visita a la manufactura), pero cuando te acercas a verlo detenidamente te embelesa. Cada vez.

Sobre cómo queda el reloj en la muñeca yo creo que sólo debería mencionarse en el caso de que algún modelo sentara mal. Es decir, nunca. Es sólo cuestión de decidir cuál de los dos que aquí vemos (o de las otras versiones) nos gusta más, porque son todos fantásticos. Entre las dos opciones que vemos aquí yo desde luego me decantaría por la de esfera azul porque me gustan más los índices que los numerales. Y si me preguntas por qué no sabría decirlo. Simplemente me parece que le queda mejor al reloj.

Ambos relojes se pueden adquirir en los distribuidores de la marca, y ambos comparten el mismo precio: 43.880 euros ya incluido el IVA. Se puede encontrar más información en Patek.es.