Hublot Big Bang Integrated Tourbillon Full Blue Sapphire. Fotos en vivo y precio
Una estética sin duda única
Casi veinte años lleva Hublot con «el arte de la fusión» como lema de la marca, en los que se ha aventurado no sólo a utilizar materiales distintos como parte de su colección estándar (no como unidades limitadas), sino que ha insistido en ser el primero en muchas de las aplicaciones de esos materiales. Así, hemos visto en vivo cerámica de diversos colores, de carbono y también de zafiro. De hecho, el año pasado ya vimos un en vivo un Big Bang Tourbillon Automatic Purple Sapphire, pero en ese caso sólo la caja estaba realizada en zafiro. Sin embargo, el Tourbillon Full Blue Sapphire que vemos ahora tiene todo -incluido el brazalete- fabricado en zafiro, con un precio que no es de este mundo: 500.000 dólares.
Dejando a un lado el color, el brazalete es lo más importante. Es un logro técnico extraordinario; cada eslabón de zafiro tiene el tamaño y el acabado perfectos, todo con una translucidez asombrosa y uniforme que requiere un nivel demencial de precisión en el fresado.
Es un proceso que requiere mucho tiempo (todo el zafiro de Hublot se cultiva en un laboratorio durante meses), que implica el pulido con diamante individual de cada pieza y la alteración química del zafiro sintético para conseguir el color azul de forma que no se degrade la integridad estructural de los eslabones del brazalete o de la caja.
Es una locura sostenerlo en la mano porque es tan etéreo que casi parece un juguete. Eso también puede ir en su contra, porque la falta de peso da una sensación rara, más que la del titanio. Además el zafiro tiene otra desventaja: se ve todo lo que hace a un brazalete ser lo que es: los tornillos, sus fundas, las partes que unen los eslabones, los muelles que lo sujetan a la caja y, por encima de todo, lo que resulta más matador: tu propio brazo, probablemente con vello.
No es que el brazo sea una parte fea del cuerpo que no lo es. Yo creo que es más el hecho de que, inconscientemente, esa parte de la muñeca debería estar tapada por el reloj, y sin embargo no lo está. Eso es lo que lo hace tan raro, en mi opinión.
El diámetro de caja es de 43 mm de diámetro. Al contrario que el reloj morado del año pasado, que tenía pequeñas hendiduras en las paredes laterales de la caja, el Tourbillon Full Blue Sapphire tiene un lateral uniforme y liso. Así, las líneas de la caja son más limpias y menos arquitectónicas, y se integran perfectamente en el brazalete para dar un aspecto que podría rozar lo «clásico» si no fuera tan abiertamente avant garde en color y materiales.
La esfera como tal no existe. Ha sido sustituida por unos puentes transparentes sobre los que se sustentan seis índices horarios con Super-LumiNova tintada en azul, al igual que las manecillas. La escasez de índices se debe a que Hublot ha querido que se vean bien los dos elementos simétricos de la caja. A las doce horas, el rotor (situado directamente sobre el barrilete) con el nombre de la marca, lo que evita tener que grabarlo sobre el cristal.
El otro es el tourbillon de un minuto, situado justo enfrente. Los tres puentes que le dan rigidez son iguales, así que no hay una manecilla de segundos como tal.
El Hublot Tourbillon Full Blue Sapphire está equipado con el Calibre HUB6035 esqueletado, un movimiento de manufactura automático con tourbillon. Muy llamativo, pero también muy inferior en comparación con lo que se puede encontrar en algunos de los otros relojes que se ofrecen por la friolera de medio millón. Con esa cantidad de dinero se pueden conseguir grandes complicaciones con tres o más veces más componentes que en este HUB6035, y además con mejores acabados.
Ciertamente no se compra uno este reloj por el calibre, pero uno se esperaría algo más que el habitual acabado a máquina de la casa.
En la muñeca ocurre algo curioso: decía antes que el brazalete no pesa nada; pero la caja sí, así que, salvo que el reloj esté perfectamente ajustado, resulta cabezón, con esa sensación de que se te va a vencer a un lado o al otro. Y no es algo desdeñable, porque si un brazalete de cerámica se puede romper si se golpea con una superficie dura tras una caída de 1 metro, a este Tourbillon Full Blue Sapphire le basta con caer desde medio metro. No quiero ni pensar hasta donde se te baja la sangre si ves que se te cae.
Sólo se van a fabricar 10 unidades del reloj, lo que significa que va a haber diez ciudadanos felices de tener un reloj no sólo muy exclusivo por su escaso número y su precio, sino realmente único en su construcción. Yo no sería uno de ellos. Más información en Hublot.com.