Historia y originalidad. Eso es lo que más se busca a la hora de hacer un reloj que pueda ser ofrecido al público con argumentos para triunfar. Y quién más puede hacerlo que Breguet. Pero en un nicho de mercado -el de relojes de mujer- extraordinariamente difícil, conseguir un modelo que perdure a lo largo del tiempo es aún más difícil. Este Breguet Reine de Naples 8918 es el último descendiente de una regia genealogía que se remonta nada menos que hasta Napoleón Bonaparte.

EL DESEO DE SU ALTEZA

Abraham-Louis Breguet fue el relojero más destacado de su época, y como tal sus principales clientes fueron la realeza y la aristocracia de Francia. Lejos de limitarse a crear relojes para hombres, su lista de clientes famosos incluía a la reina María Antonieta (aquí hablé del reloj que Breguet le hizo y cuya reproducción exacta puede ver en mi visita a la manufactura de Breguet) , la emperatriz Josephine y Caroline Murat, la hermana menor de Napoleón Bonaparte y a la sazón reina de Nápoles.

En 1810, Caroline Murat hizo dos pedidos al maestro relojero con sede en París. Junto con un reloj de mesa con gran complicación para el palacio, la Reina de Nápoles también le encargó un reloj repetidor con una llamativa característica: tenía que poder sujetarse a la muñeca. Entregado en una pulsera hecha de cabello entrelazado y dorado, el delgado repetidor ovalado de Breguet (número 2639) ha pasado a la historia como uno de los primeros ejemplos de un reloj de pulsera especialmente diseñado como tal. Basándose en descripciones históricas del original guardado en el Museo Breguet en Place Vendôme, Breguet lanzó la exitosa colección Reine de Naples en 2002.

REALEZA OVAL

La elegante caja ovoide de oro blanco de 18 quilates del Breguet Reine de Naples 8918 mide 36,50 x 28,54 mm con una altura de 10,05 mm. El delicado lateral acanalado de la caja es un sello distintivo de todos los relojes Breguet y el bisel y la borde de la esfera están engastados con 117 diamantes de talla brillante para darle un toque de brillo elegante. La corona descentrada a las 4 en punto está engastada con un diamante de corte briolette y la parte inferior de la caja presenta el enganche redondo de la correa, que es también clásico en el Reine de Naples.

La esfera está hecha de esmalte Grand Feu brillante y altamente resistente. Se calienta a temperaturas extremadamente altas repetidamente en un horno. El esmalte Grand Feu produce un grano único y garantiza que el color de la esfera nunca perderá su brillo con el tiempo. Los números arábigos inclinados de Breguet subrayan que la caja en forma de huevo disminuye de tamaño a medida que alcanzan la mitad inferior de la esfera. Es una disposición clásica en el Reine de Naples, como ya vimos en vivo en estos modelos. Pero en el caso de este Breguet Reine de Naples 8918 el resultado es mucho más delicado y elegante.

El anillo central de la esfera se ha realizado en azul celeste y está decorado con puntos, marcadores en forma de diamante y motivos de flores de lis. Las horas y los minutos se leen con las clásicas manecillas Breguet de punta abierta en acero azulado y, según dé la luz, la firma secreta se puede ver a las 3 en punto. El numeral de las 6 en punto ha sido reemplazado por un impresionante diamante tallado en pera con las palabras Swiss Émaillé Grand Feu (Esmalte Gran Fuego) a continuación.

CALIBRE 537/3

Este Breguet Reine de Naples 8918 viene equipado con el calibre 537 de cuerda automática. El movimiento tiene una reserva de marcha de 45 horas y oscila a 3,5Hz. Un cristal de zafiro en el fondo de la caja revela el movimiento redondo, con un volante Breguet y un espiral en silicio. Y, como es el caso con todos los relojes Reine de Naples, el movimiento también se firma y numera individualmente.

PRECIO

El Breguet Reine de Naples 8918 tendrá un precio de 36.700 euros, mil euros más que las versiones in esmalte Grand Feu, y 2.000 euros que el fantástico Tradition Dame 7038 que vimos en vivo. No cabe duda que a la casa le gusta poner las cosas difíciles. Más información en Breguet.es.