Frederique Constant Slimline Power Reserve Manufacture. Fotos en vivo y precios
Una buena opción para tener un reloj de manufactura y precio contenido
Frederique Constant tiene como filosofía el hacer asequible el lujo. Esto es en sí mismo una contradicción, como ya sabemos, porque si es asequible no es lujo, y viceversa. Su idea empresarial es más el hacer asequible la buena relojería, y en eso se merecen un aplauso prolongado y puestos en pie, porque en verdad que lo consigue. Al principio fue sólo con movimientos ETA o de cuarzo -que todavía usa-, pero en seguida comenzó a desarrollar sus propios calibres. Un ejemplo de esto último es el nuevo Frederique Constant Slimline Power Reserve Manufacture.
Hacer un calibre de manufactura tiene como consecuencia indeseable el aumento de precios. Y no sólo del modelo que lo integra, sino en general en todos los que ofrezca la empresa porque el coste de la aventura manufacturera es gigantesco. Sin embargo Frederique Constant consigue mantener sus buenos precios, a veces incluso de manera que te hace preguntarte por qué otras marcas no lo consiguen (o no quieren conseguirlo. Por ejemplo su calendario perpetuo (que vimos aquí con fotos en vivo), que con sus 8.390 euros no tiene comparación en el mercado.
Hace poco Citizen -el actual propietario de FC- reconoció que la adquisición de la manufactura (y de Alpina) no había significado un crecimiento de ventas. Pero si la casa tiene tan buena oferta ¿por qué no consigue incluso arrasar el mercado? Pues porque este es un mercado muy tradicional en el que, cuando se habla de complicaciones, se piensa en marcas muy asentadas, y se mira con desdén a otra casa -como es FC- que ofrece un producto más industrial, no acabado artesanalmente, pero perfectamente válido. Y se da la paradoja de que, pudiendo tener un calendario perpetuo de Frederique Constant -o un cronógrafo también de manufactura- no se compra porque se quiere otro de una casa tradicional… pero tampoco se puede comprar porque no llega el dinero.
Afortunadamente las casas no viven de los aficionados sino de público en general (como siempre digo), y gracias al buen trabajo de Peter y Aletta Stas, los relojes si son recomendados en las tiendas como muy buenos productos a muy buen precio. Siempre dentro del gusto más clásico, muy del gusto del mercado oriental y de una parte importante del occidental.
El Frederique Constant Slimline Power Reserve Manufacture tiene una caja de 41 mm fabricada en acero o en acero chapado en oro rosa (pulido en ambos casos), pero la extensión de la esfera hasta el borde de la caja hace que el reloj parezca más grande. Se ha lanzado en tres colores: un blanco con un toque de marfil, antracita y azul. Como la aplicación del color se ha hecho en rayos solares, el efecto es muy llamativo porque los colores juegan con la luz para ofrecer tonalidades distintas. Los numerales romanos (los favoritos de la casa) son en blanco para las versiones en azul y en gris, y negros para la versión blanca. En los tres casos el color de las manecillas coincide con el de los números a los que señala.
A las 6 horas se encuentra la fecha, mientras que la reserva de marcha -de 50 horas- hace un semicírculo que comienza a las 9 horas y termina a las 11. Es un sitio inusual para poner el indicador, pero eso mismo ayuda a que el reloj se distinga de la enorme competencia que tiene.
El calibre es el FC 723, surgido a partir del FC-203, que es un movimiento automático con una frecuencia de 4 hercios (28.800 alternancias a la hora) y que es visible a través del zafiro posterior. Por último, el reloj se entrega con una correa de piel a juego con cada esfera.
El precio del Frederique Constant Slimline Power Reserve Manufacture es de 3.490 euros en la versión de acero y 3790 euros la versión chapada en oro. Incluye una correa de aligátor y cierre plegable, pensado para elevar la categoría del reloj. Por tanto puede ser una buena opción si se quiere un calibre de manufactura que, a día de hoy y en términos de precio, no tiene igual en la industria suiza. Más información en FrederiqueConstant.com.