Nomos Club Sport neomatik 42 mm: el deportivo de Nomos, en vídeo
Un reloj excelente por presencia, prestaciones y precio
Este Nomos Club Sport neomatik 42 mm es sin duda uno de los mejores relojes que vimos en Baselworld 2019. Y ahora, ocho meses después y tras tenerlo conmigo un tiempo, sin duda me reafirmo en esta opinión. Nomos ha sabido partir de su colección estándar para crear un reloj que parece completamente nuevo, o que a primera vista sólo está unido a la colección Club a la que pertenece por el nombre. Y eso que es un Nomos Club de arriba abajo, pero la sensación cuando lo tienes contigo es completamente diferente.
Siempre se le había pedido a Nomos que lanzara un cronógrafo, o como mínimo un reloj deportivo. Es verdad que pedir un crono es un tanto injusto, siendo como es una de las complicaciones más difíciles y que necesita un enorme desarrollo. Audemars Piguet, por ejemplo, no ha tenido su propio calibre cronógrafo hasta este año. Pero a los que nos gusta tanto Nomos queremos ver a la marca siempre ahí arriba, y de ahí la petición. Es por amor. El año pasado Nomos lanzó los Autobahn, que ya vimos en vídeo. Si bien era un modelo inspirado en los coches, no era tampoco un reloj que uno podría llamar deportivo. A mí me gustan, pero entiendo que su apuesta estética -y su alto precio- quizá descentre al seguidor de la marca. Esto no va a ocurrir con el Nomos Club Sport neomatik 42 mm.
EL CALIBRE DUW 6101
Es raro comenzar por el calibre al hablar de un reloj, pero creo que es necesario emplezar por él para comprender mejor todo lo bueno que tiene el Nomos Club Sport neomatik 42 mm. El calibre DUW 6101 es el siguiente calibre aparecido tras el DUW 3001, y mantiene las mismas exigencias técnicas (y estéticas). En primer lugar el tamaño: 35,2 mm de diámetro. Esto le hace entrar dentro de la categoría de movimientos grandes. Nos sirve como referencia el Portugieser de IWC, un fabricante que se distingue por sus calibres grandes y que en el caso de su reloj más emblemático lleva un calibre de 38,20 mm de diámetro.
Pero es que el DUW 6101 tiene una altura de sólo 3,6 mm, sólo 4 décimas más que el DUW 3001. Esto puede parecer baladí, pero no lo es. Vamos a ver el cuadro de aquí abajo:
Las diferencias son espectaculares, ¿verdad? ¿Quiere eso decir que las grandes marcas no podrían tener un calibre tan delgado como el de Nomos? Por supuesto que podrían. Pero no lo hacen, y Nomos sí. La manufactura no ha querido renunciar a las líneas estilizadas de sus relojes y ha puesto toda su experiencia en desarrollar unos calibres muy delgados, pero que sin embargo mantienen los altos niveles de exigencia que la tenía: el DUW 6101 está ajustado en 6 posiciones, una más de las que se exigen a los cronómetros certificados, y está bellamente decorado con nervaduras Glashütte, perlado en la platina base, tornillos azulados y un rotor esqueletado y grabado. El uso del dorado le además un apariencia más dulce.
Pero además el calibre tiene una fecha como no se encuentra en su mercado: además del salto instantáneo, se puede cambiar hacia adelante y hacia atrás sin problema. Y además lleva un embrague que desconecta el sistema si se cambia la fecha cuando ya iba a cambiar por sí sola. De esta manera no existe el problema de que puedas dañar el mecanismo. Es, en resumen, un calibre de altas prestaciones como ninguno en este segmento de precio (y de precios más altos). Y una nota personal: tuve el reloj durante una semana. Siendo un reloj de muestra, que viaja aquí y allá -como en mi caso-, tenía una desviación de +2 segundos al día. Poco más se puede añadir.
UNA CAJA DISTINTA
La caja del Nomos Club Sport neomatik 42 mm tiene un diámetro, como su nombre indica, de 42 mm de diámetro y sólo 10,2 mm de altura. Es la caja más grande que tiene ahora mismo Nomos, pero como es tan delgada se lleva perfectamente. Y, sin embargo, la sensación que transmite no es de delicadeza o fragilidad. Al contrario; Nomos ha reforzado la caja e incluso el zafiro es más grueso (y con doble tratamiento antirrflectante), y la sensación es de peso y solidez.
