Rolex GMT Master II Meteorite. Fotos en vivo y precio
Una exclusiva adición a la colección de Rolex, en la que sólo hay dos esferas más así
El Rolex GMT Master II Meteorite 126719 BLRO fue presentado en Baselworld como un lanzamiento digamos «menor», si es que hay algún lanzamiento de Rolex que no genere ríos de comentarios en un sentido o en otro. En un año en el que se presentó el Batman con brazalete Jubilee (que vimos con fotos en vivo), presentar una variación del Pepsi no parece mucha cosa, pero en realidad es más exclusivo e inasequible que el propio Pepsi en acero o desde luego el Batman. Y no estoy hablando de dinero (aunque también).
EL METEORITO GIBEON
Como ya conté en la presentación en vivo del Rolex Day-Date 40 mm Meteorite Dial, el meteorito Gibeon (que debe su nombre a la ciudad cercana a donde cayó, Gibeon) es el padre de prácticamente todas las esferas de meteorito que en el mundo han sido. No se sabe cuándo cayó sobre la Tierra, pero se estima que entre 3 millones y 3.000 años antes de Cristo. Se cree que su peso era de unos 26.000 Kilos, pero antes de que llegaran los occidentales a Namibia las tribus locales habían estado usando, durante generaciones y generaciones, fragmentos del meteorito para hacer instrumentos y armas.
En 1836 el capitán J. E. Alexander oyó a los locales hablar de una gran piedra de acero, y cuando la encontró le faltó tiempo para reclamarla para su Majestad británica. Desde entonces cientos de kilos se sacaron de Namibia, hasta que el país se hizo independiente en 1990 y detuvo la sangría. Gibeon procede del cinturón entre Marte y Júpiter y es llamativamente distinto a otros meteoritos: está compuesto en un 90% de hierro y níquel. De ahí los especiales matices que cobra la esfera cuando se pule.
El meteorito se ha usado durante décadas en joyería, pero sólo hizo acto de presencia en Rolex en 2008, cuando lanzó una edición limitada en oro blanco del Rolex Daytona. Desde entonces siempre ha estado en uno u otro modelo de la casa. Hay que tener en cuenta que, en una manufactura tan industrializada como Rolex, que produce sus relojes en serie, una esfera de meteorito es algo especial porque cada una de ellas es única, ya que nunca se repite el mismo patrón. Eso convierte a los modelos que lo incorporan en objetos de deseo (de más deseo aún, quiero decir).
Por cierto que a ese patrón se le llama Widdmanstatten en honor del austriaco Conde Alois Von Beckh Widmanstatten, que en 1808 descubrió que si calentaba los meteoritos de hierro podía influir y aumentar el color natural y el lustre de los patrones del hierro y el níquel de su composición. Aunque hay que decir que el conde nunca registró por escrito su descubrimiento. Sin embargo, en 1804 el inglés William Thomson sí había dejado por escrito un experimento que consistía en bañar el meteorito en ácido nítrico para quitarte el óxido, dando como resultado esos patrones cuya autoría la Historia ha asignado erróneamente al austriaco.
Rolex GMT Master II Meteorite 126719 BLRO
Si quitamos la singularidad de la esfera, este Rolex GMT Master II Meteorite es como el Pepsi que ya conocemos. Tiene una caja de oro blanco de 40 mm de diámetro, el mismo material que el del brazalete Oyster. El bisel giratorio es el ya conocido de Cerachrom bicolor, con ese tono un tanto más apagado que da la cerámica y que a mí personalmente me gusta más que los de aluminio. Los índices y manecillas son de oro blanco, y están todos bañados de Chromalight azul.
Por dentro se mueve el calibre 3285, protegido con 10 patentes y que integra un escape Chronergy, espiral Parachrom y una reserva de marcha de 70 horas. Como todos los movimientos Perpetual de Rolex, el 3285 tiene certificación de Cronómetro otorgada por el laboratorio COSC.
Con un precio de 38.000 euros, el Rolex GMT Master II Meteorite es sólo 1.600 euros más caro que el Pepsi normal de oro blanco, lo que no me parece mucho para una esfera que sólo existe en este reloj, en un modelo Daytona y en el Day-Date que he citado arriba. Por supuesto tener el reloj no depende de que se tenga el dinero que cuesta, sino de otras cosas que ya conocemos, lo que lo hace aún más deseable. Más información en Rolex.es.