Frederique Constant Vintage Rally Healey Automatic
Un atractivo modelo producto de su alianza con el club Austin Healey
Parece mentira pero Frederique Constant lleva desde 2004 unido a la marca inglesa Austin-Haley. Ese año fue también importante para la marca porque fue cuando lanzó su primer calibre propio, un movimiento manual que incorporó a su famoso Heart Beat. La marca nació en 1988, pero en 1994 lanzaron el Heart Beat, que dejaba al descubierto el volante desde la esfera. Esto ahora nos parece muy habitual, pero se lo debemos a ellos. Quizá si hubieran patentado esa configuración de la esfera ahora sería su propio emblema.
El caso es que a partir de entonces la casa siguió creando calibres propios para alimentar relojes clásicos, bien hechos y a buen precio. De hecho, su Worldtime Manufacture -aquí en vivo– es absolutamente imbatible, y lo mismo podemos decir de su calendario perpetuo, que también vimos en vivo. Este Frederique Constant Vintage Rally Healey Automatic forma parte por tanto de una de una de las familias más antiguas de la casa.
Sorprende que Frederique Constat preste atención a una marca tan nicho como Austin-Healey, una fabricante que desapareció en 1970, pero que sigue teniendo un buen número de seguidores fieles. El hecho de que fueran unos vehículos tan bien construidos y apreciados en ese momento (y ahora) permite a FC tener una asociación que no le exige grandes estipendios y a la vez le reporta el prestigio y reconocimiento de los seguidores de la marca y del automóvil clásico.
En Horas y Minutos ya hemos visto algunos de los relojes creados por Frederique Constant para Healey. En 2014 lanzaron este GMT, En 2015 lanzó estos cronógrafos bi-compax, que amplió en 2018 con estos nuevos modelos. Ahora vuelve a una concepción más simple del reloj, pero también atractiva.
Para este Frederique Constant Vintage Rally Healey Automatic la casa vuelve a recurrir al emblemático color de la firma Healey, un verde oscuro y enérgico que adorna toda la esfera y que todo el mundo identifica como británico. De hecho se le conoce como «verde inglés racing» y da color a los Austin Healey más codiciados por los coleccionistas.
La caja tiene 40 mm de diámetro y está pulida, como en los relojes de los 60, y el cristal es de zafiro curvo. El reloj es hermético hasta 50 metros. La esfera es verde y con un borde exterior plateado que acoge los minutos.
Tanto los índices como los grandes numerales están aplicados y, junto con las manecillas alfa, dan al Frederique Constant Vintage Rally Healey Automatic una buena presencia, de aires clásicos y a la vez modernos. Y además están tratados con Super-LumiNova, lo que es de agradecer. Salvando las distancias, me recuerda a algunos Chopard L.U.C (en concreto éste). El nombre de Healey -con su grafía original- aparece encima de las 6, pero es tan discreto que no molestaría a alguien que no conociera la marca pero le gustara el reloj.
El reloj se mueve gracias al calibre FC-303, que no es sino un Sellita SW200. Eso quiere decir que tiene 38 horas de marcha y que late a 4 hercios. Honestamente pienso que la casa debería haber usado uno de sus propios calibres, sobre todo siendo una edición limitada.
En cualquier caso el calibre no ve porque lleva una tapa. El grabado muestra el famoso Healey 100S con matrícula NOJ393 adquirido en 1969 por un coleccionista por 155 libras y revendido por casi un millón de euros en diciembre de 2011. En la parte inferior se indica el número de serie individual de cada modelo, limitado a 2.888 ejemplares y entregado en una caja de coleccionista que incluye una réplica en miniatura del NOJ393.
El Frederique Constant Vintage Rally Healey Automatic tiene un precio de 1.490 euros, y hay más información en FrederiqueConstant.es.