Una casa relojera que ha creado un reloj a partir del calendario maya, que presenta fases lunares que sólo se deben ajustar cada más de 1.000 años, tiene que estar reñida por fuerza con el concepto cronógrafo. La serenidad de sus modelos no cuadra con el nervioso pulsar del arranque/paro de la trotadora. Sus esferas jamás podrían ser tricompax. Ni bicompax. Sencillamente los cronógrafos no son para De Bethune. ¿O sí?

Es evidente que ellos sí creen que pueden hacer con un cronógrafo. Y aquí está su interpretación de la complicación más popular. El Maxichrono Tourbillon respeta los criterios estéticos de la casa en cuanto a las esferas puras y por tanto no hay subesferas en el sentido tradicional del cronógrafo. De hecho se aprovecha toda la esfera para que sirva como medidor de tiempos.

Así, el círculo interno mide nada menos 24 horas. La manecilla de oro rosa mide 60 segundos y la azul 60 minutos. Todo contribuye a lapsos tranquilos, que permiten disfrutar del guardatiempo sin que nada acelere el pulso.  Como lo primordial de un reloj es la lectura de la hora, esta se hace mediante un círculo central con arábigos generosos, mientras que el anillo exterior mide minutos y segundos del cronógrafo. Y todo ello, monopulsante.

De Bethune ha desarrollado un innovador calibre para controlar todas las funciones. Para empezar integra un tourbillon de 30 segundos creado por De Bethune, que oscila a 36.000 vibraciones por hora.  Junto a él aparece un nuevo desarrollo, el «embrague absoluto», que opera como enganche de los dos métodos de embrague tradicionales para permitir que los diferentes contadores del cronógrafo funcionen de manera semiautónoma:

• Los segundos del cronógrafo están gobernados por el sistema de embrague absoluto
• El contador de minutos está controlado por un piñón volante
• El contador de horas se ancla a un embrague horizontal

Tres tipos de embrague diferentes que se controlan mediante tres ruedas de pilares.

La caja 46 mm integra en el reverso una tapa que se abre mediante una bisagra invisible, permitiendo admirar el calibre y, particularmente, el tourbillon azulado por el silicio que lo compone.

Este Maxichrono Tourbillon (cuyos datos técnicos completos están aquí) será una edición limitada a 20 piezas -este año-. No sería de extrañar que pasara a formar parte de la exclusiva colección permanente de De Bethune.