Este refuerzo viene porque el reloj es estanco hasta 300 metros. ¿Es que Nomos ha querido hacer un reloj de buceo? En absoluto. Ocurre dos cosas: en primer lugar Nomos tiene la capacidad como para hacer un reloj con la misma hermeticidad de los buceadores certificados. Pero, en segundo lugar, Nomos cuida mucho la estética, y poner 1.000 pies en la esfera queda muy bien. Así que por qué no.
Como tiene esa hermeticidad es seguro que el Nomos Club Sport neomatik 42 mm va a acabar en el agua en algún momento, así que Nomos ha añadido algo más: cuando la corona está desenroscada se puede ver un anillo rojo que te avisa de que en ese momento la caja no es hermética. En principio no es necesario porque se nota mucho que la corona está sacada, pero es que Nomos ama los detalles, y son esos detalles los que tanto nos seducen.
La caja está perfectamente pulida y refleja la luz de manera elegante. Por si no había quedado claro más arriba, remarquemos también que el calibre es visible gracias al zafiro posterior. Con un diámetro de 42 mm y un bisel poco pronunciado queda sitio para una gran esfera, que al fin y al cabo es lo primero que miramos (aunque en este caso compite con el brazalete a la hora de atraer la vista).
En la esfera todo es como debería ser, y por eso es una presencia ganadora desde el primer momento .La base es una placa galvanizada y lacada en nego con un motivo rayos de sol. En estos casos muchos fabricantes se limitan a pintar los índices y numerales sobre la esfera, pero no es este el caso. En el Nomos Club Sport neomatik 42 mm la esfera se curva hacia dentro allá donde hay un marcador horario, de manera que se crea una sutil sensación de profundidad que enriquece el porte del reloj.
Al haber desarrollado el calibre desde cero la ventana de fecha se integró en el movimiento, lo que permitió hacerlo más delgado y que luego, al estar encajado en el reloj, la ventana de fecha quedara donde debería: bien pegada al borde de la esfera y contra la caja del reloj.
Los textos del reloj están perfectamente aplicados, con ese tono dorado del neomatik y de la hermeticidad que le dan un toque elegante. Tanto los numerales e índices como las manecillas están rellenas de Super-LumiNova azul, que en la oscuridad brilla sin mácula.
UN BRAZALETE ESPECIAL
Esta era otra de las demandas tradicionales que le hacíamos a Nomos: un brazalete de metal. Nomos se ha tomado su tiempo, pero lo ha invertido bien. El nuevo brazalete del Nomos Club Sport neomatik 42 mm está hecho a mano y consta de 145 piezas, lo que te da una idea de su complejidad. En vez de hacer una pieza a base de múltiples eslabones ha optado por un eslabones únicos y rectos, que quedan perfectamente juntos cuando se pone en plano.
Está pulido en los laterales y los eslabones unidos por tornilos. El frontal sin embargo es satinado, contrastando así con el pulido de la caja. El sistema de cambio rápido hace que darle otro aspecto al reloj con las correas de Nomos sea facilísimo, y el ajuste de la distancia en el cierre es igualmente sencillo (aunque hay que acostumbrarse a él). El cierre de por sí también está pulido, lo que indefectiblemente llevará a que haya que soportar rayaduras en su superficie. Pero tal cual es, resulta elegante y muy atractivo. Por cierto que se pliega al revés de los cierres habituales.
UN ÚLTIMO DETALLE
He mencionado varias veces el gusto por los detalles de Nomos. Eso también se extiende al envoltorio de sus relojes, incluido este Nomos Club Sport neomatik 42 mm. Donde la gran mayoría de marcas te dan una caja sin más, Nomos guarda su reloj en un estuche de piel de maravilloso tacto en el que incluye un generoso paño para su limpieza. Y todo ello va dentro de una caja gris que no hace sino remarcar su elegancia.
Si ya de por sí guardamos las cajas de nuestros relojes por el mero hecho de también forman parte del reloj -aunque nunca interactuemos con ellas- en este guardar la caja es absolutamente obligatorio. Y un auténtico placer.
EN RESUMEN
Como decía al principio, no cabe duda de que este Nomos Club Sport neomatik 42 mm es una excelente opción si se quiere algo distinto a lo que ya conocemos, con una presencia elegante e informal a la vez, con una construcción sólida y con un calibre de primera categoría. Un reloj que cumple con orgullo la misión de ser «único reloj para todo». Por sus formas queda bien con cualquier camisa, y su versatilidad le hace triunfar en los ambientes serios y en los informales. Y su precio: 3.220 euros. Habría que hacer muchos esfuerzos y muchas salvedades para encontrar un reloj de estas prestaciones a este precio. Es una compra excelente que, además de encontrarla en los puntos de venta autorizados, se puede comprar en la propia web de la marca, Nomos.es.