Este año 2020 está siendo el más raro desde hace décadas. Seguramente desde 2001, cuando el atentado en las Torres Gemelas cambió el mundo. Pero para IWC es el año de un viejo conocido. De hecho el más conocido de los IWC, porque 2020 está dedicado al Portugieser en sus múltiples versiones. Lo primero que hizo fue lanzar el cronógrafo con -por fin- un calibre de manufactura, algo esperado desde hace años. Después presentó los modelos de 40 mm de diámetro, que por fin acercaba el reloj a muchas más muñecas.

Pero la manufactura siempre lanza versiones que sólo se venden en sus tiendas, y ahora han llegado estos dos IWC Portugieser Boutique Edition, que se distinguen por ese color azul tan bonito y que normalmente reserva para los puntos de venta propios. En este caso son dos de las complicaciones favoritas: el cronógrafo y el calendario perpetuo.

IWC PORTUGIESER BOUTIQUE EDITION CHRONOGRAPH IW371614

El IWC Portugieser Chronograph es ante todo un éxito comercial debido a su diseño atemporal, clásico y muy discreto. Esto es debido a sus dimensiones, relativamente pequeñas. Mientras que 43 mm (y más) no son infrecuentes en la colección Portugieser, esta versión se adhiere a un diámetro bastante compacto: 41 mm. La altura se mantiene en 13 mm, lo que lo hace muy equilibrado. El material utilizado, como se ve en las fotos, es el oro rojo.

Así como en la nueva versión del Cronógrafo los pulsadores son levemente más finos, la corona no cambia y la caja en su conjunto tiene superficies planas pulidas y el bisel ultrafino, mientras que los laterales están cepillados. Se sujeta a la muñeca con una correa de cocodrilo (con la excepción de los relojes entregados en California), y está equipado con una hebilla triple plegable rediseñada para hacerla más delgada. Esto hace que la hebilla esté siempre centrada, lo que permite una mayor comodidad para muñecas más pequeñas.

La esfera es fácilmente reconocible gracias a su disposición simétrica y minimalista (al menos para un cronógrafo). El nuevo IWC Portugieser Boutique Edition Chronograph conserva todos los elementos que lo han hecho tan reconocible y querido. Numerales arábigos bellamente delineados, puntos pulidos para los minutos, manecillas con forma de hoja y ausencia de ventana de fecha. Los contadores, con el totalizador de 30 minutos a las 12 en punto y los segundos pequeños a las 6 en punto, son también los ya conocidos.

La única diferencia notable con los modelos anteriores es el logotipo «IWC Schaffhausen», con una fuente más moderna y un tamaño ligeramente más pequeño. En resumen, con la excepción del logotipo, nada cambia para seguir seduciendo igual.

El movimiento encontrado en este IWC Portugieser Boutique Edition Chronograph, el calibre 69355, es sin duda una gran mejora en comparación con el antiguo 7750. En primer lugar, tiene un aspecto mucho mejor y ahora se puede mostrar con orgullo bajo un fondo de zafiro. En segundo lugar, se basa en una rueda de pilares para las operaciones de inicio / parada / reinicio, lo que hace que los pulsadores sean mucho más fáciles de usar que en los modelos anteriores. Finalmente, la reserva de marcha aumenta de 44 horas a 46. Mejora mínima, ciertamente, pero mejora al fin y al cabo.

El reloj está ya disponible, y tiene un precio de 17.700 euros. Las versiones no boutique en acero cuestan 7.950 euros, incluidas las versiones muy funky roja y verde.

