Tudor Black Bay Fifty-Eight Oro. Fotos en vivo y precio
El modelo que completa el trío olímpico de la casa en 2021
Tudor se ha centrado, al menos en la primera mitad del año, en el Tudor Black Bay Fifty-Eight, que es sin duda el modelo más exitoso de la familia Black Bay, seguramente porque las proporciones del reloj son más amables con más muñecas (39 mm de diámetro) que las del Black Bay original, que mide 41 mm (como éste de acero y oro que vimos en vivo). Además la ausencia de la ventanilla de fecha hace que la esfera sea simétrica y por tanto más atractiva.
Es verdad que, aparte de los Crono Panda (que también hemos visto en vivo), la casa ha lanzado un Heritage Metas (las fotos en vivo están aquí) que, aunque no sea un superventas, es importante por los motivos que expuse en el artículo. Pero sin duda lo que más resonancia ha tenido ha sido la aparición del -para mí- modelo más bonito: el Fifty-Eight de plata, aún más elegante y seductor en vivo que en las fotos de estudio. Y después hemos visto en vivo el Fifty-Eight todo de bronce. Ahora llega el metal que faltaba para coronarse en este año olímpico: el Tudor Black Bay Fifty-Eight Oro.
Dejando a un lado el material de la caja, no hay grandes variaciones entre esta nueva edición de oro amarillo del Black Bay Fifty-Eight y una versión clásica de acero. La principal diferencia es, por supuesto, la caja de oro amarillo macizo de 18 quilates. El oro no es nada raro en Tudor porque hemos visto modelos en bicolor desde 2017 (éste, en vivo), pero no son de oro macizo ni tampoco es un baño de oro; son varias capas de oro, para darle mayor solidez.
En este caso, sin embargo, la caja, la corona -atornillada y con el símbolo de la rosa Tudor grabado-, el bisel y el fondo son de oro macizo. Por lo demás, las superficies están totalmente cepilladas -incluso el bisel del lateral- y el diámetro de 39 mm permanece inalterado. Hay sin embargo un canto pulido que recorre la caja de un asa a la otra, una marca de la casa que es común a todos los modelos y que rebaja su aspecto utilitario para hacerlo más refinado. Como siempre, un cristal de zafiro abombado protege la esfera y la estanqueidad es de 200 metros.
Otra de las evoluciones se refiere al esquema de colores. Para diferenciar este Tudor Black Bay Fifty-Eight Oro del resto de la colección, la marca adopta un color verde mate inédito hasta ahora. Se encuentra en la inserción de aluminio anodizado del bisel, así como en la esfera. Todos los elementos de contraste están realizados en color oro (en el bisel) o, en el caso de manecillas e índices aplicados, en oro macizo.
En realidad es una combinación de colores que, aunque sea nueva en Tudor, es muy clásica, porque al verde musgo le va muy bien el color dorado. Especialmente si no es tan brillante como aparece en las fotos promocionales. El resultado es una elegancia que hace redescubrir el modelo, que ahora -y también con la versión de plata- va más allá del simple reloj instrumento para pasar a ser compañero de fatigas diarias (y fiestas nocturnas).
El Black Bay Fifty-Eight Oro (referencia 79018V) viene con dos correas. Una es una clásica de aligátor marrón oscuro con una hebilla de oro amarillo de 18 quilates y costuras de color beige. La segunda es una correa de tejido Jacquard verde con una banda de oro y, de nuevo, su propia hebilla de oro de 18 quilates.
Bajo un fondo de zafiro -una novedad que ya vimos en el modelo de plata- se encuentra el calibre de manufactura MT5400. Es un motor automático que late a 4 Hz, almacena hasta 70 horas de reserva de marcha y se acompaña de una espiral de silicio con propiedades antimagnéticas. Su acabado es típico de los calibres de Manufactura de Tudor: el rotor troquelado en tungsteno monobloque está satinado con detalles pulidos a chorro de arena, mientras que los puentes y la placa alternan superficies pulidas a chorro de arena y decoraciones láser. Su precisión está certificada por el COSC, que permite una variación de -4 a +6 segundos diarios, pero Tudor lo ajusta a -2/+4.
Por último, y como es ya norma en la casa, el Tudor Black Bay Fifty-Eight Oro goza de una garantía transferible de cinco años, sin necesidad de registros ni de mantenimientos obligatorios. El reloj en la muñeca queda francamente bonito, aún siendo oro amarillo. Clásico y deportivo a la vez. Tiene un precio de 15.880 euros y ya está disponible en los puntos de venta autorizados. Más información en Tudor.es.