En vivo: Girard-Perregaux La Esmeralda Tourbillon «A secret» Eternity Edition
El recién llegado a una larga tradición
Girard-Perregaux nació en 1866, tras la boda del relojero Constant Girard con Marie Perregaux. Ciento sesenta y seis años de vida dan para muchos avatares, y uno de los más llamativos es el Girard-Perregaux La Esmeralda Tourbillon, que es el antepasado directo del reloj que vemos ahora y que tiene una historia peculiar.
LOS TRES PUENTES Y EL TOURBILLON
Tras la creación del tourbillon por parte de Abraham Louis Breguet en 1798, Constant Girard es el primer relojero que fabrica uno. Y lo fabricó él mismo entero, desde el escape a la caja. Pero además hace de los humildes puentes (hasta ese momento meras sujeciones para el barrilete, el engranaje y volante) el centro estético del reloj, alineándolos en paralelo y rediseñándolos en forma de doble flecha. Bajo ellos quedan ahora, también alineados, el barrilete, el engranaje y el tourbillon. El resultado es una arquitectura depurada y una armonización de los componentes del calibre.
Más allá de su funcionalidad, los tres puentes se estilizan cada vez más y se convierten en un sello distintivo de la marca, que aparece tanto en los modelos clásicos como en los contemporáneos. La consagración de Girard-Perregaux llegó en 1889 cuando La Esmeralda, un reloj de bolsillo con tourbillon y tres puentes de oro, ganó una medalla de oro en la Exposición Universal de París.
El modelo presentado a la exposición medía 56 mm de diámetro y estaba alojado en una caja de oro rosa profusamente decorada, con una esfera de esmalte blanco Grand Feu y un guardapolvo abatible con tres caballos grabados. Después de llevarse la medalla de oro, el reloj de bolsillo se confió a un minorista de joyería con tiendas conocidas como La Esmeralda, en París y México.
El reloj de bolsillo, que acabó llamándose La Esmeralda, se vendió a Porfirio Díaz, el general mexicano que fue presidente durante siete mandatos y fue derrocado en 1911 durante la Revolución Mexicana. Un descendiente de Porfirio Díaz ofreció a Girard-Perregaux el reloj de bolsillo en 1970, que ahora forma parte de la colección del museo de la Maison.
A lo largo del tiempo la casa ha realizad varios homenajes al reloj en forma de reloj de pulsera y, el año pasado y con motivo del 230 aniversario de la marca, se lanzó el reloj que vemos aquí.
GIRARD-PERREGAUX LA ESMERALDA TOURBILLON “A SECRET” ETERNITY EDITION
Tan opulento nombre completo cuadra con el reloj, que es un ejercicio de técnica relojera y, sobre todo, de artes decorativas. Si hay que buscar un ejemplo del «horror vacui» del barroco en relojería, éste es un candidato perfecto.
El reloj, que mide 43 mm de diámetro y 15,10 mm de altura, está alojado en una lujosa caja de oro rosa grabada a mano con una tapa secreta con bisagras en el fondo. El bisel, la correa, las asas y la hebilla están grabados a mano con un delicado motivo de hojas por los artesanos de GP en La Chaux-de-Fonds, que también han grabado el fondo acanalado de la caja.
Para la confección de la esfera y de la trasera del reloj se ha utilizado esmalte Grand Feu, que garantiza que el color siempre será el mismo. Pero, además, se ha utilizado en el lateral de la caja y de las asas, lo cual es novedoso y, por supuesto, extremadamente complicado, ya que este tipo de esmalte pasa por el horno no menos de 8 veces, y hay que conseguir que el esmalte no se quiebre o reduzca.
En la parte posterior del Girard-Perregaux La Esmeralda Tourbillon, la parte vista de la tapa secreta esmaltada en azul aparecen tres caballos -un detalle de nuevo inspirado por el modelo original La Esmeralda- sobre una decoración guilloché con efecto rayos de sol y con esmalte azul grand feu.
Los icónicos puentes de oro del reloj, que se extienden horizontalmente por la esfera, rinden homenaje a La Esmeralda de 1889. Sin embargo, los caballos que originalmente iban grabados en el fondo de la caja del reloj de bolsillo original aparecen ahora también en la esfera, en el extremo derecho del puente del barrilete y en el extremo izquierdo del puente del tourbillon.
los dos caballos están elaborados en oro rosa y grabados a mano, y han sido plasmados al galope. Cada puente está bellamente acabado a mano con biselado cóncavo y pulido a espejo, aportando luz al gran tourbillon que ocupa las 6 horas. Los brazos centrales están pulidos en redondo.
Para finalizar los tres puentes son necesarias más de 40 de trabajo de acabado y otras 50 horas más para completar el grabado adicional que puede encontrarse en el barrilete y en el tourbillon.
El pulsador de la corona libera la tapa secreta del fondo de la caja para revelar el movimiento automático de manufactura GP09600-1506. La platina está dotada de un puente que recuerda a los primeros usados por la marca (y que se puede ver en el reloj de bolsillo de la foto superior) y puentes verticales, ambos de oro rosa con ángulos pulidos a mano para reflejar la forma de los puentes de oro.
El volante se mueve a 21.600 alternancias por hora y tiene una reserva de marcha de 50 horas.
Por último, la cara interior del guardapolvos -aunque en realidad hay un zafiro trasero protegiendo el calibre- tiene un grabado conmemorativo.
El Girard-Perregaux La Esmeralda Tourbillon «A Secret» Eternity Edition tiene un precio de 449.000 euros. Sólo se van a hacer 18 unidades en azul, pero la casa dijo que haría siete combinaciones de color más. Estas son las tres que ha lanzado en noviembre de 2022:
Recordemos que ya existía una versión de oro rosa con tourbillon «A Secret» (esta de aquí abajo), pero no forma parte de la «Eternity Edition», y tiene un precio menor (300.000 euros).
El reloj se debe solicitar (y pagarlo después, claro) en los distribuidores oficiales (en España es Rabat). Más información en Girard-Perregaux.es.