Como se suele decir, el Grupo Swatch «ha roto internet», una expresión que se utiliza cuando algo está por todas partes y todo el mundo habla de ello. Cierto es que, a la vista de los acontecimientos mundiales, decir que «ha roto internet» puede sonar un tanto fatuo, pero sin duda alguna, en lo que a relojería comprende, estos Omega x Swatch MoonSwatch sí que han roto la internet entera.
Nombrar el Moonwatch de Omega es nombrar una de las deidades de la relojería (y, por si alguien aún no lo tiene claro, lo expliqué en este vídeo). Swatch es otra de las deidades porque salvó a la industria suiza de un decaimiento económico y espiritual que la estaba llevando a la muerte, gracias a sus relojes de plástico e infinitas versiones (incluso artísticas, como vimos en este vídeo). Por eso la idea de que el Moonwatch se viera convertido en uno de esos relojes de plástico ha tenido a todo el mundo al retortero desde que se vieron las primeras indicaciones de que podría ser así. La fecha en la que se desvelaría todo tendría que haber sido esta noche del 24 de marzo, pero a la empresa se le ha escapado la información (◉_◉) y hemos podido ver los Omega x Swatch Moonswatch antes.
La idea es muy inteligente: se ha tomado el actual Moonwatch (que presenté aquí en vídeo) y, en vez de simplemente hacer una versión «Swatch», se ha creado un modelo por cada uno de los planetas del sistema solar, además del Sol y la Luna (la nuestra, la de la Tierra). De esta forma se creado una colección de 11 relojes para que haya uno (como mínimo) que guste a todo el mundo, y no una especie de copia barata del Moonwatch, que habría sido considerada una traición incomprensible.
Los Omega x Swatch MoonSwatch están hechos en biocerámica, que es el material del futuro para Swatch. No quiere decir que vaya a abandonar el plástico (al menos por ahora), pero sí que es una apuesta por materiales más acordes con la mentalidad actual de cuidado del medioambiente. Vimos aquí los primeros Swatch de biocerámica con fotos en vivo.
Como quien ha diseñado los relojes es Gregory Kissling, director de diseño de Omega, los detalles están cuidados al máximo. La caja, que mide 42 mm de diámetro y 13,25 mm de altura (como el Moonwatch, básicamente), mantiene las formas exactas del original, con la corona y los pulsadores protegidos (y un logotipo ad hoc) y las asas tradicionales de Omega con forma de lira. Son herméticos hasta 30 metros.
El famoso taquímetro del Moonwatch también se ha reproducido en los Omega x Swatch MoonSwatch, incluidos los dos detalles que gustan a los puristas: el Dot Over Ninety (punto sobre el 90) y el punto en diagonal con el 70.
La esfera tiene la misma disposición que en el Moonwatch original, si bien, dada la configuración del movimiento cronógrafo de cuarzo, las subesferas quedan separadas y desequilibradas, que es lo que más distingue a los MoonSwatch del Moonwatch. Las manecillas también son idénticas.
Incluso se ha grabado un S sobre el cristal mineral, del mismo modo que el Moonwatch tiene el logotipo de Omega.
Al igual que ocurre con los Omega Speedmaster de 38 mm, el Omega x Swatch MoonSwatch Misión a Venus, el más femenino de todos, tiene las subesferas ovaladas y con una decoración como de diamantes impresos.
Todos los relojes se atan a la muñeca con correas de velcro, al estilo de las que se lanzaron para el Moonwatch original.
Y estos son los 11 Omega x Swatch MoonSwatch, uno a uno:
Y, de más cerca del Sol a más lejos:
Todos los Omega x Swatch MoonSwatch tienen el mismo precio: 250 euros, que está francamente bien. Va a haber tanta demanda que los relojes sólo se van a vender en tiendas seleccionadas, y Swatch sólo permite comprar 2 unidades por persona. Además parece ser que quizá se pueda comprar un estuche con los 11 modelos, que seguro que pasaría a ser muy codiciado. Y, por cierto, todas las traseras están personalizadas con cada una de los objetos astronómicos a los que homenajean. Se van a vender como pan caliente. Más información en Omega.es y Swatch.es.