Nuevos Grand Seiko Calibre 9S 20th Anniversary
La feliz celebración de los 20 años de un calibre ya mítico: el 9S
Celebrar relojes o los relojeros que los han creado es algo habitual en este mundo. Pero celebrar el calibre de un reloj es mucho más raro, y eso que en realidad son los movimientos los que hacen el reloj y no al contrario. Seiko lanzó el Grand Seiko en 1960, pero en 1998 tuvo lugar un hito dentro de la historia del reloj: apareció el Calibre 9S, un motor completamente nuevo desde su concepción a su desarrollo final y con el mismo objetivo que rige a Seiko: máxima calidad, máxima duración, máxima precisión. En Baselworld 2018 la manufactura ha querido celebrar el acontecimiento lanzando tres relojes: los Grand Seiko Calibre 9S 20th Anniversary.
El calibre 9S no es el mismo que el que vio la luz en 1998 porque Seiko lo ha ido perfeccionando en todos los niveles. Seguramente el avance más importante -pero menos conocido- es la utilización de la tecnología MEMS en la fabricación de piezas, ya que los llamados Sistemas Microelectromecánicos permiten regular tolerancias de una milésima de milímetro. Es una técnica nacida de los semiconductores y permite la máxima precisión. Por supuesto que no era necesario que Seiko usara esta técnica; nadie en relojería la usa y les va bien (bueno, a algunos mejor que otros), así que para qué una inversión así. Pero el nivel de exigencia de Seiko emana de la idea de la perfección que permea toda la cultura japonesa del trabajo, y si puede ir a más, lo hace.
Otro de los avances importantes introducidos en el calibre 9S fue el uso de Spron, una aleación de cobalto y níquel desarrollada por Seiko y que permite fabricar espirales y volantes antimagnéticos, más resistentes a los cambios de temperatura y con más flexibilidad de mecanización. Por supuesto el calibre ha ido incorporando complicaciones: desde una simple fecha (como éste) a un GMT, un cronógrafo y, sobre todo, la alta frecuencia (36.000 alternancias a la hora o 5 hercios), una tecnología en la que Seiko fue pionero y que garantiza una mayor exactitud. Esta ha sido la versión elegida para estos tres relojes, como no podría ser de otro modo. Así que las celebraciones están más que justificadas. Vamos a ver los relojes que protagonizan los fastos.
GRAND SEIKO CALIBRE 9S 20TH ANNIVERSARY REF. SBGH265
La estrella sin duda, por varios motivos: está limitada a 20 unidades y fabricada en platino. La caja -en los tres relojes es de 39,5 mm de diámetro- presenta dos superficies pulidas siguiendo la técnica Zaratsu, una tradición que se remonta al pulido de las katanas y cuyo resultado es un reflejo sin distorsión; es decir, las líneas rectas se reflejan rectas, no se curvan como ocurre normalmente. Es un acabado de altísima relojería en el que Seiko es maestro.
La esfera presenta un patrón radial creado a partir del logotipo GS, que se repite en las tres versiones. Bajo el texto aparece la leyenda V F A, que significa «Very Fine Adjustment» (Ajuste Muy Fino). Es una definición un tanto vaga aparecida en 1969 (similar por cierto a la de VHP recuperada por Longines en sus nuevos cuarzos), y que hace referencia al trabajo extra para lograr aún más precisión: +3/-1 segundos al día. Aunque, conociendo a Seiko y la precisión que normalmente dan sus Grand Seiko seguramente será aún mejor. El reloj pasa nada menos que 34 días de pruebas para garantizar su excelencia. El reloj en principio estaría disponible en marzo, pero dudo que llegue a las boutiques porque se venderá antes. Su precio es de 53.500 euros.
GRAND SEIKO CALIBRE 9S 20TH ANNIVERSARY REF. SBGH266
En este caso la caja se ha construido en oro amarillo, reminiscencia del color de los relojes de lujo en los tiempos en que apareció el 9S. También está hechas en oro amarillo las manecillas y los índices, un color que contrasta con la correa de cocodrilo marrón. Es una edición limitada a 150 piezas con un precio unitario de 27.000 euros
GRAND SEIKO CALIBRE 9S 20TH ANNIVERSARY REF. SBGH267
Por último, el reloj que más se puede acercar a nosotros humanos es éste, realizado en acero y con una preciosa esfera en azul. A decir verdad a mí es el que más me gusta. La manecilla y el logotipo están bañados en oro para ofrecer contraste y favorecer la lectura. Y le queda genial. Por detrás se puede ver el mismo calibre de alta frecuencia a través del rotor; tiene forma de llanta y está hecho de tungsteno y titanio, que adquiere ese color azul tras un proceso de oxidación por electrolisis. Y además recupera el medallón tradicional de Gran Seiko. También estará disponible a partir de marzo, con un precio de 6.500 euros. ¡Qué tentación! Más información en GrandSeiko.es.