En la muñeca: Vacheron Constantin Patrimony Moon Phase And Retrograde Date
El Vacheron Constantin Patrimony Moon Phase And Retrograde Date une fases lunares y una prominente fecha para lograr un reloj de vestir elegante y singular
A veces se trata sólo de pureza. De armonía. De retar el estilo tradicional con gestos atrevidos pero igualmente elegantes. Eso es el Vacheron Constantin Patrimony Moon Phase And Retrograde Date, y lo vamos a ver en su versión de oro rosa.
Fue en 2007 cuando Vacheron Constantin lanzó el Patrimony Retrograde Day Date que vemos aquí arriba y antecesor del que hoy nos ocupa. Los Patrimony basan su arquitectura en los relojes de mediados del siglo pasado y todos tienen las mismas características: comparten la misma forma de la caja, las manecillas, los índices y los marcadores de minutos. Son los que mejor cumplen con el papel de «reloj de vestir», si bien éste es un término cuyas fronteras son, desde hace ya algunos años, un tanto esponjosas. Buena prueba de ello es el Retrograde de aquí arriba y también el Patrimony Moon Phase And Retrograde Date.
En la caja hay muy poco de revolucionario: de oro rosa pulido a espejo, sus formas sin aristas, sus asas estrechas y la corona poco prominente nos indican que estamos ante un reloj para moverse en ambientes más bien serios. Su altura es de 9,7 mm, lo que le permite llevarse bien con los puños de camisa (salvo los de anchos más exigentes). Sin embargo el diámetro se rebela claramente contra los márgenes tradicionales: 42,5 mm supera en medio centímetro el máximo permitido por los códigos no escritos sobre los relojes de vestir, y dota a la pieza de mucha más presencia.
Y el centro de las miradas, la esfera. La base es muy tradicional: sobre una base opalina con un graneado muy delicado se asientan los índices -de formas clásicas- y unos indicadores de minutos perlados, que son rasgos distintivos de la colección Patrimony.
Sin embargo se le ha dado a la fecha retrógrada una preponderancia máxima que seguro hará chascar la lengua a los puristas. Es tan destacada su presencia que incluso se ha recortado la longitud de la manecilla de las horas para que se vea mejor. Podría parecer que, en comparación, la ventana de fase lunar es pequeña. Pero yo creo que si fuera más grande el reloj sería demasiado chillón.
Y es que en esta iteración la complicación más lírica ha venido a sustituir a los días de la semana del Day Date para darle un equilibrio mucho más conseguido. Al fin y al cabo en el Day Date, como la longitud del nombre de los días varía notablemente, tenían cada uno su propia grafía para conseguir un borde exterior uniforme. El resultado era un tanto extraño, con la dificultad añadida de ese incompleto Thu para el jueves, que era casi insalvable. Todo eso desaparace en este Patrimony Moon Phase And Retrograde Date que, ahora sí, tiene unas proporciones perfectamente equilibradas. Eso no quiere decir que el Day Date desaparezca de la colección Patrimony; pero ahora tiene un competidor más clásico, por así decir.
La representación de la luna es la tradicional, con un disco de oro rosa sobre un fondo azul estrellado. Tradicional, pero no por ello menos bonita. A su alrededor se han marcado hitos de la edad de la luna, que como ya sabemos dura exactamente 29 días, 12 horas y 45 minutos. Las indicaciones hacen que sea muy fácil ajustarla. Si es que es necesario, porque en principio sólo hace falta hacerlo una vez cada 122 años. Por cierto que todos los ajustes se hacen desde la corona, sin pulsadores adicionales en la caja.
Digamos por cierto que este avance se ha trasladado al ya existente Day Date: al modificar su calibre 2460 R31R7 para hacerlo más delgado (4 mm nada menos), se ha integrado el mecanismo de ajuste mediante la corona. Más aún, la caja se ha modificado para tener las mismas hechuras que este Moonphase y la misma delgadez de 9,7 mm. Una actualización importante, la verdad.
Esto lo consigue el calibre automático de manufactura 2460 R31L, con 275 piezas y que se mueve a 4 hercios durante las escasas 40 horas que dura la reserva de marcha. Sólo tiene dos pegas el movimiento: como sólo tiene 27,2 mm de diámetro se ve mucho metal y poco calibre. Además el rotor es tan grande que apenas se ve nada de un motor con todos los acabados que exige el sello del Punzón de Ginebra. A cambio, la masa oscilante de oro es una auténtica belleza.
El resultado es un reloj de vestir distinto, con mucha personalidad en la muñeca. A mí me parece que los relojes -incluidos los de vestir- deben estar entre los 40 y los 42 mm de diámetro porque nuestras muñecas no son las mismas que había en los años 50. Ni siquiera las que había en los años 90. Así que los relojes deben con su época, y éste lo hace. El Vacheron Constantin Patrimony Moon Phase And Retrograde Date se ha lanzado tanto en oro rosa como como en oro blanco (con índices, manecillas y disco lunar a juego). Ambos tienen un precio de 43.600 euros, y se pueden encontrar en los distribuidores de la marca. Más información en VacheronConstantin.es.