«Sin pasión no hay éxito», dice Mireia Belmonte, la supercampeona española de natación que hace un año se convirtió en embajadora de Edox. Después de mucho tiempo en silencio, esta mañana hemos acudido a un acto en el que Mireia ha recibido un nuevo reloj de la colección LaPassion, pensada a partir de su flamante embajadora.

Después de bastante tiempo en el que no hemos sabido nada de ambos (Mireia y Edox), esta mañana se han presentado en El Corte Inglés de Serrano en  Madrid para celebrar varias cosas: el orgullo de Edox por tener una embajadora como Mireia, la expansión de la marca en los Grandes Almacenes y la reincorporación de la campeona a los entrenamientos tras las vacaciones.

El acto ha atraído a muchísimos medios porque había ganas de saber cómo está Mireia de la lesión de hombros que la dejó fuera de los mundiales de Kazán. Dijo que está mucho mejor, pero todavía con dolor. A mí al acabar la presentación me ha dicho «hay muchos que creen que no, pero yo ya veo la luz al final del túnel». De hecho tiene plena confianza en llegar a Río en óptimas condiciones. La presentación ha tenido mucha repercusión en los medios porque no ha podido escapar de dar una opinión sobre la situación política de Cataluña (no parece partidaria de la independencia),  y llama la atención la humildad de la campeona para responder a todas las preguntas -incluidas las más peregrinas, que también las ha habido. Pero a nosotros nos interesa más el aspecto relojero.

En el acto se le hizo entrega de uno de los modelos de la colección LaPassion. Es una colección exclusivamente femenina que tiene relojes de cuarzo (tres agujas y cronógrafos), pero también hay una serie de modelos con movimiento automático, lo cual es una buena decisión por parte de Edox para hacer honor a la leyenda que acompaña al nombre de la marca: «Maestro Relojero».

Y es mejor idea aún el que el reloj sea un clásico de vestir, porque Mireia empezó llevando un cronógrafo, pero cuando aparece en los medios es cuando está fuera de la piscina por lo que es mucho más visible un reloj de este estilo. Además, la esfera púrpura con el guilloché rayos de sol a juego con la correa resulta muy femenino.

Como decía el reloj es automático, y se mueve gracias a un calibre Sellita SW 200. Edox ha dejado el fondo visto con un cristal de zafiro, lo que siempre se agradece. Echo de menos sin embargo algún tipo de personalización o decoración en el calibre, porque no es precisamente de lo más sexy que se pueda encontrar.

En la parte frontal hay una apertura realizad con forma de dos herraduras que se entrecruzan formando un corazón, en el centro de los cuales se puede ver uno de los 26 rubíes del movimiento. Todos los modelos automáticos tienen un diámetro de caja de 33 mm, y están realizados en acero o en acero chapado en oro.

No me queda sino felicitar a Edox y a su distribuidor en España Rojas Mediterráneo, S.L. Y por supuesto enviar mucho ánimo a Mireia para que se recupere pronto y nos siga dando tantas alegrías.