Frederique Constant presenta su Horological Smartwatch
La primera aparición de un reloj inteligente fabricado en Suiza
Poco antes de que aparezca Apple Watch El Deseado, al que algunos consideran poco menos que el monolito de 2001 Una Odisea del Espacio, Frederique Constant pone de manifiesto que en esto de los relojes hay pocas cosas que los suizos no sepan hacer. Pero es sin embargo una de las casas digamos «pequeñas» la que ha dado la campanada de ser la primera en presentar su Horological Smartwatch con apariencia de reloj tradicional.
Lo que ha hecho Frederique Constant (más exactamente su presidente Peter Stas) es asociarse con Philippe Khan, presidente de Full Power, cuya sede está en Silicon Valley y que ya tenía desarrollados MotionX, MotionX-365 y Sleeptracker. Estos interfaces informan al usuario del ejercicio realizado, de cómo ha sido su fase de sueño y además permite crear objetivos de ejercicio.
Lo que ha hecho MMT es crear un módulo discreto y sencillo que se puede integrar en un reloj analógico normal, de manera que en apariencia es un reloj normal que a las 6 horas tiene una subesfera con indicaciones que, a primera vista, parecería un calendario de algún tipo. La idea de fondo es atraer a los que sienten curiosidad por estas nuevas tecnologías pero no quieren tener una pantalla digital, por buena que sea.
El módulo del Horological Smartwatch se conecta con el iPhone o con teléfonos Android mediante una aplicación específica que recoge todos los datos y además mantiene al reloj siempre con la hora y la fecha correcta. Todo se controla desde la corona del reloj, que está fija y tiene un pulsador sobre el que se actúa.
La fecha aparece en la parte interior de la subesfera, mientras que en exterior hay una escala graduada hasta 100 que refleja los logros, que a su vez pueden desencadenar alarmas para que el dueño «se ponga en marcha» y haga ejercicio hasta alcanzar el objetivo.
Lo más importante es que MMT quiere que el sistema pueda ser incluido por todas las marcas que lo deseen, no sólo Frederique Constant y Alpina, lo cual sería una opción interesante a considerar por aquellos fabricantes de relojes de cuarzo que pueden ver cómo los nuevos smart watches (los de Apple y los de todos los demás que se venderán al rebufo de aquel) les pueden dejar fuera del mercado.
Porque estos nuevos relojes tienen dos ventajas claras: la batería es la misma que puede llevar un cuarzo, con una duración estimada de 2 años, y además los precios empiezan en unos 450 euros, como un cuarzo normal. No sólo eso: también habrá modelos de mujer.
Entre FC y Alpina tienen planeado lanzar unos 15 Horological Smartwatch este año, lo que da idea de lo fuerte de la apuesta y de cómo quieren plantar cara a Apple y, de paso, a otras empresas relojeras que viven del cuarzo.
Desde nuestro artículo sobre si los smart watch cambiarán la relojería tradicional, allá por septiembre, han cambiado mucho las cosas. Y vamos a ver muchas otras muy interesantes.