Frederique Constant Vintage Rally Healey Small Seconds. Fotos en vivo y precio
Un reloj perfecto para todos los días, con un toque vintage exacto y bien hecho
Frederique Constant lleva aliado a los rallies vintage más de 15 años, y la colección Vintage Rally rinde homenaje al Austin-Healey. Así, hemos visto desde un cronógrafo a un reloj de doble huso horario. Cada año la casa saca un modelo nuevo, y merece la pena ver estos Vintage Rally Healey Small Seconds porque son una propuesta interesante para un reloj de todos los días.
HEALEY 100S NOJ 393
Al igual que el modelo con segundero central que vimos hace un año, estos Vintage Rally Healey Small Seconds rinden homenaje a uno de los modelos más importantes del ya extinto fabricante de coches Healey: el NOJ 393 ex-Works 1953-55 Austin-Healey Special Test Car/100S, que hace once años alcanzó un precio de 843.000 libras esterlinas (aproximadamente 1 millón de euros) en una subasta en Bonhams.
El NOJ 393 compitió en las 24 horas de Le Mans de 1953 como uno de los coches de prueba de Austin-Healey, y pasó a convertirse en el prototipo 100S que corrió en Sebring, la Carrera Panamericana y Nassau.
Sin embargo, el coche alcanzó su (triste) popularidad en 1955. Durante las 24 horas de Le Mans, el coche, conducido por Lance Macklin, se vio envuelto en uno de los peores accidentes de la historia del automovilismo. Cuando el Jaguar D-Type de Mike Hawthorn se detuvo para repostar, Macklin y su Healey tuvieron que cambiar de dirección. Al llegar a gran velocidad (más de 190 Km/h) justo detrás, el piloto francés Pierre Levegh a bordo de un Mercedes 300 SLR no pudo evitar el Austin Healey 100S y chocó contra la parte trasera del coche, que actuó como rampa y lanzó el coche de Levegh por los aires, volando por encima de los espectadores y rodando una y otra vez durante 80 metros. Como resultado, murieron más de 80 espectadores, un acontecimiento que cambiaría la cara del automovilismo durante décadas.
Tras el accidente, el vehículo desapareció, hasta que 42 años después Bonhams lo rescató, lo restauró y lo subastó. Así de bien lo dejó:
FREDERIQUE CONSTANT VINTAGE RALLY HEALEY AUTOMATIC SMALL SECONDS
La caja es idéntica a la de los modelos anteriores. Con un diámetro de 40 mm y una altura de sólo 11,5 mm (incluido el cristal), estos Vintage Rally Healey Automatic Small Seconds tienen una forma sencilla y elegante. La caja de dos piezas es de acero inoxidable y está totalmente pulida. Entre las tres versiones lanzadas, dos tienen la clásica caja de acero y una está chapada en oro rosa, como suele ocurrir con Frederique Constant, para añadir un toque de lujo, sin el precio del oro macizo.
La esfera es la principal evolución en las ediciones 2021 del Frederique Constant Vintage Rally Healey. La sustitución del segundero central por una pequeña indicación de segundos situada a las 9 horas y una manecilla roja, hacen que el reloj esté más animado. Añade un cierto encanto retro, que encaja perfectamente con el tema general.
Por lo demás, los relojes son idénticos en cuanto a la forma de las agujas alpha, la presencia de un segundero blanco en la periferia y un bonito conjunto de marcadores aplicados, que combinan bastones puntiagudos y números arábigos a las 12 y a las 6.
La esfera se ha ofrecido en tres colores: verde británico, gris y azul, cada una con una correa a juego.
Todos los modelos de esta colección Vintage Rally Healey Automatic Small Seconds llevan el mismo movimiento, el calibre FC-345. Detrás de este nombre se encuentra un Sellita SW 200-1 modificado para sustituir el segundero central por un pequeño segundero. Con una frecuencia de 4 Hz y una reserva de marcha de 38 horas, se trata de una opción sencilla que tiene en cuenta la fiabilidad, la facilidad de mantenimiento y la accesibilidad.
El calibre no se ve, lo que nos permite disfrutar de un grabado del mítico coche.
En cuanto a las correas, Frederique Constant opta por unas tipo «rally» perforadas de piel de becerro, bien ejecutadas y con un diseño adecuado. Todas tienen costuras en contraste de color blanco hueso y se cierran con una hebilla de acero.
Las versiones verde y gris tienen un precio de 1.595 euros, mientras que la chapada en oro sube a 1.995 euros. Son relojes a tener muy en cuenta porque son una oferta buena, sin demasiados adornos pero muy atractivos, con el toque justo de vintage y una construcción sólida. Más información en FrederiqueConstant.es.