Hoy traemos a nuestra sección de vídeos una edición especial de Bell & Ross que casi podríamos llamar fundacional: el Bell & Ross BR X1 es un modelo con el que la casa de inspiración en la aviación clásica quiere meterse en el mercado de los relojes deportivos de alto nivel de precio y prestigio.

Para ello ha creado un reloj mucho más agresivo visualmente y con una interpretación del calibre más osada. La caja del Bell & Ross BR X1 es de 45 mm y está realizada en titanio, gran acierto para que el reloj no resulte pesado. Y como el titanio es más proclive a sufrir golpes y ralladuras, la carrura está protegida con un perfil de cerámica. Es el mismo material que se ha usado para los pulsadores del cronógrafo y las asas de la correa, creando así un conjunto homogéneo estéticamente.

Además se han añadido inserciones en rojo en las partes relacionadas con la función de cronógrafo, además de uno en la izquierda que sirve de apoyo al pulgar cuando se está manejando.

Esa osadía también se ve reflejada en la esfera, que es calada por primera vez (salvo que esté yo equivocado). En ella destaca el gran contador de 30 minutos a las 9 horas, compensado a su derecha por un pequeño segundero. A las 6 aparece una pequeña ventana de fecha por la que discurre un disco, también esqueletado, con los distintos numerales. Para que se pueda leer lo hacen sobre un fondo blanco. Recuerda mucho a los Hublot, por cierto.

El Bell & Ross BR X1 se mueve gracias a la combinación de un movimiento base (seguramente un Sellita SW200) al que se le ha acoplado un módulo de Dubuis Depraz, una combinación muy habitual por fiable y duradera.

Es una edición limitada a 250 unidades con un precio de 15.000 euros. Son los aficionados los que deben dar su veredicto sobre este Bell & Ross BR X1, pero yo creo que va a ser una nueva familia de largo recorrido. Más información en Bell&Ross.es.