¿Ha funcionado la estrategia de Hublot en el Mundial?
Baste decir que Hublot no da puntada sin hilo
La presencia de Hublot en el Mundial ha sido más que notoria. Casi tanto como el famoso VAR, el smartwatch de Hublot para los árbitros (que expliqué en detalle aquí) se ha convertido en un instrumento decisivo en los partidos. El reloj ha medido con exactitud el tiempo de juego y en consecuencia ha llevado a conceder tiempos extra más largos de lo habitual, lo que ha resultado determinante en algunos partidos porque que algunos goles clave se han marcado dentro de esos períodos extra. Además el reloj indicaba al árbitro cuándo la pelota había sobrepasado completamente la línea de gol sin margen de error, lo que también resuelve el problema de los «goles fantasma»: balones que han entrado pero que no se reconocen como tal, y al contrario.
Ciertamente el reloj es una edición limitada al Mundial de Rusia, pero como la tecnología del VAR se irá extendiendo no sería de extrañar que los árbitros acaben demandando un instrumento como este smartwatch, y yo creo que a Hublot le gusta mucho aquella sentencia de Oscar Wilde: «la mejor manera de librarse de una tentación es caer en ella».
Pero además la presencia de Hublot en el Mundial se ha dado mediante los luminosos que se utilizan por los árbitros auxiliares para indicar los tiempos extra y los cambios. El vínculo de Hublot con el fútbol viene de lejos, y es la única marca que ha abrazado este deporte sin tapujos. Seguramente no ha habido otras marcas porque no se considera el fútbol como un deporte relacionado con el lujo, sino más bien plebeyo. Sin embargo es el deporte más universal y además mueve unas cifras mareantes, más que ningún otro. A Hublot nunca le ha importado lo que digan de ella (acaba de hacer embajador de la marca a cantante reggaeton y trap Nicky Jam, por ejemplo) y básicamente hace lo que le da la gana, respaldada por sus incontestables números.
Nunca se sabe qué resultados da una campaña publicitaria a la empresa que la emprende porque son datos de uso interno. Sin embargo Chrono24.com ha facilitado unos datos que resultan de lo más interesante para ver qué tal ha funcionado la presencia de Hublot en el Mundial, y los datos son sorprendentes. No abarcan toda la competición, pero como muestra son significativos. En primer lugar la evolución de las visualizaciones en la página de Hublot desde que comenzó la competición:
Poco que añadir, ¿verdad? Pero más llamativo es la influencia en el número de visitas a la página de Hublot cuando aparecían los paneles arbitrales en las pantallas de televisión. Aquí se ven tanto cuando se señala el tiempo extra como los cambios.
Es obvio que los partidos no los ven sólo los espectadores de los países que se enfrentan ese momento, sino gente de todas partes (personalmente yo he visto todos los que he podido). En la siguiente gráfica se puede ver la interacción de audiencias de diversos países a la aparición del nombre de Hublot en la televisión:
Esto es sólo una pequeña muestra de lo bien que le ha ido a Hublot en el Mundial. Sería interesantísimo ver las estadísticas de la final que se jugó ayer. Por otro lado, ante este tipo de datos a menudo se contrapone la pregunta de «sí, pero ¿cuánta de esa gente se compra un Hublot?». Es una pega sin sentido. La idea de la presencia en la televisión, ordenadores o móviles no es provocar una compra de impulso instantánea (que siempre es bien recibida aunque sea escasa, claro), sino crear un «recuerdo digital» en la cabeza del espectador de cualquier medio para que, cuando llegue el momento de comprarse un reloj, esa persona recuerde la marca y la tenga en consideración. Y en un mundo tan saturado como el actual, en el que las inversiones publicitarias son tan costosas, es muy importante saber elegir dónde aparecer.
Una vez más, Hublot ha conseguido sus objetivos, y no queda sino felicitarla. A efectos de conocimiento de marca, ha sido una gesta casi como la de Francia.