IWC PORTUGIESER BOUTIQUE EDITION PERPETUAL CALENDAR IW344205

A principios de la década de 1980, Kurt Klaus se propuso trasladar el calendario gregoriano, con sus numerosas irregularidades, a un esquema mecánico para un reloj de pulsera. Su ingenioso calendario perpetuo, que debutó en el Calendario Perpetuo Da Vinci en 1985, comprende solo alrededor de 80 piezas y muestra la fecha, día, mes, año en cuatro dígitos y la fase lunar. El mecanismo mecánico reconoce automáticamente la diferente duración de los meses e incluso agrega un día bisiesto a fines de febrero cada cuatro años. La visualización de la fase lunar es tan precisa que se desviará de la fase real de la Luna solo un día después de 577.5 años.

Todas las subesferas están perfectamente sincronizadas y se pueden ajustar simplemente girando la corona, lo que hace que el reloj sea extremadamente fácil de usar. La complicación se ha ido mejorando constantemente a lo largo de los años, de manera que solo necesitará una corrección en 2100. Aquí tienes en vídeo la versión anterior del calendario perpetuo. Aquí está en vídeo la versión con indicación digital y cronógrafo.

En los nuevos Portugieser Calendario Perpetuo el tamaño de la caja se ha reducido a 42,4 mm y su altura de 13,8 mm es ligeramente más delgada que el grosor de la caja de 14,9 mm del modelo de 44 mm. Presenta una caja pulida y cepillada de oro rojo de 18 quilates y el fondo de la caja tiene una ventana de cristal de zafiro para mostrar el movimiento.

Se han respetado todos los rasgos genéticos del Portugieser: en la periferia se encuentra la característica minutería de ferrocarril, los elegantes números arábigos aplicados, las manecillas delgadas de hoja y el diseño limpio y agradable de todos los elementos. Con sólo tres subesferas en lugar de cuatro, el diseño de las funciones de calendario perpetuo aquí es aún más legible que el de su hermano mayor. Por cierto, las manecillas y los números aplicados están todos chapados en oro.

En este modelo el contador de la fase lunar se ha reubicado de las 12 a las 6 en punto, incorporada dentro del disco correspondiente a los meses y permitiendo una hermosa franja de espacio vacío en la parte superior, ocupada por el logotipo. Esta fase lunar sólo se desvía de la órbita real de la Luna un día cada 577,5 años.

Otro cambio sorprendente es que el pequeño segundero a las 9 en punto han sido reemplazados por un segundero central, y la función de año de cuatro dígitos ha desaparecido. Los días de la semana se ubican a las 9 en punto con una pequeña apertura para el año bisiesto; la fecha es a las 3 y el mes y la fase lunar son a las 6 en punto. El calendario perpetuo de Kurt Klaus también es uno de los calendarios perpetuos más simples para operar, ya que todas las pantallas se pueden sincronizar y ajustar a través de la corona.

El IWC Portugieser Boutique Edition Perpetual Calendar no funciona con el mismo motor que la versión de 44.2 mm con sus dos barriletes, su potente reserva de marcha de 7 días y su rotor de oro macizo. Aquí, la familia de calibres propios 82000 ,más simple pero robusta y confiable, ha sido la elegida como la base para el módulo de calendario perpetuo desarrollado por Kurt Klaus. Equipada con el sistema de cuerda automática Pellaton, la familia IWC calibre 82000 tiene componentes hechos de cerámica (trinquetes, leva y rueda automática) que prácticamente no se desgastan.

El calibre interno 82650, que se puede ver a través del cristal de zafiro, tiene un rotor esqueletizado y toques de perlado circular en las platinas y Côtes de Genève en los puentes. El movimiento oscila a 28.800 alternancias por hora y tiene una reserva de marcha de 60 horas. Por último, el precio: 32.900 euros.

Cualquiera de las dos opciones de estos IWC Portugieser Boutique Edition son una apuesta ganadora, que fácilmente se pueden convertir en un reloj casi de diario porque, al tener esferas tan grandes, el oro de la caja no tiene tanta presencia y lo hace más discreto sin perder un ápice de elegancia (más bien al contrario). Y si eso no vale como razón para no quitárselo de la muñeca, la que sin duda vale es que ambos son una belleza. Más información en IWC.es.